Aranceles inteligentes de Petro: Cuáles serán y los peros de los empresarios

Empresarios le dijeron a Bloomberg Línea que temen que los aranceles se utilicen para cerrar la economía, castigando al consumidor y afectando la productividad

Aranceles inteligentes: así será la estrategia de defensa comercial de Gustavo Petro
08 de febrero, 2023 | 01:00 AM

Bogotá — Bajo el término aranceles inteligentes, el Gobierno del presidente Gustavo Petro enfiló su estrategia de defensa comercial con una prioridad sobre la mesa: tener equilibrio.

El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, le dijo a Bloomberg Línea que “existen diferentes maneras de equilibrar los problemas de producción nacional cuando están en desequilibrio con las importaciones. El objetivo es generar igualdad de condiciones a la industria colombiana y, cuando sea necesario, utilizaremos todos los mecanismos de comercio internacional”.

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A lo que añadió que “son herramientas a las que tenemos derecho por seguridad y soberanía nacional”, enfatizó.

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Y es que esta estrategia del Ejecutivo quedó plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 que se radicó ante el Congreso de la República, y que mediante el artículo 210 expone: “El Gobierno Nacional promoverá la defensa comercial de la Nación mediante una política de remedios comerciales y aranceles inteligentes, con el fin de lograr un equilibrio en las condiciones de competencia para la producción nacional frente a las importaciones y la defensa de las ramas de la producción afectadas por prácticas desleales y maniobras contrarias al libre comercio internacional, la soberanía alimentaria y el adecuado funcionamiento del mercado”.

Por lo que se establece que el Gobierno estará autorizado para adoptar medidas comerciales de carácter restrictivo o de fomento, por razones de seguridad nacional, incluyendo soberanía alimentaria y la protección de la industria y el mercado. Todo esto conforme a la Constitución, las leyes y las obligaciones internacionales que tiene el país.

Sin embargo, la medida no le suena del todo al sector privado, que tiene dudas sobre el alcance de la misma. Javier Díaz, presidente de Analdex, indicó que “el temor es que se utilice el arancel para cerrar la economía, castigando al consumidor y afectando la productividad mediante la eliminación de la competencia. El arancel no se debe usar como mecanismo para pagar favores políticos”.

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Asimismo, María Claudia Lacouture, presidenta de Amcham Colombia (Cámara de Comercio Colombo Americana), sostuvo que este asunto “levanta inquietudes sobre cómo se equiparan las razones de seguridad nacional con soberanía alimentaria y protección de la industria y el mercado, teniendo en cuenta que no hace un llamado a la competitividad ni a la productividad. Las razones, a diferencia de la seguridad nacional, no deben ser razones para incumplir obligaciones internacionales”.

Frente a esto último, en el PND quedó establecido que Colombia podrá adoptar medidas de carácter recíproco frente a las medidas que adopte un gobierno extranjero o ente soberano, “por razones seguridad nacional u otras razones internas que no sean sujetas a control legal bajo los mecanismos de solución de diferencias internacionales vigentes”.

A lo anterior se suma la voz de Luis Ángel Madrid, investigador y docente del Prime Business School de la Universidad Sergio Arboleda, quien expresó que “una política arancelaria como parece ser la propuesta, conduciría a un problema que fue endémico en el país, esto es, la “dispersión arancelaria”, que atenta contra la racionalidad y el ordenamiento en el manejo aduanero y comercial. Además, propiciaría el contrabando técnico y altos costos para el Estado, el sector productivo nacional (altamente dependiente de insumos importados) y por supuesto, el consumidor local”.

No obstante, hay también dirigentes gremiales que consideran que es importante hacer cambios en esta materia. Desde la Cámara Colombiana de la Confección se le ha solicitado al gobierno Petro que revise el tema de los hilos y las hilazas y específicamente “las medidas que están impuestas, en donde todavía hay un arancel del 10% para cerca de 65 subpartidas, teniendo en cuenta que Colombia es deficitaria en un 81% en la producción”, enfatizó Camilo Rodríguez, presidente de esta Cámara.

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Y agregó que “no se compadece que hoy los confeccionistas tengan que pagar un arancel de insumos igual al de las telas. Se desconoce el valor agregado de cada uno de los eslabones”.