Bloomberg — La administración Trump está reteniendo la aprobación para varias grandes petroleras occidentales que buscan operar en Venezuela, aumentando la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, incluso cuando Chevron Corp (CVX) tiene permiso para trabajar allí, según personas familiarizadas con el asunto.
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La pausa se centra en las empresas no estadounidenses, dejando en el limbo a compañías como la española Repsol SA, la italiana Eni SpA y la francesa Maurel & Prom, dijeron las personas, que solicitaron el anonimato por tratarse de un asunto privado. Esto subraya un delicado acto de equilibrio en Washington, ya que los funcionarios sopesan consideraciones geopolíticas, financieras y energéticas contrapuestas. El mes pasado, el Departamento del Tesoro concedió la aprobación para que Chevron reanudara la producción y exportación de petróleo venezolano.
El presidente Donald Trump ha adoptado una postura dura contra Maduro, pero también está tratando de mantener a raya los precios de la energía, incluso mientras presiona a Irán para que ponga fin a su programa nuclear y a Rusia para que ponga fin a la guerra en Ucrania. A finales del mes pasado, el Departamento del Tesoro impuso a Teherán sus sanciones más amplias en siete años.
La política de Washington hacia el petróleo venezolano ha fluctuado drásticamente en los meses transcurridos desde que Trump volvió al poder, con el secretario de Estado Marco Rubio entre los que abogan por un enfoque de línea dura, mientras que el enviado especial Richard Grenell ha respaldado una estrategia más receptiva a los intereses empresariales estadounidenses.
El Departamento del Tesoro declinó hacer comentarios inmediatamente, y el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca no respondieron a las peticiones de comentarios. Repsol, Eni y Maurel & Prom no respondieron a las solicitudes de comentarios.
--Con la colaboración de Daniel Flatley.
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