Luz, gas y agua: comienzan las audiencias públicas para ajustar tarifas en Argentina

El Gobierno confirmó su estrategia para reducir los subsidios energéticos y eliminarlos en el caso del 10% de los usuarios. ¿Qué impacto puede tener en la inflación?

El Gobierno avanza en la eliminación de subsidios.
10 de mayo, 2022 | 05:00 AM

Buenos Aries — Tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno argentino avanza con el decongelamiento de las tarifas de servicios públicos, y esta semana se realizarán las nuevas audiencias para debatir las subas. Los ajustes tarifarios llegan en un momento de aceleración inflacionaria, y podrían sumar presión a los precios en los próximos meses.

En medio de las internas en Casa Rosada en materia energética, el ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó el rumbo de eliminación de subsidios este lunes, al sostener que las tarifas “caen en términos reales porque suben menos que la inflación”. De esa manera, el funcionario se distanció de la postura que mantiene el ala cristinista del Frente de Todos, que se opone al ajuste de las tarifas.

      • ¿De cuánto serían los aumentos? Excluyendo a los beneficiarios de la tarifa social, para la mayoría de los usuarios residenciales de Edenor y Edesur en el Área Metropolitana de Buenos Aires, las facturas de luz tendrían una corrección en promedio del 17%, según comunicó en su momento el Gobierno. La mayoría de los usuarios de gas del país, en cambio, verán en sus facturas un aumento promedio del 21,5%, con “leves variaciones según las regiones”.

Las audiencias públicas se ralizarán a partir de este martes para la actualización de las tarifas de gas y electricidad, y se extenderán hasta el jueves 12 de mayo. En tanto, el nuevo cuadro tarifario del agua se debatirá el 19 de mayo, mientras que los ajustes no se implementarían antes de junio.

Se trata del paso previo y obligatorio no solamente para el ajuste de los valores que pagan los usuarios por los servicios, sino también para la nueva segmentación de los subsidios que implementará el Gobierno. La intención de las autoridades del país es eliminar los subsidios para el 10% de la población de mayores ingresos.

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A diferencia de lo ocurrido con la luz y el gas, que ya tuvieron una actualización en 2022, la tarifa de agua se encuentra congelada desde 2019.

El impacto en la inflación

Recientemente, Guzmán confirmó que “se apunta a que a un 10% de capacidad económica plena se le vayan retirando los subsidios y esos recursos queden liberados, que es lo que el país realmente necesita”. Según consideró, se trata de “un punto de partida importante y un cambio estructural en cómo administrás las tarifas”.

Apunta al 10% de la población con mayor poder adquisitivo.

Nicolás Pertierra, economista jefe en el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, evaluó: “Las audiencias son para el sector residencial y los aumentos más importantes van a ser sobre el 10% de los hogares de mayores ingresos”.

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En diálogo con Bloomberg Línea, sostuvo que “el 90% tendrá una variación inferior al 20%, dado que ya hubo un aumento del 20% en enero”. Por ello, opinó que “no debería ser significativo” el impacto en la inflación.

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Sin embargo, aclaró que como es “una novedad”, se deberá esperar para ver “cómo hará metodológicamente el INDEC para medir la segmentación y cómo hará la ponderación correspondiente”.

Para la consultora PxQ de Emmanuel Alvarez Agis, sin embargo, “los aumentos de tarifas tienen efectos de segunda ronda ya que entran en la matriz de costos de las empresas y, por tanto, en la conformación de precios de bienes y servicios. Es por eso que reducir los subsidios terminará siendo inflacionario”.

Una brecha amplia

El Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterranea, al tomar datos de la Ciudad de Buenos Aires, calculó que si bien en marzo de este año “hubo cierto ajuste de tarifas, la brecha con la marcha de la inflación núcleo sigue siendo amplísima”.

Desde diciembre de 2018, el promedio simple de las tarifas de agua, gas y electricidad en CABA registró una variación de 75%, entre una cuarta parte y un tercio del guarismo acumulado por la inflación núcleo, que fue de 254%”, comparó.

A su vez, manifestó que “el ritmo de ajuste acumulativo de las tarifas fue, en esos 39 meses, de apenas el 1,45 % mensual contra un 3,3 % de la inflación núcleo”. “En el presente, con una inflación que se ha instalado por encima del 5% mensual, esa distorsión se hace insustentable”, consideró.

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