Científicos temen por la salud materna tras comentarios de Trump sobre el paracetamol

Los comentarios, realizados junto al secretario de Sanidad, Robert F. Kennedy Jr., un viejo crítico de la medicina convencional, pusieron nerviosos a médicos y farmacéuticos.

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Bloomberg — El llamamiento del presidente Donald Trump para que las mujeres embarazadas eviten el Tylenol está suscitando duras críticas por parte de investigadores que afirman que el consejo ignora décadas de pruebas y podría poner en peligro a madres y bebés.

En un acto celebrado el lunes en la Casa Blanca, Trump relacionó el paracetamol, el ingrediente activo del Tylenol, con el autismo y animó a las mujeres a aguantar la fiebre. Los comentarios, realizados junto al secretario de Sanidad, Robert F. Kennedy Jr., un viejo crítico de la medicina convencional, pusieron nerviosos a médicos y farmacéuticos.

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Mady Hornig, médico-científico neoyorquino que lleva 25 años estudiando los factores de riesgo relacionados con el embarazo para el autismo y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, dijo que el mensaje de la Casa Blanca tergiversa la ciencia en torno al paracetamol, también conocido como acetaminofén en Europa y otros lugares.

“Parecía que habían indicado que había pruebas de que prolongar la fiebre es algo bueno”, dijo Hornig, científico visitante en los Institutos Feinstein de Investigación Médica, Northwell Health, en una entrevista. “Es una desinformación asombrosa”.

Tanto Trump como Kennedy han tratado de cuestionar las directrices y prácticas sanitarias, a veces basándose en pruebas escogidas al azar. El líder estadounidense también tiene un historial de promoción de teorías médicas infundadas.

El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos calificó de “irresponsable” el último consejo sobre el paracetamol, mientras que la Academia Americana de Pediatría también dijo que tergiversar la ciencia hace un “flaco favor” a los autistas. La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido dijo que no hay pruebas de que el paracetamol cause autismo y afirmó que sigue siendo seguro durante el embarazo.

Riesgo genético

La investigación de Hornig, basada en el Estudio noruego de cohortes de madres, padres e hijos de más de 100.000 familias, descubrió que las fiebres moderadas o altas en el embarazo estaban relacionadas con un riesgo elevado de autismo, especialmente en el segundo trimestre.

“Descubrimos que había aproximadamente un 40% más de riesgo de autismo sin paracetamol”, dijo. “Eso disminuía sustancialmente con el uso de paracetamol”.

Subrayó que la fiebre en sí misma, y no un único fármaco, es un factor clave.

“Está claro que la fiebre no mitigada, sobre todo cuando es de un nivel moderado o superior, es algo que repercute en la descendencia para aumentar el riesgo de autismo”, dijo. “Permitir que las mujeres tengan incluso una fiebre modesta durante el embarazo, que de por sí puede causar daños potenciales y está asociada en muchos estudios con el riesgo, es muy preocupante”.

En un trabajo preliminar no publicado, el equipo de Hornig también vio indicios de que el paracetamol tomado para el dolor puede conllevar riesgos diferentes. “Parece haber algún patrón que sugiere que, para el dolor, quizá no sea el fármaco que se debe utilizar”, añadió, aunque advirtió que los hallazgos necesitan más estudio.

Un pequeño número de mujeres declararon haber utilizado ibuprofeno para la fiebre durante el embarazo. Ninguno de sus hijos desarrolló autismo, aunque Hornig subrayó que las cifras eran demasiado pequeñas para sacar conclusiones.

Los hallazgos subrayan lo que los científicos llevan mucho tiempo diciendo: el autismo no tiene una única causa. La genética, el momento y el entorno interactúan, dijo Hornig, citando factores como las diferencias de edad entre los padres, la exposición al humo de los incendios forestales y a metales pesados, los cambios inmunológicos estacionales y las infecciones que desencadenan la fiebre.

“La idea de que va a ser una causa singular es realmente temeraria, y no concuerda con las cosas que sabemos”, afirmó.

Hornig también instó a una mayor precisión en la investigación. Las diferencias genéticas comunes en las enzimas que ayudan a descomponer el paracetamol pueden influir en la seguridad con la que una mujer embarazada puede metabolizar el fármaco. Algunos laboratorios están analizando el meconio de los recién nacidos en busca de subproductos tóxicos del metabolismo del paracetamol, un biomarcador potencial que podría guiar decisiones más seguras en el futuro.

“Nuestras futuras generaciones merecen un enfoque personalizado que tenga en cuenta el riesgo genético, las exposiciones ambientales y las alternativas más seguras”, afirmó.

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Por ahora, dijo, el contexto importa. El paracetamol sigue siendo ampliamente recomendado porque la aspirina conlleva un riesgo de síndrome de Reye y el ibuprofeno no se considera seguro en etapas posteriores del embarazo. Pero Hornig advirtió de que desaconsejar por completo el tratamiento, especialmente con virus respiratorios como la gripe y el Covid-19 aún circulando, podría dejar a las mujeres en una situación vulnerable.

La vacunación antes y durante el embarazo, cuando está indicada, sigue siendo una de las mejores salvaguardias contra las infecciones que desencadenan fiebre, añadió.

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