Bloomberg Línea — A poco menos de un mes para terminar 2025, los inversionistas comienzan a revisar sus estructuras de inversión para acomodar sus portafolios tomando en cuenta las oportunidades que llegan con el nuevo año. Sin embargo, no se debe perder de vista el perfil de riesgo y el horizonte en el cual se quieren tener los recursos disponibles.
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“En un año electoral hay que ser un poquito cautos, porque puede dar mucha volatilidad”, dice Rafael Castellanos, head de Asset Management en Credicorp Capital.
Explica que en el mercado hay disponibles fondos que permiten exposición a todo tipo de riesgos, desde oportunidades muy conservadores y que requieren bajos capitales de inversión, hasta opciones para inversionistas más profesionales y con un músculo financiero más importante.
Castellanos detalla que para un perfil conservador la recomendación es priorizar la renta fija, destinando “quizá, 70% u 80%” del portafolio hacia activos que generan flujo.
En este rango, destaca el desempeño de fondos de alta liquidez que dice “han tenido un retorno aproximado de 9% más o menos, con una volatilidad muy, muy baja”, y añade que “en todo lo que va del año, ha tenido tres días negativos”.
Ese comportamiento, explica, lo hace ideal para inversionistas que buscan maximizar estabilidad y evitar oscilaciones repentinas: “ha servido muchísimo para inversionistas institucionales o corporativos que no quieren tener ningún tipo de volatilidad en su renta fija”, dijo.
En una escala un poco más arriesgada, pero aún dentro del espectro conservador-moderado, aparecen fondos con mayor duración y mejores retornos: “han tenido retornos mejores, que se van alrededor del 9,5% o 10%”. Sin embargo, aclara que estos “tienen un poquito más de volatilidad”.
Por otra parte, el ejecutivo subraya que el mercado accionario colombiano sigue estando rezagado frente a la región y eso abre una ventana de oportunidad significativa.
“Las acciones colombianas todavía están por debajo del par; entonces, para ese porcentaje que es un poquito más riesgoso, las acciones colombianas todavía son una superbuena opción”. Incluso destaca el retorno de uno de los fondos accionarios “en lo que va del año el fondo ha rentado, o sea, anualizado, un 71%, y todavía tiene espacio para seguir creciendo”.
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Pero no todo se limita a renta fija y renta variable tradicionales. Castellanos insiste en que parte del portafolio —especialmente en entornos de volatilidad política o económica— puede beneficiarse de activos alternativos, incluyendo el sector inmobiliario:
“Todavía hay una opción muy interesante en el mercado inmobiliario: creemos que el mercado inmobiliario está bastante desvalorizado comparado con lo que debería estar”, sostiene.
Explica que existe un fenómeno atractivo en los mercados secundarios: “poder conseguir cuotas de estos fondos al 50% abren una oportunidad inmensa, donde se pueden tener rentabilidades incluso arriba del 20%”.
En cuanto a la diversificación por moneda, Castellanos asegura que invertir en dólares hoy es menos riesgoso que antes: “la volatilidad del tipo de cambio ha bajado”. Considera que la exposición a moneda extranjera “diversifica algún tipo de volatilidad que pueda haber en el peso colombiano —sobre todo en año electoral”.
Y aclara por qué los inversionistas de mayor patrimonio suelen mirar hacia afuera: “el mercado en dólares, en general, es mucho más atractivo tiene muchas más opciones que el mercado colombiano”, incluyendo “fondos de capital privado, fondos de deuda, fondos de real estate; mercados mucho más maduros que tienen más liquidez y mayores opciones”.
Sobre el mercado inmobiliario dentro de Colombia, Castellanos menciona que, tras un ciclo complejo, comienza a verse recuperación, “las vacancias han disminuido muchísimo. La absorción de metros cuadrados está creciendo bastante”. Y aunque reconoce diferencias entre ciudades, resalta que “en el caso de Medellín está en un boom inmobiliario y Bogotá se está recuperando y resulta atractiva de nuevo”.
También menciona el atractivo del sector logístico: “el activo inmobiliario más atractivo en estos momentos viene a ser el logístico”, impulsado por comercio, urbanización y requisitos de almacenamiento.
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Para el pequeño inversionista —con COP$10 millones o menos— Castellanos deja un mensaje claro: hoy sí hay oportunidades accesibles. “Tyba, permite hacer inversiones con montos muy bajos”, en la que “hace un enfoque del perfil de riesgo del inversor y, de acuerdo a eso, recomienda distintos productos”.
Sobre el escenario electoral y la inevitable incertidumbre, recomienda estrategia y paciencia, “el plazo que recomendamos es entre tres y cinco años”. Y recuerda la importancia de evitar reacciones impulsivas, “es importante no salir despavorido hay que dejar que las cosas se estabilicen”.
Finalmente, frente a una de las inversiones favoritas de los colombianos —el CDT—, Castellanos puntualiza: “hay que diferenciar ahorro de inversión”.
Aunque reconoce que los CDT “sirven para ahorro y para no perder contra la inflación”, afirma que hay alternativas superiores con igual seguridad y mayor flexibilidad, “podemos ofrecer un fondo de alta liquidez que rinda 9,5% —es decir, 1,5% adicional—”, y con la posibilidad de liquidarlo inmediatamente, sin tener que esperar al vencimiento como en el CDT.









