¿Por qué no cantar victoria con el precio de los alimentos en Colombia?

La inflación de alimentos se ha moderado respecto a los niveles vistos hace un año, sin embargo, algunos factores podrían frenar la caída en los precios, ¿cuáles?

¿Por qué no cantar victoria con el precio de los alimentos en Colombia?
09 de mayo, 2023 | 01:00 AM

Bogotá — La inflación anual de Colombia duró más de 20 meses con tendencia alcista hasta marzo. En abril el indicador se ubicó en 12,82% anual, una reducción frente al histórico visto en los últimos meses cuando superó el 13%. Los alimentos han sido clave en la moderación de los precios y aunque se espera que sigan esa tendencia en lo que resta de año, algunos factores podrían frenar su descenso.

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¿Por qué no cantar victoria con el precio de los alimentos en Colombia?

Aunque el presidente Gustavo Petro celebró que la inflación mensual de los alimentos haya sido de -0,07% en abril, lo que pase después de mitad de año con el Fenómeno del Niño (sequías), con el aumento de los precios del ACPM y la volatidlidad del dólar podría impactar la moderación de los precios de los alimentos.

Antes de entrar en otros detalles, cabe mencionar que la inflación anual en los alimentos ha empezado a moderarse por un efecto de base estadística. Dado que hace un año los precios de este rubro estaban altos, así el ajuste sea pequeño ahora, la cifra luce mejor comparativamente. No hay que olvidar que el año pasado la temporada de lluvias y el conflicto Ucrania-Rusia tuvo fuertes impactos en los alimentos, factores que tienen menos peso hoy en día.

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Por poner un ejemplo a lo anterior, el año pasado los alimentos llegaron a superar la inflación anualizada del 25% y en abril de este año se ubicaron en 18,47%.

“Los precios de los alimentos no caerán, lo que pasa es que la inflación será menor. Se desacelerará la inflación anual, seguramente de un mes para otro vamos a tener inflación de alimentos negativa, pero la inflación anual que es la que al final la gente ve, seguirá alta, al menos hasta la última parte del año cuando esperamos que la inflación de alimentos llegue a ser de un dígito”, dijo Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.

Para David Cubides, director de investigaciones económicas de Alianza Valores, si bien se espera que la inflación de los alimentos siga moderándose respecto a los niveles de hace un año, toca ver qué sucede con los precios de los alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas en el último trimestre del año por la entrada en vigencia de los ajustes que se hicieron con la reforma tributaria.

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Además, toca ver qué pasa con los precios del ACPM que se planean ajustes desde el segundo semestre del año, lo cual podría generar presión alcista, sin embargo, “es tan alto el efecto base que es muy probable que pese a estos otros factores, empecemos a ver caídas importantes en el rubro de alimentos que pesa cerca del 15% y por consiguiente, moderaciones en restaurantes y hoteles que puede pesar cerca del 10%”, resaltó Cubides.

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Según Andrés Langebaek, director de estudios económicos del Grupo Bolívar, la inflación de alimentos sí viene en descenso y deberá seguir. “Las razones: el mercado. Cuando los precios son altos, hay incentivos a producir, entonces, eso ha ayudado especialmente en ciertas legumbres que es donde estamos viendo más oferta. También ha ayudado que tuvimos un efecto prolongado de lluvias y este año se ha moderado bastante, sigue lloviendo, pero las precipitaciones son más bajas que el año pasado cuando había demasiadas lluvias y no se podía sembrar”.

De acuerdo con Germán Machado, docente de economía en la Universidad de los Andes, a pesar de la alta probabilidad de que haya sequías después de junio, “en realidad las cifras históricas en Colombia demuestran que el comportamiento del dólar es un factor mucho más importante para explicar el comportamiento del precio de los alimentos, dado que buena parte de los insumos e incluso el 30% del total de alimentos son importados al país”.

“En ese sentido, como se espera una caída de la tasa de cambio para la segunda parte del año, ese efecto prevalecería sobre el posible Fenómeno del Niño. Sin embargo, si la tasa de cambio no empieza a caer, será difícil que la tendencia bajista continúe en el segundo semestre”, añadió el docente.

Para complementar lo anterior, vale decir que “si las condiciones económicas permiten una relajación en la política monetaria de la Fed y si las reformas económicas locales se moderan en su paso por el Legislativo, anticipamos una apreciación de la divisa colombiana para el cierre de 2023, que situaría el tipo de cambio entre los $4.150 y $4.400″, explicó recientemente a Bloomberg Línea Diego Gómez, analista de contexto externo y mercado cambiario de Corficolombiana.

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Los pobres y vulnerables siguen siendo los más afectados

Aunque la inflación tiene impacto en el bolsillo de todos los colombianos, lo hace aún con mayor magnitud en el de los hogares pobres y vulnerables que, respecto al nivel de sus ingresos, deben destinar una proporción más alta para poder comprar lo mismo que antes.

Los datos del Dane muestran que en términos anuales, la inflación sigue afectando principalmente a los hogares con menores ingresos. Mientras que la inflación del total nacional fue de 12,82% en abril, la de las familias vulnerables y pobres fue de 13,16% y 12,98%, respectivamente. La de la clase media y alta fue de 12,83% y 12,58%, respectivamente.

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Ahora bien, la situación cambia cuando se mira la inflación mensual o de año corrido. En esta, los hogares ricos y de clase media tienen el indicador más alto que las familias pobres y vulnerables.

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Según explicó Piedad Urdinola, directora del Dane, cuando presentó los resultados de la inflación, lo anterior se debe a que para los hogares pobres pesan más en su canasta los alimentos que los combustibles y para los ricos es al contrario. Esto es importante si se tiene en cuenta que en este momento los precios de los alimentos han cedido, mientras que el de los combustibles han subido para ir cerrando el hueco que se ha creado en el fondo público que subsidia la gasolina y el ACPM.

El alza más reciente fue de $600 en el galón de gasolina, el más alto en la era Petro. Con este aumento, el galón quedará a un valor promedio de las 13 principales ciudades del país, de $11.767 en mayo.

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Hay que tener presente que Ricardo Bonilla, nuevo ministro de Hacienda, ha manifestado que mantener los subsidios a la gasolina es un riesgo para poder cumplir con la regla fiscal.

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Incluso, en sus primeros pronunciamientos como titular de la cartera financiera, Bonilla ha señalado que los precios de los combustibles deben seguir subiendo hasta alcanzar un valor alrededor de los $16.000 por galón.

Así las cosas, se espera que en lo que resta de 2023 el alza de los precios en la gasolina continúe y después de mitad de año se revisen los ajustes en el ACPM, que deberían subir casi $9.000 para cerrar la diferencia que se tiene con los precios internacionales.