Ciudad de México — El entorno competitivo con gigantes minoristas tradicionales y un mercado acotado son algunas de las barreras que, de acuerdo con especialistas, enfrentó el supermercado digital Jüsto.
La startup mexicana anunció el 15 de diciembre su cierre en el país después de seis años en operación en los que recabó más de US$300 millones con la intención de expandir su negocio y consolidar su propuesta.
“Hay muchas aristas, en términos simples, no logras alcanzar el volumen necesario para ser rentable en un periodo aceptable”, dijo en entrevista Carlos Hermosillo, analista independiente de consumo.
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Esto a su vez es resultado de factores como el fuerte poder de compra de grandes competidores minoristas como Walmart ante los proveedores, con lo que pueden obtener precios más bajos; el costo de las instalaciones donde se almacenan los productos y la logística que conlleva, así como los usos y costumbres del consumidor mexicano, comentó.
Pablo Lascurain, fundador de inDIP y del fondo de venture capital DSV10, mencionó que en la década pasada, cuando apuestas digitales como Cornershop arribaron a México, los autoservicios tradicionales exploraron el canal de e-commerce, pero encontraron que la contribución de los pedidos en línea fue pequeña en comparación con lo que representa abrir una nueva tienda. “El esfuerzo necesario no reditúa contra lo que ven en tienda”, dijo.
Jüsto se mantuvo a flote más tiempo que otros supermercados digitales como la colombiana Merqueo, que salió de México en 2022 y Jokr, que dejó el país en febrero de 2023.
A los desafíos se sumó el tamaño del mercado en México. Aunque la pandemia de COVID-19 impulsó la digitalización y el e-commerce sigue creciendo en el país, con nueve de cada 10 internautas que ha realizado alguna compra en canales digitales en el último año, según el Estudio de Venta Online 2025 de la AMVO, la penetración no es igual entre categorías.
Por ejemplo, mientras seis de cada 10 compradores digitales adquieren artículos de la categoría de moda, la más popular en el comercio electrónico, tres de cada 10 compran artículos de categorías como productos para el cuidado del hogar y alimentos en la despensa.
“La demanda simplemente no está ahí ahora”, dijo Carlos Hermosillo, quien agregó que el hábito de ir al súper todavía está muy arraigado en México.
Pablo Lascurain mencionó que otro reto para los participantes digitales se relaciona con tener un catálogo tan amplio como el de un supermercado para cumplir efectivamente con la propuesta de valor de hacer el súper en línea, ya que de lo contrario el cliente termina por acudir a una tienda física por los artículos faltantes.
El fundador de Jüsto, Ricardo Weder, dijo en una entrevista con Bloomberg Línea en 2022, que su competencia no eran las startups sino los supermercados tradicionales, refiriendo que estaban enfocados en que sus clientes pudieran comprar toda su lista de supermercado, incluyendo perecederos.
Dentro de la AppStore, la tienda de aplicaciones para usuarios de Apple, la plataforma de Jüsto acumuló, en los últimos meses, reseñas con baja calificación (una o dos estrellas de cinco posibles), donde algunos usuarios refirieron que recibieron pedidos incompletos o retrasos en la entrega.
Jüsto no ahondó en los motivos que llevaron al fin de su negocio en México, pero en el mensaje publicado en el sitio de la empresa mencionó que la decisión obedece a factores financieros, operativos y estratégicos.
Bloomberg Línea consultó a Jüsto tras dar a conocer su decisión de cierre, pero no obtuvo respuesta.
