Cómo el sorteo del Mundial derivó en una inédita reunión entre Trump, Sheinbaum y Carney

Los líderes de los países anfitriones que conforman uno de los bloques comerciales más grandes del mundo compartieron escenario ante millones de personas y luego se reunieron a puertas cerradas en Washington DC; el mensaje al público incluso incluyó una selfie “improvisada”.

Por

Bloomberg Línea, de Washington DC — La escena parecía un guion para demostrar armonía.

En el escenario del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas en Washington, D.C., la presidenta de México, Claudia Sheinbaum; el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, intercambiaron sonrisas, compartieron comentarios agradables sobre las atracciones del espectáculo y posaron uno al lado del otro frente a una pantalla que anunciaba el inicio de la Copa Mundial de 2026.

Incluso hubo espacio para una selfi improvisada que tomó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con los tres líderes en el escenario tras la participación sorpresa, en la que cada uno dibujó el nombre de su respectivo país; una “sorpresa” en la versión oficial para la prensa y el público, dado que no estaba incluida en el protocolo publicado inicialmente sobre los actos previstos para la ceremonia.

Ver más: La falta de ‘sabor latino’ resuena en el sorteo del Mundial 2026

También hubo espacio para las interacciones captadas por fotógrafos y camarógrafos, quienes parecían querer transmitir un mensaje de cercanía y entendimiento entre los tres líderes, desde su llegada al evento hasta las actuaciones musicales.

Sin embargo, tras bastidores, la reunión inaugural entre los líderes de los países anfitriones del Mundial del próximo año cargó con el peso de los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense, las incertidumbres sobre el tratado de libre comercio T-MEC y las dudas sobre hasta dónde está dispuesta a llegar la FIFA para complacer a la líder de la Casa Blanca.

Una reunión a puerta cerrada el viernes por la tarde (5), que, según fuentes del gobierno canadiense, duró unos 50 minutos y no contó con la presencia de asesores, marcó las primeras conversaciones cara a cara entre Trump y Sheinbaum, y las primeras conversaciones privadas entre Trump y Carney desde que el presidente interrumpió las negociaciones comerciales con Canadá en octubre.

Previamente, Trump y el presidente de la FIFA llegaron juntos a la alfombra roja del evento del viernes, en una capital estadounidense envuelta en nieve y temperaturas bajo cero, que prácticamente pusieron fin a cualquier manifestación popular.

Antes del inicio del sorteo, la FIFA entregó a Trump el llamado “Premio de la Paz - El Fútbol Une al Mundo”, creado este año para reconocer acciones que promueven el diálogo a escala global.

El presidente estadounidense subió al escenario, se colocó la medalla que le fue entregada y les dio las gracias, afirmando que este premio “es realmente uno de los mayores honores” que ha recibido en su vida.

La FIFA justificó la elección de Trump basándose en su labor diplomática en diferentes frentes desde su regreso a la Casa Blanca.

En su discurso, Infantino afirmó que Trump ayudó a salvar “millones de vidas” en todo el mundo.

Ver más: Así quedaron en el Mundial 2026 los grupos donde juegan Messi y Cristiano

La decisión generó críticas de organizaciones de derechos humanos y algunos medios de comunicación, que señalaron un supuesto contraste entre el premio y la escalada de tensiones por la política migratoria de su administración y la persecución de inmigrantes ilegales en territorio estadounidense.

Trump agradeció y elogió la tradición y el alcance del fútbol, ​​incluso mayor —reconoció— que el del fútbol americano, tanto a nivel local como global.

En cuanto a las relaciones con sus vecinos, Trump siguió una línea igualmente diplomática, afirmando que su relación de trabajo con México y Canadá es “excelente” y de “estrecha colaboración, coordinación y amistad”.

En el escenario del Centro Kennedy, tanto el líder estadounidense como los líderes de México y Canadá tuvieron la oportunidad de expresar sus opiniones sobre el impacto y el simbolismo del torneo para sus respectivas naciones.

Sheinbaum como anfitriona

En la inauguración del evento, Claudia Sheinbaum destacó que México será sede de un Mundial por tercera vez (después de 1970 y 1986) y citó la tradición del país con el fútbol desde los juegos de pelota en la época precolombina.

Pero también reiteró lo que describió como una característica de su gobierno: buscar mejorar las condiciones laborales de los mexicanos; una de sus acciones más recientes consiste en la reducción gradual de la semana laboral en su país de 48 a 40 horas. La presidenta presentó el torneo como una oportunidad para incrementar el flujo turístico y la inversión, y mencionó la preparación de ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey para albergar los partidos.

Tras el sorteo, Sheinbaum afirmó que la reunión con Trump y Carney fue “excelente” y “productiva”, y que los tres países seguirán trabajando juntos en temas como comercio, migración y seguridad.

Ver más: Dólar y Mundial: así cambia el costo de viajar a EE.UU. para alentar a Argentina en 2026

La presidenta de la segunda economía más grande de América Latina indicó que México pretende preservar el acceso preferencial al mercado estadounidense, manteniendo al mismo tiempo sus propias posturas en áreas como política social y energética.

Carney y la postura canadiense

El primer ministro de Canadá, Mark Carney, quien asumió el cargo en marzo de este año, aprovechó su intervención en la reunión para afirmar que la Copa Mundial conjunta es un ejemplo de cooperación entre Canadá, Estados Unidos y México.

El primer ministro afirmó que el gobierno canadiense pretende utilizar el torneo para fortalecer los lazos comerciales y turísticos y defendió el mantenimiento de reglas claras para el flujo de bienes y servicios en América del Norte. Canadá se enfrenta al impacto directo de los aranceles estadounidenses sobre el acero, la madera, los automóviles y los productos agrícolas, en un momento en que las cadenas de producción transfronterizas son cada vez más sensibles a los cambios regulatorios.

La estrategia del país más septentrional del continente ha consistido en combinar el acercamiento político con la Casa Blanca y la defensa pública de la importancia del T-MEC para las empresas y los trabajadores canadienses.

Bailando al son de “YMCA”

A lo largo del día, Trump aprovechó breves interacciones con la prensa para afirmar que se “lleva muy bien” con Sheinbaum y Carney y que hablaría de comercio con ambos durante la reunión en Washington.

El presidente estadounidense volvió a hablar sobre la posibilidad de revisar el acuerdo comercial T-MEC si no consigue nuevos compromisos de sus socios, manteniendo la amenaza de retirarse del acuerdo como táctica de presión.

Ver más: Trump elogia la relación con México y Canadá en el sorteo del Mundial 2026

El cierre de la rifa estuvo marcado por una actuación musical que incluyó “YMCA”, una canción asociada a los mítines de Trump durante varios años.

Las imágenes oficiales del evento mostraron al presidente bailando en el escenario e interactuando con Sheinbaum y Carney durante la canción, todos ya en las gradas del Kennedy Center, repitiendo gestos vistos en la campaña electoral de 2024.