¿Reformas de Petro podrían dejar la calificación de Colombia por debajo del BB+?

Las calificadoras han seguido los anuncios del Gobierno, pero será la materialización de las propuestas, y su resultado final lo que determine el futuro de la nota soberana

¿Reformas de Petro podrían dejar la calificación de Colombia por debajo del BB+?
24 de febrero, 2023 | 01:00 AM

Bogotá — El Gobierno de Gustavo Petro tiene un ambicioso plan de reformas para Colombia. A la tributaria, ya aprobada, se le sumará este año, quizá durante el primer semestre, las reformas a la salud, las pensiones y laboral. Algunas de ellas son muy polémicas y por ello las agencias calificadoras siguen de cera su desenlace en el Congreso para saber de qué manera estas podrían impactar la calificación crediticia del país.

Elijah Oliveros, economista líder para Latinoamérica en S&P Global Ratings fue consultado sobre si las reformas que plantea el Gobierno Petro pueden tener impactos en la calificación crediticia de Colombia y aseguró que “sí. Hay muchas políticas que pueden tener un impacto fiscal negativo, estamos muy atentos para ver cuál es el impacto de estas reformas, si alguna llega a tener un impacto fiscal negativo que no es compensado por crecimiento más alto, desde un punto crediticio es un factor negativo, pero ese no es el único factor que revisamos para tomar acciones de clasificación, aunque sí sería un factor en contra”.

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Ya Moody’s había dado su opinión sobre el protagonismo que el Gobierno Petro quiere tener en algunos segmentos como los servicios públicos. “El nuevo decreto del presidente Petro para controlar los organismos regulatorios durante un período de tres meses crea una mayor incertidumbre sobre el sector energético, lo que podría retrasar nuevas inversiones en Colombia. Las iniciativas gubernamentales están destinadas a controlar las tarifas en medio de un ambiente de alta inflación. Si bien las medidas aún no se han divulgado, las decisiones unilaterales que frenen los ingresos y difieran la recuperación de costos en 2023 afectarán negativamente las métricas crediticias de los servicios públicos y las compañías eléctricas que operan en el país”, sostuvo Adrián Garza, vicepresidente senior de la agencia.

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Oliveros de S&P hizo énfasis en las complejidades que trae el 2023, pero también enfatizó en que el desafío está en lo que viene después porque una vez se supere este año la expectativa es que el PIB vuelva a crecer cerca de su potencial.

“Queda claro que estamos en tiempos de incertidumbre más alta de lo normal no solamente por el contexto interno sino también por un marco global de incertidumbre con riesgos de recesión, tasas altas, etc. Queda claro que 2023 será de ajustes económicos, vemos un PIB que pasará de 7,5% el año pasado a cerca del 1% este año y evidentemente vendrá con tasas altas e inflación. Sera un año complicado, por eso la pregunta es qué viene después”.

Además, el economista de la agencia hace hincapié en que la calificación de Colombia hoy está sólo un escalón por debajo del grado de inversión, pero al tiempo agrega que la incertidumbre del mundo es un condimento que hace que todo pueda cambiar. “Hace un mes confirmamos el BB+ dando una señal de que por el momento vemos esa calificación estable, pero hay tanta incertidumbre en el mundo que todo puede cambiar, por ahora vemos esa calificación de BB+”.

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Sobre si las propuestas para desarrollar la transición energética van en la dirección indicada, Oliveros asegura que “es una situación muy complicada porque hay muchas propuestas de transición energética, hay ganadores y perdedores, como en todo, y hay países que están pasando por un proceso un poco más complicado, entre ellos Colombia, porque depende mucho de los hidrocarburos”.

Es por ello que el rol protagónico que quiere tener el Estado será clave para entender el futuro de las energías limpias en el país. “La intervención del Estado va a definir la velocidad de esa transición energética y esa velocidad tendrá impacto en algunos factores macroeconómicos, específicamente en los del sector externo en donde las exportaciones de hidrocarburos van a bajar y si no se compensan con otras exportaciones impactarán negativamente la posición externa entonces estamos muy enfocados en entender cómo esa intervención del Estado puede influir o no el sector externo”.

Además, Oliveros coincide con el presidente Petro con respecto a que el sector del turismo y las energías limpias pueden aportar a Colombia los recursos que dejarían de llegar del petróleo, pero duda de la velocidad a la que se pueda lograr ese objetivo

“El potencial está ahí, el turismo ha recobrado fuerza y está en niveles récord, el de renovables ofrece muchas opciones, lo que no sabemos es qué tan rápido se pueda sustituir la pérdida de crecimiento en hidrocarburos, pero dependerá de la velocidad que le imprima el Estado a la transición energética”, aseveró Oliveros.

Por último, hizo referencia a las decisiones de inversión de los empresarios y si el ruido de las reformas podría posponerlas o no. “Lo que los inversionistas quieren es certidumbre. Estamos en un momento de muchos anuncios que no necesariamente vienen acompañados de acciones, entonces son cosas que generan un alto nivel de nerviosismo, pero hasta que no vean esos anuncios convertidos en acciones no van a preocuparse”, concluyó Oliveros.