Bloomberg — Los funcionarios de la Reserva Federal se comprometieron a continuar subiendo sus tasas de interés a niveles restrictivos en el corto plazo y a mantenerlas allí hasta aplacar la inflación. No obstante, varios de ellos dijeron que calibrar el ritmo será clave para mitigar los riesgos que esto puede plantear para la economía.
“Varios participantes dijeron que, especialmente en el contexto de alta incertidumbre económica y financiera, sería importante calibrar el ritmo de un mayor endurecimiento con el objetivo de mitigar el riesgo de efectos adversos significativos sobre las perspectivas económicas”, dice un pasaje de las minutas de la Fed de su reunión de entre el 20 y 21 de septiembre.
Durante la reunión, los funcionarios de la Fed acordaron incrementar las tasas de interés de referencia en 75 puntos básicos por tercera vez consecutiva, llevando el rango objetivo a entre 3% y 3,25%, mientras buscan combatir la inflación.
“Muchos participantes enfatizaron que el costo de que quedarse corto con las acciones para reducir la inflación probablemente sea mayor al opuesto”.
Las actas muestran a un comité unido para devolver la inflación al objetivo del 2% de la Fed, mientras que varios responsables de formular políticas instan a la cautela cuando las tasas de interés se sitúan en territorio restrictivo.
Criticada por su lentitud a la hora de responder a las crecientes presiones sobre los precios, la Reserva Federal ha desencadenado la campaña de endurecimiento más agresiva desde la década de 1980. Empezando con tasas en casi a cero en marzo, ha subido 300 puntos básicos y ha señalado que habrá más adelante.
Los funcionarios de la Fed esperan subir las tasas hasta el 4,4% a finales de año, según su estimación media publicada el mes pasado, y hasta el 4,6% en 2023.
Esto tiene un coste económico: se prevé que el aumento de los costos de endeudamiento ralentice el crecimiento hasta el 1,2% el próximo año y aumente la tasa de desempleo hasta el 4,4%. En septiembre era del 3,5%.
“Varios participantes observaron que, a medida que la política se adentrara en territorio restrictivo, los riesgos se volverían más bifrontes, reflejando la aparición del riesgo a la baja de que la restricción acumulada de la demanda agregada superara lo necesario para devolver la inflación al 2%”, mostraron las actas.
La inflación, medida por el indicador preferido de la Fed, lleva más de un año por encima del objetivo del 2% del banco central, lo que pone a prueba la fe del público en que los funcionarios puedan volver a reducirla.
“Acordaron que, al mover su política de forma decidida hacia una postura apropiadamente restrictiva, el comité ayudaría a asegurar que la elevada inflación no se afianzara y que las expectativas de inflación no se desanclaran”, dicen las actas.
El rápido aumento de los costos de endeudamiento ha frenado la actividad inmobiliaria, pero otros sectores de la economía muestran una demanda resistente.
Los empleadores añadieron 263.000 puestos de trabajo en septiembre, y un informe sobre la inflación al consumidor mostró que los precios subieron un 8,3% en los 12 meses hasta agosto. Se espera que el índice de precios al consumo de septiembre, que se publicará el jueves, muestre un avance todavía rápido del 8,1%, y que la tasa de inflación subyacente vuelva a alcanzar un máximo de cuatro décadas.
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