Dólar e inflación: Inundación de pesos llama la atención de traders argentinos

Mercado Sin Bozal: En un contexto de alta inflación y presión cambiaria, analistas señalan los riesgos de la intervención del BCRA en el mercado secundario

Foto: Maria Amasanti/Bloomberg
Por Ignacio Olivera Doll
31 de mayo, 2023 | 10:38 AM

Bloomberg — El Gobierno argentino está festejando los altos niveles de renovación de deuda que está consiguiendo en el mercado local, en medio de fuertes adversidades y contra todos los pronósticos.

Pero atrás del buen desempeño hay una estrategia que, a veces, pasa inadvertida: el Banco Central (BCRA), que preside Miguel Pesce, compra títulos locales todos los días en el mercado secundario. Es la manera que encuentra para que bancos y fondos tengan siempre el dinero necesario frente a cada licitación del Tesoro.

Es una especie de quantitative easing (QE) criollo del Banco Central que ya significó emitir alrededor de $800.000 millones en abril y mayo, solo por esta vía, según estimaciones del jefe de estrategia de Portfolio Personal Inversiones (PPI), Pedro Siaba Serrate.

No hay secretos: el tamaño del financiamiento neto que obtuvo el Tesoro en sus subastas de deuda representa prácticamente la misma cantidad de dinero que inyectó el Banco Central con sus compras de títulos en pesos. Esto es alrededor de $1,2 billones en lo que va del año, lo que equivale a una cuarta parte de la base monetaria del país.

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Como el FMI solo impone límites a la asistencia “directa” del Banco Central al Tesoro, y no a estos mecanismos “indirectos” de financiamiento, la estrategia no supone, estrictamente, un incumplimiento del programa con el organismo.

Un vocero del Banco Central dijo que las operaciones de compra de bonos son “para defender la curva de rendimiento de los títulos públicos” y “no pueden considerarse como asistencia al Tesoro”.

La decisión de abrir un nuevo grifo para inundar de pesos el mercado llama la atención de economistas y traders en un contexto de alta inflación y presión cambiaria. Es una nueva vía de emisión monetaria, que se suma a otras tantas del Banco Central:

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  • Los altos pagos de intereses en pesos que hace a los bancos (3,4 billones de pesos en lo que va del año).
  • Los giros que viene haciendo al Tesoro en forma de “adelantos transitorios” (670.000 millones de pesos en el mismo período).
  • Los pagos que hace al convalidar un tipo de cambio más alto a los exportadores de soja (270.000 millones de pesos en abril y mayo).

La cifra que habla: -US$800 millones

El balance del Banco Central se deteriora. No solo por el lado del crecimiento de esta cantidad de pesos, que significa un pasivo para la entidad monetaria, sino también por el lado del activo, dentro del cual están las reservas.

Se sabe que casi todas las consultoras privadas estiman que las reservas netas están ya en niveles negativos. Pero preocupa también que el organismo sacrifique divisas cada vez que interviene en el mercado de bonos.

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PPI estima que el Banco Central perdió alrededor de US$800 millones el último mes solo con el fin de controlar los tipos de cambio financieros: el dólar mep y el contado con liquidación. El promedio diario de ventas de divisas por este factor hoy es de US$20 millones. Y era de casi US$40 millones antes de que, el 23 de mayo, la Comisión Nacional de Valores dictara su última restricción sobre las operaciones en el mercado de bonos.

Semejantes esfuerzos de emisión monetaria y restricciones cambiarias buscan complacer el pedido del FMI de achicar el déficit fiscal, en un contexto en el que, curiosamente, el país ya no cumple ni una sola de las tres metas acordadas en el programa: fiscal, monetaria y de reservas. Pero alimentan el temor de que, de cara a las elecciones, se vuelvan a encender los principales motores que los traders reconocen en la brecha cambiaria.

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