Bloomberg — La inflación de Brasil a mitad de mes se desaceleró al rango objetivo a principios de noviembre por primera vez desde enero, a medida que la política monetaria restrictiva enfría la demanda.
Ver más: Brasil da por terminado su ciclo de ajustes y anticipa posible recorte de tasas
La inflación anual se redujo al 4,5% en la primera quincena de noviembre, justo por encima de la mediana estimada del 4,48% por los analistas encuestados por Bloomberg. Los precios subieron un 0,20% con respecto al mes anterior, según informó el miércoles la agencia nacional de estadística.
Si bien esto representa un avance para las autoridades, el banco central ha reiterado su deseo de que la inflación vuelva al 3%, punto medio de su rango objetivo. El banco elevó su tasa de interés de referencia en 4,5 puntos porcentuales entre septiembre de 2024 y junio de 2025, hasta el 15%.
El director de política monetaria del banco central, Nilton David, declaró el martes que nuevos aumentos de las tasas de interés ya no forman parte del escenario base. Si la presión inflacionaria continúa disminuyendo, se espera que la próxima medida del banco sea un recorte, aunque el momento aún es incierto, añadió.
Ver más: Economistas recortan pronóstico de tasas en Brasil para 2026
La caída de la inflación, junto con los débiles datos de actividad, “significa que cada vez parece más probable que el Copom inicie su ciclo de flexibilización en enero”, escribió Kimberley Sperrfechter, economista de Capital Economics, en una nota. “Y una vez que comience el ciclo de flexibilización, creemos que es probable que los tipos de interés se reduzcan más de lo previsto para finales del próximo año, hasta el 11,25%”.
Siete de los nueve grupos de productos y servicios encuestados por la agencia nacional de estadística registraron aumentos de precios a principios de noviembre. El mayor aumento se produjo en los gastos personales, que aumentaron un 0,85% mensualmente. Por otro lado, los artículos para el hogar disminuyeron un 0,20% durante el mismo período.
“Este es un informe positivo”, afirmó Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics. “Esto confirma que el fortalecimiento del real brasileño desde mediados de año está limitando la inflación importada, mientras que la menor demanda interna y las condiciones financieras restrictivas siguen controlando las presiones inflacionarias”.
Ver más: Brasil enfrenta presión fiscal pese a un récord histórico de recaudación tributaria
A principios de esta semana, los analistas recortaron sus previsiones de inflación para 2026 del 4,20% al 4,18%, según una encuesta a economistas realizada por el banco central. Existe un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales tanto por encima como por debajo del objetivo del banco central.
Aun así, la preocupación de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva aumente el gasto para reforzar su popularidad antes de las elecciones del próximo año empaña las perspectivas de inflación. El líder izquierdista ganó terreno en las encuestas recientemente tras mejorar sus relaciones con Donald Trump, quien impuso aranceles del 50% a los productos brasileños a principios de este año.
Lea más en Bloomberg.com