Bloomberg — Algunas tropas del Ejército estadounidense destacadas a lo largo de la frontera sur como parte de la intensificación de los esfuerzos de aplicación de la ley de inmigración de la administración Trump están viviendo en condiciones deficientes en Texas y Nuevo México, según un informe del Inspector General del Pentágono.
Los problemas incluyen “fugas de aguas residuales sin tratar, inodoros que no funcionan y mal estado general de las instalaciones”, según el informe publicado el miércoles y firmado por Bryan Clark, inspector general adjunto de Evaluaciones.
El documento incluía una fotografía que, según se decía, mostraba “una capa seca de aguas residuales sin tratar que se filtraba de los inodoros de los baños”. Además, según los autores del informe, “varios soldados que vivían en los barracones nos informaron de problemas de capacidad eléctrica y de que el aire acondicionado no funcionaba continuamente.”
Según el informe, las tropas afectadas forman parte del 2º Equipo de Combate de la Brigada Stryker, una unidad de Colorado desplegada en Fort Bliss, Texas, y en el Complejo del Campo de Doña Ana, en Nuevo México. La unidad movilizó a unos 2.400 soldados en un despliegue de alto perfil para ayudar al personal de Aduanas y Fronteras desde Yuma, Arizona, hasta el Parque Nacional Big Bend en Texas.
“Además, durante nuestras visitas in situ observamos condiciones insalubres en los cuartos de baño de Fort Bliss y en las instalaciones de alojamiento del complejo Doña Ana Range”, escribieron los autores.
La oficina del inspector general, según el informe, notificó al Mando Norte de EE.UU. y a la Fuerza de Tarea Conjunta de la Frontera Sur sobre “las preocupaciones de salud y seguridad por las condiciones de alojamiento”, y añadió que emitiría un “aviso de gestión” sobre los hallazgos.
Fuerza de Tarea
Los avisos de gestión, a diferencia de las auditorías estándar, están diseñados para alertar más rápidamente a los funcionarios sobre un problema inmediato y agudo que requiere una atención rápida.
El informe puede ser utilizado por los críticos de la decisión del presidente Donald Trump de involucrar a los militares en operaciones de inmigración, pero también proporciona forraje para el secretario de Defensa, Pete Hegseth, que en octubre creó un grupo de trabajo para identificar y mejorar las viviendas deficientes.
Además de las condiciones de los cuartos de baño, el informe del miércoles también descubrió que algunos soldados estaban alojados en barracones con tan sólo “45 pies cuadrados por espacio vital de soldado”, menos de los 72 pies cuadrados (6,7 metros cuadrados) requeridos.
El Inspector General dijo que había pedido al Mando Norte que “proporcione comentarios en un plazo de 30 días describiendo las acciones específicas” que tomará “para desarrollar e implementar un plan con hitos que garantice que los soldados asignados” a la Fuerza de Tarea de la Frontera Sur “tengan condiciones de alojamiento adecuadas” que cumplan las normas mínimas.
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