Maersk decide que el Mar Rojo es demasiado inseguro para sus barcos por ahora

Maersk y Hapag-Lloyd anuncian que seguirán evitando la región

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Bloomberg — El gigante del transporte marítimo de contenedores A.P. Moller-Maersk A/S declaró que volverá a dejar de permitir que sus buques naveguen por el Mar Rojo, un corredor comercial vital, después de que otro de sus portaaviones sufriera un ataque en el espacio de unas pocas semanas.

“Hemos decidido suspender todos los tránsitos por el Mar Rojo/Golfo de Adén hasta nuevo aviso”, declaró Maersk, con sede en Copenhague, en un aviso publicado en su sitio web. Aunque ya había anunciado una pausa, ésta sólo duró dos días, mientras revisaba la situación.

Los militantes Houthi, respaldados por Irán, han afirmado que tienen como objetivo los buques mercantes que transitan por el Mar Rojo y tienen algún tipo de vínculo con Israel para castigar a Tel Aviv por el conflicto de Gaza. Esas conexiones han parecido cada vez más espurias, lo que ha llevado a franjas de la flota mercante a mantenerse alejadas.

La decisión adoptada el martes por Maersk significa que dos de las mayores navieras de contenedores del mundo han ampliado su pausa en los tránsitos a través de una zona que es inevitable para todos los buques que intentan utilizar el Canal de Suez de Egipto para cortar entre Europa y Asia.

En su lugar, Maersk, el segundo propietario mundial de portacontenedores, desviará a los transportistas hacia el sur de África, donde mejor sirva a sus clientes. La alemana Hapag-Lloyd AG dijo anteriormente que también seguiría evitando pasar por el Mar Rojo. Las acciones de ambas empresas subieron al especularse con un aumento de las tarifas de flete como consecuencia del aumento de los tiempos de tránsito.

Asaltos a buques

Maersk, que hasta finales del año pasado había anunciado la reanudación de los tránsitos, volvió a suspenderlos el último día de 2023, después de que los rebeldes Houthi intentaran abordar el Maersk Hangzhou, un portacontenedores, con cuatro pequeñas embarcaciones. A mediados de diciembre, otro de sus portaaviones, el Maersk Gibraltar, fue atacado sin éxito.

Los helicópteros de la misión de protección dirigida por Estados Unidos, Prosperity Guardian, repelieron el último ataque, hundiendo tres de las embarcaciones. Maersk dijo entonces que volvería a evaluar la situación a más tardar el 2 de enero.

“Seguiremos deteniendo todo movimiento de carga a través de la zona mientras seguimos evaluando la situación en constante evolución”, declaró Maersk en el comunicado del martes. “En los casos en que tenga más sentido para nuestros clientes, los buques serán desviados y continuarán su viaje alrededor del Cabo de Buena Esperanza”.

Dinamarca, país de origen de Maersk, ha dicho que enviará un buque de guerra para participar en la misión estadounidense.

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