Bloomberg Línea — First Citizens compró Silicon Valley Bank (SVB) después de que el “banco de las startups” quebrara y quedara bajo intervención de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de los EE.UU. (FDIC). Pero aún con la venta de activos, el camino tradicional de las startups y fondos de capital de riesgo latinoamericanos para que su dinero sea transaccionado por SVB no debe ser el mismo que antes.
Para Bernardo Brites, CEO y cofundador de Trace Finance, una startup brasileña que abrió una entidad en Estados Unidos para atender y bancarizar a fundadores “huérfanos” con la quiebra de SVB, hay que esperar algún tipo de cambio. En su opinión, habrá una simplificación de la cartera de SVB, aunque First Citizens se hará cargo de toda la cartera de préstamos y depósitos del banco.
Según Brites, First Citizens actualmente tiene restricciones para la apertura de cuentas de startups brasileñas con un holding en las Islas Caimán, una estructura de pasaje por Delaware y operaciones en Brasil. Todavía no hay información de que el banco regional con sede en Carolina del Norte absorberá nuevas empresas de este tipo, como solía aceptar SVB. Y los fundadores “no van a querer comprar ese riesgo”, evaluó Brites.
Es un diagnóstico que se pondrá a prueba en los próximos meses. La semana pasada, por ejemplo, Henrique Dubugras, un brasileño CEO y cofundador de la fintech estadounidense Brex, transfirió US$200 millones del efectivo de su empresa a SVB, señalando que se trataba de una estrategia de diversificación. El empresario aclaró que se trata de activos transferidos de la propia Brex, y no de clientes de la fintech.
“No creemos en mantener el dinero en un solo banco, sino repartido entre varios. Y creo que SVB es uno de los lugares más seguros para dejar dinero en este momento. Y nuestras empresas clientes están haciendo lo mismo”, dijo Dubugras en una entrevista con Fox Business la semana pasada.
Qué era especial en SVB
El concepto de Silicon Valley para la tecnología, tal como se conoce hoy, nació en 1980 con la oferta pública de venta de tres empresas: Apple (AAPL), Genentech y Digital, explica el brasileño Andre Vellozo, CEO de Drumwave, una empresa con sede en Palo Alto. “En aquél momento no había más de media docena de inversores de capital riesgo. Después de esas OPIs, el número de fondos de capital riesgo creció 500 veces”.
El equipo de SVB era conocido y cercano a los ejecutivos de Silicon Valley, una relación de confianza gestada a lo largo de años y muchos acuerdos e inversiones. Todavía no se sabe si tras la adquisición First Citizens mantendrá el mismo equipo de Silicon Valley, pero, según Brites, “probablemente habrá un cambio en el apetito por el riesgo y en el perfil de los clientes a los que atendía el antiguo SVB”.
“Entendemos que lo más probable es que se centren en una vertical específica, tal vez sólo en capital riesgo estadounidense con estructura en Delaware, tal vez sólo en startups estadounidenses. Entendemos que habrá una reducción del apetito por el riesgo para evitar algo similar a lo que ocurrió con SVB”, dijo el empresario de Trace Finance.
SVB tuvo que asumir pérdidas recientemente porque tenía depósitos de startups invertidos en activos de renta fija a largo plazo, con vencimiento entre cinco y diez años; con los cambios en los precios de los bonos, las subidas de las tasas de interés y la reducción de los depósitos de las empresas de capital riesgo, hubo un desajuste entre activos y pasivos que generó la necesidad de recomponer su base de capital.
El reconocimiento por parte de SVB de que había que captar fondos avivó los temores de insolvencia, lo que, a su vez, provocó la corrida bancaria. Brites afirmó que Trace Finance sólo invierte los fondos de sus startups clientes en activos a corto plazo para que pueda disponer de liquidez diaria.
Un cambio para el sector de capital riesgo
Más allá de cambiar el camino tradicional de apertura de cuentas en SVB por empresas brasileñas que tenían una estructura offshore, el colapso de SVB puede cambiar todo el modelo de inversión de riesgo en Silicon Valley, según los expertos.
En los últimos 20 años, la actividad de capital riesgo ha crecido y se ha expandido por todo el mundo, con procesos creados y profesionalización. “El Corporate Venture [conocido como CVC], por ejemplo, ha tomado una dimensión significativa. Pero mucha gente entró en el negocio con una perspectiva exclusivamente financiera y eso, a pesar de aportar mucha liquidez hasta el año pasado, tuvo un precio”, dijo Vellozo.
La inversión de riesgo en empresas de tecnología requiere muchos conocimientos y experiencia, según el empresario de Silicon Valley. “Puede sonar extraño, pero no veo la práctica de la inversión de riesgo como una categoría de las finanzas”, dijo.
Para él, el colapso de SVB golpeó Silicon Valley y no fue un hecho aislado ni se limitó al sistema financiero. La quiebra del banco de las startups y los fondos de capital riesgo demostraría que el modelo de Silicon Valley “ha llegado a un límite, aclarando profundas cuestiones de confianza, ética y regulación, que ahora mismo vuelven directamente a Silicon Valley desde varias direcciones”.
Vellozo cree que habrá nuevos modelos de inversión y nuevas formas de escalar las startups, dado que en los últimos años, “lo que debería empezar con un propósito fundamentalmente desafiante, como enviar un hombre a la luna o a Marte, o una idea que atrajera a personas, como ingenieros, diseñadores, profesionales de producto y emprendedores, y luego generara una empresa que atrajera capital, se convirtió en lo contrario”. Es decir, empresas que empezaron a partir de capital invertido.
“Quizá hemos desarrollado una idea invertida de lo que es fácil y lo que es difícil. Elon Musk se destacó durante toda esta fase precisamente porque atacó problemas cuyo propósito era fundamental”, dijo.
Implicaciones del modelo que llevó al colapso
La subida de las tasas de interés fue un factor relevante para la crisis de SVB. Vellozo recordó que en mayo de 2022, cuando Nasdaq acumulaba una caída del 28% en el año – es decir, en menos de cinco meses – Sequoia Capital, empresa clave en el ecosistema de capital riesgo y tecnología de Silicon Valley, publicó una carta en la que señalaba los riesgos y el impacto potencial de la subida de las tasas.
“Lo que más me sorprendió del caso SVB fue cómo se desarrolló la corrida bancaria. Y el hecho de que fue iniciada por Peter Thiel y otros fondos de capital riesgo, y que, como señaló Scott Galloway, podría haberse detenido con un solo mensaje en Twitter. Fue la primera vez en la historia del mercado que una corrida bancaria se precipitó por las redes sociales y se llevó a cabo a través de la banca en línea. Los clientes no tuvieron que ir físicamente al banco para retirar su dinero y US$42.000 millones salieron en menos de 48 horas”.
Para André Vellozo, este escenario destacó que las infraestructuras de las big tech y de las finanzas están colisionando y que no sólo Silicon Valley está en transformación y tendrá que reinventarse.
“El paradigma tecnológico está pasando del software a los datos, y esta vez no se trata de un fenómeno doméstico que luego se internacionaliza. Es la primera vez que una transformación de esta escala ocurre globalmente y más o menos al mismo tiempo. La forma en que la gente se relaciona con la tecnología va a cambiar”, afirma el emprendedor, cuya startup apuesta precisamente por el valor de los datos.
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