Bloomberg — Tras ser criticado por difundir contenido antisemita en X, Elon Musk acompañó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una visita a una ciudad devastada por los atentados de Hamás del 7 de octubre.
El CEO de Tesla Inc. (TSLA) y SpaceX fue informado por funcionarios locales y militares en Kfar Aza, donde murieron decenas de personas. También se reunió con familiares de las víctimas, incluidos los parientes de una niña de 4 años que fue liberada por Hamás el domingo, según una declaración de la oficina de Netanyahu.
El viaje de Musk a Israel incluirá también reuniones con el ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, y con el presidente, Isaac Herzog. El viaje se produce en un momento en que grandes marcas, como Apple Inc. (AAPL) y Walt Disney Co. (DIS), han dejado de anunciarse en su plataforma de redes sociales por temor al aumento del antisemitismo y la incitación al odio desde que se hizo cargo de Twitter el año pasado.
El multimillonario se ha defendido de lo que ha calificado de “historias falsas de los medios de comunicación”, después de que a principios de mes apoyara en X una teoría de la conspiración antisemita, lo que provocó la condena de la Casa Blanca.
La publicación de Musk se produjo casi al mismo tiempo que Media Matters publicaba un informe en el que se mostraban anuncios de empresas como IBM Corp. y Apple junto a contenido pronazi en la plataforma de redes sociales. X ha demandado al grupo de vigilancia liberal por intentar supuestamente ahuyentar a los anunciantes.
En un vídeo de Musk se le veía llevando equipo protector sobre el traje y deteniéndose de vez en cuando para hacer fotos mientras caminaba entre edificios con cicatrices de bala en la ciudad, situada en la frontera con Gaza. Musk asintió mientras funcionarios israelíes le describían los ataques.
Durante el viaje a Israel, Musk se reunirá con ejecutivos del sector tecnológico del país y se reunirá con Netanyahu para tratar temas como la inteligencia artificial en Spaces, el servicio de transmisión de audio en directo de X, según declaró Ophir Falk, asesor diplomático de Netanyahu.
El gobierno israelí ha mantenido conversaciones con Musk sobre la creación de Starlink, que proporciona Internet por satélite, para respaldar sus comunicaciones en tiempo de guerra. El mes pasado, Musk enfureció a las autoridades israelíes al afirmar que podría proporcionar Starlink a las organizaciones de ayuda de la Franja de Gaza. Posteriormente se retractó del comentario.
Israel está librando una guerra contra Hamás, que Estados Unidos y la UE consideran una organización terrorista, después de que unos militantes mataran a unas 1.200 personas y tomaran unos 240 rehenes en un ataque perpetrado el 7 de octubre. Alrededor de 15.000 palestinos han muerto en los combates, según el Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás, y gran parte del enclave mediterráneo ha quedado reducido a escombros.
Los combates se han detenido durante un alto el fuego temporal que comenzó el viernes para permitir la liberación de rehenes a cambio de prisioneros israelíes.
Aunque Musk ha recibido el apoyo de personalidades destacadas, como el gestor de fondos de cobertura Bill Ackman, las críticas contra el multimillonario, famoso por su franqueza, no tienen visos de remitir. El primer ministro británico, Rishi Sunak, fue el último en alzar la voz contra Musk en una entrevista en Bloomberg TV el domingo, en una crítica cuidadosa que no llegó a la rotunda condena del presidente estadounidense, Joe Biden.
El domingo, decenas de miles de personas, entre ellas el exprimer ministro Boris Johnson, asistieron a una marcha contra el antisemitismo en el centro de Londres. El conflicto entre Israel y Hamás ha exacerbado las tensiones entre comunidades y ha provocado un repunte de la retórica antisemita e islamófoba en las redes sociales.
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