Buenos Aires — Las condiciones que atraviesa la economía argentina afectarán a su principal empresa energética, YPF, que tiene al Estado como principal accionista. El aumento del petróleo, la brecha con el barril criollo o las dificultades para generar flujo de caja para poder financiar inversiones son algunas de las aristas que analiza el banco británico HSBC sobre esta compañía y que la hacen priorizar un escenario base bajista con la acción a US$8, lo que implicaría un desplome del 36%.
El informe del banco, que analiza también las variables de otras energéticas de la región, sugiere que la suerte de YPF está atada a la de Argentina, cuya economía atraviesa severas inestabilidades a las que se le suma la incertidumbre política rumbo a las elecciones del 22 de octubre.
“Dada la devaluación del peso argentino de agosto de 2023, el Gobierno ha protegido en cierta medida la rentabilidad de YPF bajando el precio de referencia del crudo, pero las perspectivas macroeconómicas de Argentina así como la capacidad de YPF para subir aún más los precios de los combustibles siguen siendo turbias”, explica el informe para concluir que siguen previendo “una generación de flujo de caja negativa tanto en 2023 como en 2024″, por lo cual el target se mantiene en US$8 para el ADR de la empresa en Wall Street (hoy en US$13,7), “lo que implica una caída del 36% en el precio de la acción”.
“Las perspectivas macroeconómicas del país se han deteriorado considerablemente antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, lo que pesa sobre las perspectivas de rentabilidad de la empresa”, explica HSBC.
Entre las variables que afectan el desarrollo de la empresa, el informe señala la continuidad de los controles de divisas y la presión sobre el peso argentino está bajo presión. Proyectan una devaluación del peso que lo llevaría a $800 el dólar, sobre los $350 actuales. “Una inflación mensual de dos dígitos y la celebración de elecciones presidenciales este mes podrían significar más cambios en el futuro”.
Según HSBC, “un peso más débil aumenta la presión sobre la rentabilidad, ya que YPF es deficitaria en crudo y parte de sus gastos de explotación y capex están dolarizados; en cambio, los ingresos se fijan mayoritariamente en pesos”.
Respecto al potencial de la empresa, líder en la producción hidrocarburífera en Vaca Muerta, el informe señala que “la falta de infraestructuras es un obstáculo importante para la monetización de sus activos mediante la exportación de gas”. Mientras que “la mayor producción de recursos no convencionales de sus homólogos tiende a reducir los volúmenes de gas convencional que produce YPF”.
