Bloomberg Línea — El Consejo de Estado cubano nombró esta semana a Jesús Otamendiz Campos como nuevo ministro de Trabajo y Seguridad Social, en sustitución de Marta Elena Feitó Cabrera, quien renunció al cargo tras afirmar que en la isla no hay mendigos.
Ver más: Ministra de Trabajo cubana renuncia tras negar existencia de mendigos en la isla
El ascenso de Otamendiz, quien fungía como vicegobernador Provincial de La Habana, fue propuesto por el presidente Miguel Díaz-Canel y aprobado por el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, como parte de los mecanismos habituales de designación en el gobierno cubano.
Otamendiz, de 50 años, es licenciado en Derecho, doctor en Ciencias Pedagógicas y cuenta con un diplomado en Administración Política, según el perfil divulgado por el MTSS. A lo largo de su carrera, ha ocupado diversas responsabilidades políticas y administrativas desde niveles locales hasta nacionales.
Su trayectoria comenzó como instructor de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en el municipio Cerro, de La Habana, y luego promovido a miembro del Buró, hasta posteriormente convertirse en Primer Secretario de esa organización en el propio municipio.
En 2005 fue promovido a Jefe del Departamento de Organización del Comité Provincial de la UJC en La Habana, donde se mantuvo hasta 2008, cuando fue designado Jefe del Programa de Trabajadores Sociales de la capital, responsabilidad que desempeñó hasta 2012, momento en que el Programa se integró al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Dentro de este organismo fungió como Director de Formación y Desarrollo, Director de Empleo, Viceministro y, en 2021, fue ascendido a Viceministro Primero hasta 2023, cuando fue nombrado Vicegobernador Provincial de La Habana.
Reto inmediato
Aunque la designación de Otamendiz no fue presentada como resultado de una crisis, su nombramiento llega tras semanas de críticas públicas por los comentarios de Feitó Cabrera durante una sesión parlamentaria en julio, donde negó la existencia de la indigencia en el país. En Cuba “no hay mendigos, solo personas disfrazadas como tales”, dijo entonces.
En redes sociales, medios y usuarios compartieron imágenes y testimonios que muestran la realidad de muchos cubanos en situación de calle, en contraste con las palabras de la exministra.
La controversia provocó reacciones del propio Díaz-Canel, del primer ministro Manuel Marrero y de otras autoridades, que se vieron obligados a tomar distancia de los pronunciamiento.
Finalmente, el 15 de julio, su solicitud de renuncia fue sometida por el Buró Político y del Consejo de Estado, “donde se acordó su liberación, a partir de la falta de objetividad y sensibilidad con que abordó temas que centran hoy la gestión política y gubernamental, enfocada en atender fenómenos reales y nunca deseados por nuestra sociedad".
La política del gobierno comunista hacia los “deambulantes”, el término utilizado por el oficialismo para referirse a personas en situación de mendicidad, ha sido objeto de debate en los últimos meses.
En abril. la gobernadora de Matanzas, Marieta Poey Zamora, instó a erradicar la indigencia mediante operativos multisectoriales, una medida que incluía la participación de trabajadores sociales, autoridades del Ministerio de Interior y otras entidades estatales.
Incluso antes, en marzo, la magistrada del Tribunal Supremo Popular, Isabel Acosta Sánchez, había propuesto utilizar el Código Penal como herramienta para enfrentar la mendicidad.
