Buenos Aires — Las inversiones en proyectos para exportar Gas Natural Licuado (GNL) desde Argentina sumaron un actor inesperado: Camuzzi Gas Inversora, compañía controlante de las distribuidoras Camuzzi Gas Pampeana y Camuzzi Gas del Sur. La empresa que tiene entre sus accionistas a Alejandro Macfarlane y Jorge Brito desembolsarán hasta US$3.900 millones para instalar un barco de licuefacción (Floating LNG) ubicado en el Puerto La Plata, Provincia de Buenos Aires.
En un mercado que parecía estar acotado a los principales jugadores del sector petrolero del país, Camuzzi sorprendió con un proyecto que buscará utilizar los gasoductos existentes del sistema en los meses del año en los que hay capacidad ociosa, para exportar hasta 9 millones de metros cúbicos diarios y hasta 2.4 millones de toneladas anuales para aportar al balance cambiario hasta US$14.500 millones en veinte años.
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Esta iniciativa podría entrar en operación en 2028. La primera inversión, que alcanzaría los US$400 millones, se enmarcaría en el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI). La empresa ya ha firmado memorandos de entendimiento con productoras de gas para el abastecimiento del recurso y con compradores de GNL, que estarían concentrados en Brasil. El barco podría también gasificar GNL importado para sumar al sistema local.
“El proyecto busca aprovechar la capacidad ociosa del sistema en la ventana del verano. La idea es comprar gas en boca de pozo en Vaca Muerta, usar el transporte que tenemos y también de TGS, llegar hasta Buchanan (provincia de Buenos Aires), tomar el gas, entrar a nuestro sistema de distribución hasta llegar a Ensenada y salir con un caño subacuático diez kilómetros a un muelle donde embarcaría el barco flotante”, explicó Macfarlane en el Energy Day de EconoJournal.
Las obras alrededor de este proyecto implicarán la construcción de una nueva infraestructura de transporte que permitirá movilizar el gas natural que actualmente es entregado en Buchanan, hasta la localidad de Ensenada en la Provincia de Buenos Aires. Además, la construcción de un gasoducto subacuático de 10 km de extensión y una plataforma offshore para el amarre del buque licuefactor, que actualmente está en construcción.
Camuzzi, que entre sus accionistas están Marcarlane, Brito y el empresario italiano Fabrizio Garilli, se suma al grupo de compañías argentinas que están avanzando en proyectos de GNL. El primero de ellos fue Pan American Energy con el proyecto Southern Energy, en el que participan también YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y la noruega Golar, que tendrá una capacidad máxima de 5,9 millones de toneladas anuales. Con un estimado de 12 millones de toneladas anuales, el proyecto más ambicioso es el que YPF tiene junto a la italiana ENI y la árabe XRL.
El proyecto de Camuzzi apuntará al mercado brasileño, mientras que Southern Energy ya aseguró un primer comprador europeo. YPF también negocia con compradores del viejo continente pero mantiene conversaciones con distintos países y compañías de Asia.
“Mi apuesta era que el primer cliente iba a ser asiático, cuyo mercado viene con mayor crecimiento, y terminó siendo europeo”, contó este martes en un evento de EconoJournal Rodolfo Freyre, vicepresidente de Gas de PAE.
Gabriela Aguilar, gerente general de Excelerate Energy para Argentina, dijo también que hay oportunidades en la región. “Brasil tiene seis terminales de importación de GNL y en marzo se va a llevar a cabo una nueva licitación de generación eléctrica, que abre la expectativa de más terminales. Colombia está pasando una situación de crisis y va a necesitar importar más GNL. También Chile y Uruguay”, explicó.
Barcos flotantes
Estas iniciativas tienen un denominador común: la licuefacción se realizará en barcos flotantes, y no plantas en tierra. Esta tendencia, que aparece como una solución más rápida, flexible y rentable, creció en el último tiempo.
Se espera que la capacidad de las terminales flotantes se triplique para 2030, según Rystad Energy. “Los proyectos de FLNG, que antes se veían obstaculizados por retos técnicos y operativos, están alcanzando ahora tasas de utilización comparables a las de las terminales terrestres”, precisó la consultora noruega.
La capacidad mundial de GNL en flotación alcanzará los 42 millones de toneladas anuales (Mtpa) en 2030, y ascenderá a 55 Mtpa en 2035, casi cuatro veces más que los 14,1 Mtpa registrados en 2024, informó Rystad.