Bloomberg — El presidente Donald Trump elogió la cooperación entre Estados Unidos, Canadá y México en el sorteo del Mundial celebrado el viernes, incluso cuando las preocupaciones sobre las políticas comerciales y migratorias de Norteamérica amenazan con eclipsar el torneo mundial de fútbol del próximo año, organizado por los tres países vecinos.
Ver más: Sheinbaum sostendrá breves reuniones con Trump y Carney previo al sorteo del Mundial 2026
“Hemos trabajado estrechamente con esos dos países, y la coordinación, la amistad y la relación han sido excepcionales”, declaró Trump a los asistentes. “Creo que van a tener un evento como tal vez el mundo nunca ha visto”.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro canadiense, Mark Carney, también asistieron al sorteo en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas en Washington, y el trío apareció en el escenario para dirigirlo.
Se esperaba que se reunieran brevemente en privado con Trump el martes, y el líder estadounidense dijo a los periodistas antes del evento que planeaba abordar el comercio y la inmigración en las conversaciones.
Trump elogió en gran medida a sus colegas líderes, a pesar de que en las últimas semanas criticó a Canadá por su oposición a su régimen arancelario y a México por sus políticas migratorias y antinarcóticos.
“Hemos tenido una relación tremenda”, dijo Trump.
El deslumbrante espectáculo asigna los enfrentamientos de los países participantes que se jugarán en las ciudades anfitrionas de los tres países. Esto se convirtió en otra oportunidad para que Trump dejara su huella en el torneo, ya que el organismo rector internacional, la FIFA, ha hecho todo lo posible para congraciarse con el presidente.
A Trump se le concedió un espacio para hablar en público para recibir el recién creado premio de la paz de la FIFA, otorgado al presidente tras perder su codiciado Premio Nobel de la Paz. Trump lo calificó como “uno de los grandes honores de mi vida”.
Incluso algunos de los artistas musicales seleccionados para actuar en el sorteo —Andrea Bocelli y Village People— son los favoritos de Trump.
El Mundial promete atraer a un gran número de espectadores y aficionados internacionales a Norteamérica, y los organizadores han afirmado que esperan grandes beneficios para las 16 ciudades anfitrionas, 11 de las cuales se encuentran en Estados Unidos.
Sin embargo, los planes de los organizadores de dar la bienvenida a los aficionados de todo el mundo se han topado de frente con la ofensiva migratoria de la administración Trump, que ha incluido redadas de alto perfil realizadas por agentes enmascarados, restricciones de viaje a Estados Unidos y una acalorada retórica contra los migrantes.
El equipo de Trump ha expresado su confianza en que las medidas, incluyendo un proceso de visado acelerado para los aficionados, aliviarán las preocupaciones sobre la llegada a Estados Unidos. Sin embargo, los críticos han afirmado que las acciones y el mensaje de la administración sobre inmigración ya han destrozado el espíritu de unidad global que se supone que representa el Mundial.
En junio, Estados Unidos restringió la entrada a viajeros de 19 países, y esta semana endureció aún más las restricciones migratorias tras el tiroteo de dos miembros de la Guardia Nacional a manos de un ciudadano afgano. Trump también ha amenazado con trasladar los partidos de la Copa Mundial fuera del área de Boston si considera que la ciudad, gobernada por los demócratas, no es segura, aunque declaró a la prensa el viernes que no quería hacerlo y que creía que podría abordar cualquier problema. Los partidos se celebrarán en el suburbio de Foxborough.
Si bien el evento requerirá una estrecha coordinación entre los tres países anfitriones, Trump está enfrentándose a Canadá y México en cuestiones de comercio, inmigración y seguridad nacional. El presidente ha considerado abiertamente lanzar ataques contra los cárteles de la droga en México y convertir a Canadá en el estado número 51 de EE. UU. Recientemente, amenazó con retirarse del pacto comercial de América del Norte que negoció durante su primer mandato.
La presencia de Trump
El presidente ha estado muy involucrado en la planificación y promoción del próximo torneo, recibiendo frecuentemente al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en la Casa Blanca. La organización abrió una oficina en la Torre Trump en junio.
Trump creó un grupo de trabajo para la Copa Mundial para gestionar los desafíos logísticos y de seguridad que rodean la principal vitrina del fútbol internacional, y se autoproclamó presidente. Andrew Giuliani, hijo de Rudy Giuliani, aliado de Trump, es el director ejecutivo del panel.
Cuarenta y dos de los 48 países clasificados ya están clasificados para la Copa Mundial, y las eliminatorias de marzo determinarán las seis plazas finales. Durante el sorteo, la FIFA dividirá a los 42 equipos y a los seis equipos que aún no han clasificado en 12 bombos de cuatro equipos cada uno.
Estados Unidos, como país anfitrión, obtiene una ventaja significativa como primer cabeza de serie en su bombo, al igual que los otros dos anfitriones, Canadá y México. Los otros nueve primeros cabezas de serie son las naciones mejor clasificadas del mundo: España, Argentina, Francia, Inglaterra, Brasil, Portugal, Bélgica, Alemania y Países Bajos.
La selección masculina de Estados Unidos, 14.ª del mundo, nunca ha ganado una Copa Mundial. Su mejor resultado fue un tercer puesto en el primer torneo en 1930. La selección femenina de Estados Unidos, en cambio, es la más exitosa de la historia, con cuatro victorias en la Copa Mundial.
El sorteo en el Kennedy Center se produjo meses después de que Trump destituyera al liderazgo bipartidista del centro cultural por las críticas a lo que él llamó una programación “consciente” y nombrara a aliados en su lugar, además de a él mismo como presidente de la junta directiva.
El evento fue copresentado por el comediante Kevin Hart, la supermodelo y personalidad televisiva Heidi Klum y el actor y productor Danny Ramírez. Contó con actuaciones en vivo de músicos como Robbie Williams y Nicole Scherzinger, entre otros artistas.
El presidente ha utilizado frecuentemente el deporte como plataforma para promocionar su propia imagen y políticas.
Asistió a la final del Mundial de Clubes de 2025 y subió al escenario para la ceremonia de entrega de trofeos con los ganadores. Trump invitó a la estrella portuguesa Cristiano Ronaldo a una cena de gala con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, y recibió al poderoso club italiano Juventus en la Casa Blanca a principios de este año. Trump también ha aparecido en el Super Bowl, la Ryder Cup, la Daytona 500, el Campeonato Abierto de Tenis de Estados Unidos, así como en múltiples peleas de la UFC, un juego de los Yankees de Nueva York y el campeonato de lucha libre de la NCAA.
Lea más en Bloomberg.com
