Bloomberg — Lululemon Athletica Inc. (LULU) dijo que el CEO Calvin McDonald renunciará mientras la costosa marca de ropa de yoga busca reactivar el crecimiento en medio de la presión de la competencia emergente y su fundador.
McDonald dejará la empresa a finales de enero, y la compañía está buscando un sustituto. La presidenta del consejo de administración, Marti Morfitt, asumirá un papel más amplio como presidenta ejecutiva. Mientras Lululemon busca un nuevo alto ejecutivo, la directora financiera, Meghan Frank, y el director comercial, André Maestrini, actuarán como codirectores ejecutivos interinos.
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Por separado, la empresa elevó sus perspectivas para todo el año. Lululemon ve ahora los ingresos netos en un rango de casi US$11.000 millones a casi US$11.050 millones, por encima de la orientación anterior.
Las acciones subieron un 10% a las 5:50 p.m. en las operaciones posteriores a la apertura del mercado en Nueva York. En lo que va de año hasta el cierre del jueves, las acciones han caído más de un 50%. Las acciones de Lululemon subieron un 37% durante el mandato de McDonald, a partir de 2018, en comparación con una ganancia del 142% en el índice S&P 500 durante el mismo periodo.
El crecimiento de Lululemon se ha desacelerado en los últimos trimestres y se espera que esta tendencia continúe, según estimaciones de los analistas, lo que pone de relieve los crecientes desafíos que enfrenta la empresa. El crecimiento de las ventas se encuentra cerca de su nivel más bajo desde que la compañía salió a bolsa en 2007, ya que Lululemon, creadora en gran medida de la categoría de ropa deportiva y conocida por sus leggings de alta gama, se enfrenta a una feroz competencia de empresas emergentes de menor precio, como Alo Yoga y Vuori.
La salida de McDonald se produce tras la presión del multimillonario fundador y accionista Chip Wilson, que ha pedido cambios en el consejo de administración y un enfoque renovado en los productos.
Neil Saunders, director general de GlobalData, dijo que el desempeño decepcionante de Lululemon es el resultado de un mercado más débil para los productos deportivos, una competencia creciente y la incapacidad de diferenciar sus productos de las marcas rivales.
“Lululemon es ahora una marca sin líder justo cuando necesita un rumbo firme”, declaró Saunders en un correo electrónico. “Si bien el mercado y los inversores pueden acoger con satisfacción el cambio, este parece muy repentino y precipitado. Será crucial que Lululemon designe rápidamente un nuevo director ejecutivo o tenga una estrategia provisional muy clara para retomar el rumbo”.
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Bajo la dirección de McDonald, Lululemon incursionó en nuevas categorías, como las zapatillas deportivas, en una apuesta por competir con marcas como Nike Inc. (NKE) y Adidas AG. También amplió su gama de tallas y firmó un acuerdo con Fanatics Inc. y la Liga Nacional de Hockey (NHL) para crear productos.
La empresa se esfuerza por mejorar el atractivo de sus productos y acelerar los plazos de desarrollo. Durante la conferencia telefónica con analistas, los ejecutivos comentaron haber observado una buena acogida a los equipos de formación de edición especial. Añadieron que la empresa ha prolongado demasiado el ciclo de vida de algunos productos.
Lululemon se ha visto particularmente afectado por los impuestos del presidente Donald Trump y aumentó algunos precios para contrarrestar cambios como el fin de la exención de minimis, que había ayudado a Lululemon a enviar pedidos de comercio electrónico de menos de US$800 libres de impuestos desde Canadá.
Frank afirmó que la compañía prevé una disminución del margen bruto en el cuarto trimestre, principalmente debido a los aranceles y la pérdida de la exención de minimis. Busca reducir costos y mejorar la eficiencia para compensar.
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