Bloomberg — Flavio Bolsonaro nunca pareció la opción más probable para heredar el manto político de su padre, ni siquiera cuando el expresidente Jair Bolsonaro fue puesto entre rejas y descartado de las elecciones brasileñas de 2026 por intentar un golpe de Estado.
A diferencia de su hermano Eduardo, no había forjado lazos con conservadores globales como Donald Trump. Y en contraste con su madrastra Michelle, no goza de estrechas relaciones con las florecientes comunidades evangélicas de Brasil, una fuente clave del apoyo a Bolsonaro. Su atributo más fuerte fue su voluntad de trabajar con los legisladores centristas, que, al igual que los inversores, preferían al gobernador de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas, como candidato presidencial.
Ver más: La economía de Brasil se desacelera y abre la puerta a recortes de tasas en 2026
Pero no debería haber conmocionado a los mercados ni a sus aliados cuando Flavio anunció el viernes que había obtenido el respaldo de su padre para desafiar al presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva el próximo año. Para entonces, el senador de 44 años llevaba meses posicionándose para una bendición que el expresidente probablemente no concedería a nadie ajeno a su propia estirpe.
La decisión abrió el siguiente capítulo en el drama sucesorio de meses que ha atenazado a la derecha brasileña mientras esperaba noticias de Bolsonaro, que mantiene un apoyo sustancial de su base a pesar de su condena en septiembre por conspirar para permanecer en el poder tras su derrota en 2022.
Pasado por alto durante mucho tiempo en esa saga, Flavio emergió en parte por su habilidad para navegar por la dinámica de una familia famosa por el radicalismo impulsivo de su patriarca, cuyo ascenso a la presidencia en 2018 le convirtió en un rostro precoz de la política de derechas más descarada que gana tracción en todo el mundo.
Como Hijo Elegido, sin embargo, Flavio se enfrenta ahora a la tarea de recuperar a los votantes moderados desanimados por la marca Bolsonaro, al tiempo que tranquiliza a una clase dirigente centrista preocupada por la posibilidad de que el expresidente acabe de entregar las elecciones a Lula.
Tiene un terreno importante que recuperar: Lula aventajaba a Flavio por 51% a 36% en un escenario de segunda vuelta, mostró una encuesta de DataFolha publicada el sábado. Freitas quedaba por detrás del presidente izquierdista por sólo 5 puntos.
‘Está decidido’
Dentro de la familia, la primera señal de que Flavio tenía una posibilidad real se produjo en medio del juicio a Bolsonaro, cuando el expresidente le dijo a su hijo mayor que empezara a calentar motores para una posible candidatura, según una persona cercana a la familia. Bolsonaro había insistido en que volvería a presentarse a pesar de la prohibición electoral y del juicio golpista, pero cada vez tenía menos tiempo u opciones.
Quienes lo rodeaban intuían que su deseo de mantener el control de su movimiento derechista había hecho improbable que respaldara a Freitas, exministro del gobierno de Bolsonaro y favorito de los inversores.
Eduardo, que se había trasladado a EE.UU. en marzo para buscar la ayuda de Trump para su padre, quedó fuera de juego después de que el líder estadounidense abofeteara a Brasil con aranceles y sanciones. Los fiscales le acusaron en septiembre de obstrucción a la justicia en el caso de Bolsonaro, asegurándose de hecho que se quedaría en el extranjero.
La falta de experiencia electoral de Michelle -nunca ha hecho campaña electoral- llevó a Bolsonaro a empujarla hacia una candidatura al Senado en su lugar.
Flavio, mientras tanto, emergió como el principal portavoz y sustituto de su padre, especialmente cuando la presión de Eduardo a favor de los aranceles estadounidenses empezó a ser contraproducente al impulsar a Lula en las encuestas. En Brasilia, pronto quedó claro que cualquiera que buscara acceso a Bolsonaro tenía que pasar por Flavio.
El senador empezó a proponer una posible candidatura presidencial a sus aliados, según tres personas familiarizadas con las discusiones que solicitaron el anonimato para hablar de asuntos delicados.
Flavio ha impulsado anteriormente a su familia a adoptar un tono más moderado y adoptó un enfoque más conciliador que Eduardo, que cuestionó públicamente la lealtad de Freitas. Trató de estrechar lazos con los líderes del influyente bloque Centrao, al tiempo que intentaba atraer a los inversores que presionaban abiertamente a favor de Freitas, según varias personas conocedoras de la situación.
El pasado martes, Flavio visitó a su padre en el centro donde está recluido desde que comenzó su condena de 27 años a finales de noviembre. La mayoría de las personas cercanas a la familia esperaban que la decisión de Bolsonaro no llegara hasta marzo. En cambio, Flavio se fue con luz verde.
“Me dijo: ‘Tú eres el candidato’”, dijo Flavio a Bloomberg News el viernes por la noche. “Está decidido”.
Angustia moderada
La familia, que había dado muestras públicas de división durante el juicio, se unió rápidamente tras él, y tanto Eduardo como Michelle le ofrecieron su apoyo en las redes sociales. Eso debería ayudar a Flavio -cuyos esfuerzos por moderarse han sembrado a veces la desconfianza entre los partidarios más duros de Bolsonaro- a consolidar la base y a posicionarse como el principal aspirante de Lula.
El centro ya está resultando más difícil de sostener. Pocos líderes del Centrao reaccionaron públicamente al repentino anuncio. Freitas no ha hecho ningún comentario público sobre la decisión, aunque Flavio dijo que se había ganado el apoyo del gobernador en una conversación privada.
Pero la elección provocó quejas de varios políticos centristas que pidieron el anonimato, criticando la negativa de Bolsonaro a abrazar al gobernador de Sao Paulo como una alternativa pragmática. Uno de ellos dijo que Flavio tendría dificultades para consolidar el apoyo del bloque.
Flavio dijo que está llegando a los inversores con el mensaje de que será más responsable fiscalmente que Lula, cuyas políticas de gasto han encendido las preocupaciones sobre los déficits de Brasil y la creciente deuda pública.
“Sabemos que lo que tenemos que hacer es lo contrario de lo que está haciendo el gobierno actual”, dijo. “Reequilibrar las cuentas, dejar de gastar más de lo que recaudamos, dejar de extorsionar a la población con subidas de impuestos”.
Pero convencer a los inversores de sus credenciales fiscales -especialmente después de los propios excesos presupuestarios de Bolsonaro- es sólo la mitad de la batalla. Los mercados brasileños se hundieron tras el anuncio del viernes, con los operadores viendo la candidatura de Flavio como un gran impulso para Lula.
Flavio es un bolsonarista incondicional: lleva meses impulsando leyes para amnistiar a su padre y a otros implicados en la trama golpista. La idea es impopular entre los votantes moderados, al igual que los Bolsonaros: los miembros de la familia del expresidente son rechazados por al menos el 70% de los votantes independientes, según una encuesta de noviembre de Genial/Quaest.
Una mayoría del 56% tiene una imagen negativa de Flavio, según LatAm Pulse, una encuesta realizada por AtlasIntel para Bloomberg News.
Eso ha dejado a muchos inversores y centristas con la esperanza de que aún exista la posibilidad de que su candidatura se desmorone rápidamente, despejando el camino para que Freitas resurja. El gobernador, que ha señalado que no se presentará sin el apoyo de Bolsonaro, debe decidir antes de abril si busca la reelección o la presidencia.
Pero Nabhan Garcia, excoordinador de la campaña de Bolsonaro, dijo que estaba sorprendido por la reacción positiva de otro sector crucial: La masiva agroindustria de Brasil, un pilar de la derecha que se ha resistido a apoyar a Lula a pesar de sus esfuerzos por recuperarla.
Ver más: De rosados a cócteles: la evolución del gusto en Brasil impulsa las apuestas de Chandon
García también señaló que Bolsonaro había comenzado la carrera de 2018 muy por detrás en las encuestas, sólo para ganar.
“Flavio tiene una historia de ser muy sensato, y aprendió a negociar”, dijo García. “Es un nombre que podría sorprender”.
Lea más en Bloomberg.com