Buenos Aires — El anuncio del Gobierno argentino de volver a colocar deuda en dólares en el mercado luego de más de cinco años fue bien recibido por el mercado, aunque entre analistas y economistas prevalecen algunos interrogantes vinculados con montos, tasa interna de retorno y demanda.
Según lo anunciado por el Gobierno, ofrecerá la semana próxima un bono en dólares de ley local con vencimiento a noviembre de 2029, cupón de 6,5% (TNA). Y añadió que utilizará las divisas que capture para cancelar parcialmente el vencimiento de capital de los bonos AL30 y AL29 que vencen el 9 de enero de 2026.
Tras conocerse la decisión de emitir el nuevo bono en dólares con vencimiento a 2029, analistas y operadores se preguntaban si el equipo económico no tendría ya apalabrada demanda de inversores de modo de garantizar un rendimiento de una cifra.
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Qué espera el mercado
En diálogo con Bloomberg Línea, el director de la consultora F2 Soluciones Financieras, Andrés Reschini, manifestó que “no deja de ser una jugada audaz”, aunque destacó que, “de todos modos, las primeras reacciones del mercado han sido favorables”.
“No está claro el monto que logrará colocar Ministerio de Economía, pero si supera los US$1.000 millones con tasas dentro de lo que están consiguiendo las provincias hoy puede ser festejado por el mercado”, estimó.
A su vez, resaltó que “conseguir que se abran las puertas del mercado de crédito en dólares es un paso importante que puede aportar a la estabilización y previsibilidad”.
Por su parte, el economista Iván Carrino, expresó: “Entiendo que alguna respuesta del mercado va a haber. Ya estuvieron realizando colocaciones Buenos Aires y Santa Fe”.
“Si hacen la oferta y la publicitan debe ser porque con algunos inversores ya tendrán algo hablado. Creo que lo que podemos esperar es que salga bien”, estimó.
De esa manera, también puntualizó: “Da una señal para ver si efectivamente se puede empezar a hacer rollover de la deuda a tasas más razonables".
En tanto, el economista Gustavo Ber opinó que el anuncio fue recibido “positivamente” por los inversores: “Este importante hito, el cual fue preanunciado a través de las exitosas colocaciones corporativas y provinciales, apunta a ir recuperando el acceso a los mercados y la confianza de los inversores, y podría contribuir al proceso de acumulación de reservas”.
De acuerdo con su punto de vista, la “auspiciosa dinámica, junto a las sólidas cuentas fiscales y el mayor músculo en el Congreso podría profundizar la convergencia del riesgo país a la región, con un rápido correlato en la mejora de las valuación de activos financieros y así es que se mantiene firme el apetito de los inversores”.
Los inversores potenciales
Según un análisis de la consultora 1816, la colocación “saldrá a una tasa menor al 9%, pero para lograr ese objetivo, será necesario algún inversor especial, cambios normativos que incentiven a licitar a bancos, FCI, seguros, corporativos y/o individuos (para que quienes no compran AL30 en 10 ,6% de tasa sí compren el nuevo Bonar 29 a menos de 9,0% ), y/o que el monto colocado sea pequeño“.
“Con todos los Globales rindiendo cerca de 10% offshore, pareciera que con esta colocación el Gobierno apunta a captar el interés de inversores locales y no internacionales", consideró.
“La pregunta es qué tipo de inversor podría verse tentado con el flamante Bonar 2029, teniendo un AL30 muy líquido, rindiendo 10,6% contra MEP”, puntualizó. “Los grandes inversores locales son los bancos, que actualmente tienen una liquidez en dólares enorme (US$ 22.900 millones, incluyendo US$17.700 millones encajados a tasa cero en el BCRA y US$5.200 millones en las sucursales, fruto del creciente stock de depósitos en dólares privados”, remarcó.
En ese sentido, sostuvo: “Esa liquidez los bancos por alguna razón no la vienen invirtiendo en Bonares, de modo que no vemos razones para que demanden el flamante Bonar 29, si no hay incentivos adicionales”.
“En el caso de los FCI, este año vimos un boom de suscripciones a fondos en dólares, que hizo que este universo pase a administrar más de US$10.000 millones, superando con creces lo que ocurrió en la época de los FCI de Letes en la era Macri", indicó.
El análisis subrayó que la particularidad es que “en esta ocasión más de la mitad de los FCI en dólares se explica por Money Market en dólares, que rinden en promedio menos de 2,0%”. “En conjunto, todos los FCI en dólares tienen Bonares y Globales por el equivalente a US$550 millones de valor de mercado y no hay razón para pensar que vayan a demandar masivamente nuevos títulos, si no salen a una tasa de mercado”.
“Respecto a las tesorerías corporativas, recordar que las empresas que acceden al MULC tienen limitad a la conversión de MEP a CCL (por la “restricción cruzada”), pero nada les impide comprar AL30 en el mercado secundario“, señaló.
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