Ahora la puja por Nutresa será entre Gilinski y el mercado: ¿Habrá tercera OPA?

Scotiabank ve en una situación difícil por el deber fiduciario a quienes no quieren vender. ¿Pueden surgir alianzas en busca de mejor precio?

Quienes no vendan en la segunda OPA por Nutresa podrían estar esperando un precio cercano a las 16 veces el Ebitda
18 de enero, 2022 | 04:24 PM

Bogotá — La pelea entre el Grupo Empresarial Antioqueño y el Grupo Gilinski ya terminó. Los banqueros caleños dueños del GNB Sudameris ya lograron su objetivo principal, entrar a las juntas de Sura (GRUPOSUR) y Nutresa (NUTRESA).

Pero la novela en torno al control de las compañías aún está por definirse. La pelea de Gilinski ya no es con el enroque y la figura societaria que conoció Colombia con 50 años sino con el mercado mismo.

Los nuevos accionistas de Sura y Nutresa no están conformes con las participaciones del 25% y 27% que tienen en cada una de estas empresas, quieren más. El mercado por su parte ya sabe que Gilinski está dispuesto a mejorar su participación en las compañías y entrarán en una puja para ver quién tiene más nervios de acero.

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Por un lado, los que tienen participaciones importantes podrían buscar alianzas para no vender en esta OPA y forzar una tercera oferta por Nutresa, pero siempre tendrán la duda de s Gilinski se dejará torcer el brazo y mejorará más el precio que está dispuesto a pagar por las acciones de estas compañías.

Esta postura es la que analiza un informe del Scotiabank en el que analiza como están las cargas de cara a lo que será la segunda OPA por la compañía de alimentos.

Dice Scotiabank que el nuevo precio se acerca a las 13 veces el Ebitda que considera como precio justo, y advierte que ello le entrega mucha presión, pero también mucho poder a algunos accionistas.

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Dice la entidad financiera que los grandes inversores que vendieron en su totalidad a 9 veces el EBITDA se vieron en una situación muy difícil, especialmente los fondos de pensiones locales. Es probable que obtengan resultados inferiores a los de sus homólogos que no vendieron. Dice que fueron engañados en la partida de ajedrez, y ahora deben explicar su decisión de vender a múltiplos de transacción de control claramente bajos, aunque advierte que pueden argumentar que no fue una venta de control.

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Con respecto de los que vendieron una parte a un precio menor, Scotiabank cree que es una oportunidad para renegociar: Dice que, por ejemplo, si usted es un fondo de pensiones que vendió, por decir algo, la mitad de su posición, puede sentarse y decir que no va a vender a menos que su precio medio final sea lo suficientemente justo. Incluso, dice la entidad que tal vez puedan asociarse con jugadores en una posición similar.

Los que no vendieron tendrán un rendimiento superior. Asegura el Scotiabank que es raro ver que los fondos se aparten de su seguimiento de pares, pero este fue precisamente el caso. “Creemos que fue Protección, pero no lo sabemos con seguridad. Los fondos de pensiones que se mantuvieron al margen quedarán muy bien con sus clientes y sus folletos de marketing seguramente lo presumirán en los próximos años”, dice.

Para la entidad financiera la gran pregunta que se deben responder los que aún tienen participaciones en la empresa es: ¿Debo quedarme o debo irme?

Asegura que se puede argumentar que Nutresa es mejor que algunos de los objetivos de transacción porque sus cuotas de mercado son muy dominantes y porque es un usuario de materias primas naturalmente diversificado (por lo tanto, es mejor que la volatilidad del margen de EBITDA), pero a 13 veces el Ebitda, el margen para ese argumento está disminuyendo.

Asegura también que si Gilinski no llega a su umbral mágico y se pone sobre la mesa un Ebitda de 16 veces (el calendario de cara a la Asamblea General de Accionistas de marzo lo permitiría), el argumento seguirá disminuyendo hasta que sea insostenible por motivos de deber fiduciario.

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Así mismo, dice Scotiabank que Gilinski no va por una posición minoritaria, y que ello constituye una gran oportunidad de negociación para los actuales accionistas.

Pero no solo los actuales accionistas tienen un escenario complejo frente a ellos. A juicio del Scotiabank los independientes dentro de las juntas directivas también tienen un panorama complejo por delante.

“Los miembros independientes del consejo de administración de GEA tendrán votaciones difíciles próximamente. A estos precios, el deber fiduciario se está volviendo difícil de defender en una posición de no vender. Tal vez puedan aguantar esta vez, pero una tercera OPA podría ser un jaque mate”, sostiene el informe.

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Del mismo modo, Scotiabank cree que la defensa del GEA ha sido lenta (gracias en parte al reglamento colombiano). Pero lo más importante es que las posibilidades de un caballero blanco son cada vez menores.

Dice que cualquier inversor estratégico que estuviera pensando en pagar un precio justo por el co-control probablemente se haya levantado de la mesa con las manos en alto tras este anuncio. Los dividendos son ahora la mejor opción, pero pronto, incluso ese tipo de aumento será también insostenible.

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Gilinski está pagando una prima del ~60% respecto a las ofertas previas a la adquisición. ¿Pueden las empresas de GEA aumentar su dividendo en un 60% o más y convencer a los accionistas para que se queden?

Para Scotiabank sí, en el caso de Nutresa (del 50% al 80% de payout), pero las fusiones y adquisiciones se reducirían drásticamente. Si llega una tercera barrida, la defensa del dividendo también puede quedar fuera de la mesa. Las cosas se complican y la pérdida de control (vía junta directiva, no vía 51%) es cada vez más probable.