La variedad de café de Honduras que podría emular el éxito del Geisha de Panamá

Por varias cosechas, el Parainema mostró resistencia a la roya y aunque está propiedad va perdiéndose en el tiempo, la variedad desarrollada en Honduras ha resultado de gran calidad y sabor

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San Pedro Sula — Desde la cosecha antepasada, productores de Matagalpa, al centro de Nicaragua, comenzaron a sembrar Parainema, una variedad de café originaria de Honduras que, además de aumentar la producción, ha resultado de buena calidad.

El grano se desarrolló desde los años 80 en los laboratorios del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) y tras su liberación en 2004 mostró por al menos 15 temporadas resistencia a la roya, un hongo exclusivo de los cafetales y considerada una de las enfermedades más letales del aromático, al punto que en 2013 afectó al 53% del área productiva en Centroamérica.

Los técnicos del Ihcafé han dicho en investigaciones que la resistencia a la roya no es permanente en las variedades mejoradas de café y la permanencia no es predecible, porque depende de la interacción entre el hongo, clima y la planta en el tiempo, pero más allá de esas propiedades la Parainema ha resultado de un sabor apetecible.

Con esta variedad, dos cafetaleros ganaron en 2015 y 2017, respectivamente, la edición nacional de Taza de Excelencia (COE, por sus siglas en inglés), competencia reconocida en el mundo por el grado de exigencia que tiene para la selección de granos aromáticos que luego son ofertados entre compradores extranjeros.

Diferenciar el café de Honduras

En la actualidad hay más sectores buscando nichos de mercado para el café nacional. Uno de ellos es el proyecto Café Inclusivo de Swisscontact, que, junto con el Ihcafé, la Alianza de Mujeres en Café (Amucafé) y otras organizaciones viajaron recientemente a Estados Unidos y Corea del Sur para hablar del aromático hondureño.

“El café es el principal producto de las agroexportaciones en Honduras e involucra a muchas familias, pero en general tenemos retos importantes a la hora de comercializar nuestro café y lograr generar mayores ingresos por cafés diferenciados”, dijo Liliana Sánchez, directora de País de Swisscontact a Bloomberg Línea.

El proyecto Café Inclusivo busca reforzar un esfuerzo que asociaciones y cooperativas llevan haciendo por un buen tiempo: diferenciar el café, ya sea por su manejo de sostenibilidad, certificaciones y buenas prácticas que contribuyan a que el grano deje de estar cotizándose como un commodity y se pague un precio acorde a su calidad.

“En definitiva hay muchos elementos que pueden distinguir al café de Honduras. Mucho de estos elementos los están utilizando los grupos, las empresas, las cooperativas de manera independiente cada uno para lograr posicionar su propia empresa”, dijo Sánchez, pero lo que ha hecho falta y el proyecto trata de articular es la organización del sector.

Seguir los pasos del café Geisha de Panamá

Para Sánchez, el café de Parainema puede resultar un elemento diferenciador de Honduras en su búsqueda de posicionarse entre los mercados de aromáticos de calidad. “No hemos logrado sacarle el jugo suficiente”.

En Centroamérica, Panamá ha posicionado su Geisha a nivel mundial. Esta variedad se recolectó originalmente de los bosques de café en Etiopía en la década de los 30 del siglo pasado. Desde allí se envió a Tanzania y luego se llevó al Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie) en 1953 y después, durante los años 60, las semillas llegaron a las fincas de Panamá, pero no fue hasta 2005 que alcanzó la fama con la subasta “Best of Panamá”.

“Nuestros colegas de Panamá ha hecho un trabajo tan bueno con su marketing y tan consistente en calidad para abrir estas relaciones que va a ser bien difícil que nosotros como país le hagamos ni siquiera cosquillas al posicionamiento que ya tiene Panamá con el café Geisha. Sin embargo, tenemos un espacio para construir con el Parainema”, dijo Sánchez.

En su criterio, Honduras necesita aprender a mercadear mejor los esfuerzos que está haciendo la cadena caficultora en torno a aplicar diferentes esquemas de procesamiento.

La semana pasada, San Pedro Sula fue la sede de la cuarta Cumbre para la Sostenibilidad del Café en la Región del Programa Cooperativo Regional para el Desarrollo Tecnológico y Modernización de la Caficultura (Promecafé), que reunió a líderes del continente para hacer un análisis integral de la situación y desafíos que impactan la caficultura.

El Ihcafé prevé que las exportaciones durante la cosecha 2022-2023 rondarán los 7,2 millones de sacos, un millón más en comparación al ciclo productivo que concluyó el 30 de septiembre pasado.