Bloomberg Línea — El expresidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, volverá a aspirar al Senado de Colombia, esta vez en medio de un proceso judicial que lo tiene a la espera de una decisión en segunda instancia por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
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Pese a haber sido condenado en primera instancia, el Centro Democrático decidió incluirlo en su lista cerrada al Senado, asignándole el puesto número 25 en lo que busca ser una jugada tanto política como simbólica: reforzar la identidad del partido en torno a su fundador y figura más influyente.
“Nosotros aspiramos a tener 25 senadores, entre otras cosas porque si los temas judiciales se lo permiten, el presidente Álvaro Uribe será el número 25 en la lista. Ese es el único que tenemos fijo ya”, dijo Gabriel Vallejo, director del Centro Democrático.
Según el dirigente, la conformación del resto de la lista tendrá en cuenta factores como la formación académica, la reputación, la honorabilidad, la capacidad de representación regional y la identificación con los principios del partido.
Vallejo subrayó además que la participación de Uribe representa un mensaje de unidad: “El presidente está jugado con el Centro Democrático. Este es el partido de la mano firme del corazón grande”, afirmó, al destacar que el expresidente sigue siendo el referente político de mayor peso dentro de la colectividad.
Una condena histórica
En julio de 2025, la jueza 44 Penal del Circuito de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, declaró culpable al expresidente por fraude procesal y soborno en actuación penal, luego de un proceso que se prolongó por más de una década y en el que se realizaron más de 67 audiencias.
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La togada lo condenó a 12 años de prisión y al pago de una multa de 2.420,5 salarios mínimos mensuales (más de COP$3.445 millones).
El fallo se basó en pruebas como interceptaciones telefónicas de 2018 entre Uribe y su abogado Diego Cadena, admitidas por el Tribunal Superior de Bogotá, y grabaciones entregadas por el testigo Juan Guillermo Monsalve. Uribe fue absuelto del delito de soborno simple.
La defensa del expresidente apeló la decisión y el caso pasó al Tribunal Superior de Bogotá, que deberá emitir un fallo antes del próximo 16 de octubre.
Mientras se resuelve la apelación, el tribunal decidió levantar la orden de prisión domiciliaria impuesta en primera instancia, lo que le permite al expresidente permanecer en libertad y participar activamente en la vida política hasta tanto no haya un fallo definitivo que establezca el alcance de sus derechos como ciudadano y como político.
¿Peso político intacto?
La decisión de postular a Uribe al Senado reabre el debate sobre su papel en la política colombiana.
En 2018, fue el senador más votado del país, con más de 875.000 sufragios, y su nombre sigue siendo un activo electoral de primer orden para el opositor Centro Democrático, incluso en medio de una sentencia judicial en su contra que fue apelada.
El regreso del expresidente al tarjetón legislativo ocurre en un contexto de fragmentación política en el Congreso, donde el gobierno de Gustavo Petro ha enfrentado dificultades para consolidar mayorías y sacar adelante proyectos clave.
Para el Centro Democrático, que ha perdido terreno en los últimos años, la presencia de Uribe en la lista busca reactivar sus bases y reforzar su rol como principal partido de oposición.
Un país polarizado
La figura de Álvaro Uribe sigue siendo uno de los puntos de mayor polarización en Colombia. Para sus seguidores, representa la firmeza en la lucha contra la guerrilla y la seguridad democrática que marcó su gobierno (2002-2010).
Para sus críticos, es el símbolo de los excesos y de una cultura política marcada por el clientelismo. los casos de corrupción y los presuntos vínculos con grupos redes cuestionadas.
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Su aspiración al Senado, en medio de un proceso judicial que podría derivar en una condena definitiva, añade un elemento de incertidumbre a la política colombiana en el año previo a las elecciones de 2026.
Mientras tanto, su partido lo respalda sin titubeos, apostando a que su nombre siga siendo capaz de arrastrar votos y marcar la agenda del debate nacional.
La decisión final del Tribunal Superior de Bogotá decidirá no sólo el futuro judicial del expresidente y ahora la conformación de la lista de aspirantes al Congreso de parte del Centro Democrático.
La candidatura de Uribe confirma, dos décadas después de su llegada al poder, que su figura sigue ocupando un lugar central en el espectro político de la derecha, en especial en el partido Centro Democrático, que en 2013 él fundó.