Buenos Aires — En medio de la crisis agravada por la pandemia y la escasez de divisas en las arcas del Banco Central, el Gobierno apuesta sus fichas a una recuperación económica impulsada por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Hasta el momento, algunos indicadores lograron exponer resultados en verde, pero la administración de Alberto Fernández todavía no logró dejar atrás el crecimiento “a dos velocidades” del que habló en reiteradas oportunidades el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
En busca de un avance homogéneo en el país, en Casa Rosada confían en que un acuerdo definitivo para refinanciar la deuda récord solicitada por la Argentina en 2018 será una pieza clave para ordenar la macro.
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¿Se abre la puerta para mayores inversiones?
Sin embargo, en el sector privado las expectativas son moderadas respecto del impacto de la resolución de la deuda.
“Una vez que se llegue a un acuerdo con el FMI van a entrar inversiones. Va a haber más tanto por parte de argentinos como de extranjeros, pero no muchísimas más”, pronosticó el director ejecutivo de Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram.
En ese sentido, destacó que habrá una recuperación porque “saca ‘la espada de Damocles’ de una cesación de pagos y una profundización de la crisis desde finales de marzo o principios de abril”. “Eso ya motivaría a una menor incertidumbre, menor percepción de riesgo y, por lo tanto, algunas inversiones de argentinos y extranjeros”, manifestó.
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Pese a ello, aclaró que “no va a ser un boom, porque los problemas de la Argentina no están resueltos con un acuerdo con el FMI”.
Acordar con el FMI brinda tiempo
Abram consideró que un acuerdo definitivo con el organismo multilateral no “resolverá los problemas de fondo de la Argentina”.
Según su punto de vista, “cuando empiece a confirmarse” la percepción de que “no habrá reformas estructurales”, las inversiones “se volverán a retraer”.
“El acuerdo lo que da es tiempo, aunque no muchísimo”, analizó el economista en diálogo con Bloomberg Línea.
La falta de “garantías”
Matías De Luca, economista de la consutora LCG también desestimó un aluvión de inversiones con un acuerdo: “No creo que esto mueva la aguja a nivel inversiones extranjeras”.
“Argentina sigue acumulando desequilibrios a nivel macroeconómico e institucional. Cada dos años se modifican regímenes de promoción, cambiando las bases y condiciones. ¿Qué garantía o estabilidad se le puede asegurar a alguien que quiere poner su capital en Argentina, si le cambian las reglas de juego a diario?”, cuestionó.
“Más aún en un mundo globalizado, donde mover las operaciones de país a país es mucho más sencillo. Reconstruir la institucionalidad lleva años y disciplina”,evaluó.
Además, aclaró que “el núcleo de un programa con el Fondo será discutido recién por el próximo Gobierno”. “Lo que se firme será una hoja de ruta, que por lo que se anticipó será bastante sintética”, consideró.
La importancia de las revisiones
En el corto plazo, el acuerdo implicará “una altísima incertidumbre económica para los próximos dos años” de la gestión actual, ya que “deberá aprobar ocho revisiones trimestrales para recibir los fondos que le eviten caer en cesación de pagos”, sostuvo el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz.
“La aprobación del directorio del Fondo, que vendrá a continuación del paso por el Congreso, funcionará como una especie de primera revisión. En la propuesta de memorándum que el Fondo le hizo al gobierno, sobre la cual se hará (o se hizo ya) una contrapropuesta, están definidas `acciones previas` a la firma del acuerdo”, puntualizó.
El centro de estudios explicó que, “para pasar ese examen, se vienen aplicando cambios en la política de tasas del Banco Central”.
Además, apuntó: “El cumplimiento de la meta fiscal requiere de un sostenido aumento de la recaudación para lo que deberá crecer la actividad económica y, con ello, la demanda de dólares para importaciones”. “El ministro Martín Guzmán le pone muchas fichas a que esos dólares los aporten otros organismos (CAF, BID, Banco Mundial) porque no hay ningún patriota que esté dispuesto a traerse US$ 6.000 millones para compensar las mayores importaciones que implica un crecimiento de 3% este año”, expresó.
El impacto, por etapas
Desde Quinquela Fondos aseguran que, desde la perspectiva de los inversores, el impacto positivo del acuerdo estaría dividido en tres etapas: el impacto previo por expectativas, el impacto del anuncio y el efecto del cumplimiento.
“El efecto inicial se vio en las primeras jornadas de febrero, cuando se pasó de expectativas negativas que daban cuenta de una probabilidad alta de no acuerdo al anuncio del primer entendimiento técnico”, subrayó.
En cuanto al impacto del anuncio, remarcó que el nivel previo del riesgo país al inicio del conflicto bélico en Ucrania, era de 1.730 puntos. “Es decir, que se mantuvo en los valores alcanzados luego del anuncio de la noticia. La firma del acuerdo debería generar una mejoría adicional, aunque seguramente todavía acotada”, calculó.
Con relación al efecto del cumplimiento, argumentó que “el objetivo debería ser lograr niveles de spread que sean compatibles con el regreso a los mercados voluntarios de deuda, dado que esa condición es ineludible para que la deuda sea sustentable”. “Si se logra ese acceso, automáticamente disminuyen los riesgos implícitos y, por lo tanto, baja nuevamente el Riesgo País”, explicó.
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