Hogares dirigidos por mujeres son más pobres y el panorama se acentúa en zonas urbanas

Entre 2023 y 2024 alrededor de 1.267.000 colombianos salieron de la pobreza, pero las desigualdades de género y territoriales continúan.

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Bloomberg Línea — Si bien entre 2023 y 2024 alrededor de 1.267.000 colombianos salieron de la pobreza y 420.000 superaron la pobreza extrema, las desigualdades de género y territoriales continúan.

Los hogares dirigidos por mujeres presentan 40% más pobreza y 80% más pobreza extrema que los dirigidos por hombres en zonas urbanas, mientras que en zonas rurales la diferencia es del 20% y 40%, respectivamente y de acuerdo con cifras del Dane.

Los hogares rurales con jefatura femenina son 40% más pobres que sus equivalentes urbanos, e inciden 120% más en la pobreza extrema a comparación de los hogares urbanos dirigidos por mujeres.

La pobreza monetaria abarca a todos los colombianos que mensualmente tienen ingresos mensuales iguales o inferiores a la línea de pobreza monetaria, aquel umbral que garantiza alimentación, vivienda y otros artículos de primera necesidad. Lo que corresponde a COP$460.198.

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Y la pobreza monetaria extrema hace referencia a todos los colombianos que mensualmente tienen ingresos mensuales iguales o inferiores a la línea de pobreza monetaria, es decir el monto mínimo que garantiza el consumo de subsistencia diario, de 2.100 calorías (equivalente a COP$227.220).

Las divergencias anteriores, de acuerdo con un informe de ANIF, son consecuencia, principalmente, de los problemas estructurales del mercado laboral colombiano.

“No es desconocida la dificultad que enfrentan las mujeres para acceder al mercado laboral, bien sea por sesgos propios o por paradigmas sociales, la predominancia del trabajo doméstico y cuidado no remunerado a cargo de las mujeres", dice el centro de pensamiento.

A lo que agrega las altas tasas de subocupación de estas y la prevalencia del trabajo agrícola mayoritariamente a cargo de los hombres.

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Estas dificultades se traducen en barreras para recibir ingresos y salir de la pobreza. En definitiva, concluye ANIF, la disminución de la pobreza y la pobreza extrema trae consigo buenas nuevas y resalta la necesidad de mantener políticas encaminadas a la erradicación de la pobreza.

Sin embargo, los resultados reflejan algunos matices, particularmente en poblaciones vulnerables, donde las mujeres rurales hacen parte de este grupo.