Con precios congelados, se estira la brecha entre el barril criollo y el brent en Argentina

Según especialistas, lo que ocurre con el mercado energético tras la escalada del conflicto armado en Medio Oriente no deberían tener un impacto significativo en el país

La suba del petróleo pone en peligro la desinflación en los mercados emergentes
10 de octubre, 2023 | 05:30 AM

Buenos Aires — El ataque de Hamas a Israel y la respuesta a israelí generaron tensión en el mercado mundial del petróleo. Con el antecedente de hace 50 años de la guerra del Yom Kippur aún fresco, especialmente por el período del año en el que se desató este nuevo conflicto armado en Medio Oriente, el brent aumentó 4% el lunes a US$87 por barril mientras que el WTI avanzó en la misma proporción a US$86.

Previo a que esto ocurra, Arabia Saudita se acercaba a un acuerdo con Israel, mientras que Estados Unidos e Irán aumentaban el diálogo hacia una distensión que genere mayores flujos de petróleo.

Analistas coinciden en que, de momento, no hay razones para creer que este episodio sea comparable con el de hace cincuenta años, y que las tensiones que hoy se registran con el mercado del gas y el petróleo no deberían profundizarse.

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Sin embargo, tiene su impacto en los países productores e importadores de energía. Entre ellos, Argentina, donde el barril de petróleo en el mercado interno cotiza a cerca de US$56 hasta el 31 de octubre, según lo acordado entre el Gobierno argentino y los operadores. Un acuerdo que a su vez congeló los precios de los combustibles. Con lo ocurrido en el mercado, se estira la brecha entre el precio del barril criollo y el brent.

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“Todo eso está lejos de lo que pasa en Argentina, donde el barril se paga a US$55 y hay un atraso muy grande en el precio de las naftas que obviamente repercute hacia atrás en la cadena con el precio del petróleo”, dijo a Bloomberg Línea Paulo Farina, investigador asociado del CIPPEC.

Según el especialista, esta brecha “es el gran dilema que tendrá la próxima administración, la dificultad grande de acomodar los precios”, y las limitaciones que representan las herramientas que utiliza actualmente el Gobierno.

Roberto Carnicer, director del Instituto de Energía de la Universidad Austral, señala que los aumentos que se registraron en el petróleo y el gas son “una variable más de tantas”. Afirma que “no va a cambiar el precio doméstico, es un tema extraordinario y se tendrá que tomar como un tema extraordinario”. Según Carnicer, el principal problema que atraviesa el sector en Argentina no está vinculado a las repercusiones en el mercado de este conflicto, si no a la volatilidad de los tipos de cambio paralelos en el país.

Pese a que no tendría mayor impacto, es un pico de tensión más que se agrega entre los productores, los comercializadores y el Gobierno argentino.