La presión cambiaria no cede en Argentina y el dólar cierra julio más cerca del techo de la banda

El tipo de cambio oficial toca un nuevo máximo desde la flexibilización del cepo cambiario, al trepar casi ARS$59 de un día para el otro. Cuánto subió en el mes.

Por

Buenos Aires — El dólar en Argentina cierra otra jornada con tendencia al alza, al ubicarse en ARS$1.339,6 para la punta compradora y ARS$1.385,5 para la vendedora en el promedio del tipo de cambio minorista que difunde el Banco Central, en medio de una demanda sostenida de divisas.

Se trata de un incremento de casi ARS$60, con relación al cierre del miércoles, cuando se posicionó en ARS$1.325,6. En el mes, expuso una suba de 13,7%.

El dólar mayorista, por su parte, terminó la rueda en un pico de ARS$1.374 por unidad, unos ARS$59 por encima del día anterior. A lo largo del mes, acumuló un avance equivalente a 14%, al tiempo que en el año escaló 33,14%.

Gustavo Quintana, operador de corredores de cambio, aseguró que la suba de este jueves es la segunda más alta para un día de operaciones desde el 25 de abril pasado.

El resto de las cotizaciones también operaron con ritmo ascendente, dado que el blue terminó a ARS$1.340; por debajo del oficial. A su vez, el MEP finalizó a ARS$1.359 y el contado con liquidación (CCL) a ARS$1.358.

El impacto de la suba del dólar en la inflación

Si bien a lo largo de julio las consultoras no esperan un fuerte traslado de los movimientos del dólar en los precios de los productos de consumo masivo, de cara a agosto ello se puede modificar.

Desde una de las principales alimenticias de la Argentina manifestaron a Bloomberg Línea que, ante el comienzo del mes y los últimos incrementos del tipo de cambio oficial ya revisan las listas de precios a entregar a los supermercados.

De esa manera, la inflación de agosto podría percibir la presión de las actualizaciones del dólar en medio del esquema de bandas de flotación.

Un informe de la consultora PXQ consideró que “la única forma de conseguir el equilibrio dólar estable + inflación a la baja es aumentar la oferta de dólares”. “A estos niveles de riesgo, no parece que los BONTEs puedan cumplir ese rol”, estimó.

A su vez, puntualizó: “Sobre el dólar-colchón, la dirección estaría siendo más bien la contraria. La única alternativa plausible es que la revisión del FMI venga con alguna sorpresa, tal como ocurrió con Macri (2018) y el propio Milei (Abr25)”.

“Sin una autorización para vender dólares adentro de la banda o un refuerzo de reservas sustantivo, no parece posible estabilizar el tipo de cambio a fuerza de tasa de interés y venta de futuros de acá a la elección”, evaluó.

De esa manera, remarcó que, “en un trimestre que estacionalmente es complejo en el mercado cambiario, el Gobierno necesita una fuente adicional de oferta de dólares y, a la vez, desincentivar la demanda, pero la búsqueda de relanzar el carry-trade entra en contradicción con un mercado de pesos inestable. Cuando hay inestabilidad, no hay tasa que alcance para frenar la demanda de divisas”.

Un reporte de Adcap apuntó a un cambio “relevante”, vinculado con que en las últimas ruedas, las liquidaciones de dólares por parte de exportadores del agro promediaron solo US$50 millones diarios, “aproximadamente un tercio del ritmo de la semana anterior”.

“La escasa profundidad dejó nuevamente al mercado cambiario bajo presión—una dinámica que esperamos que se extienda y afecte al resto de las curvas en pesos", proyectó.

VER MÁS: Dólar en alza en Argentina: qué efecto puede tener en la inflación