Exclusiva: Germán Bahamón revela la estrategia de la Fedecafé ante arancel impuesto por Trump

El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros indicó que los pequeños tostadores en Estados Unidos están requiriendo café de calidad diferenciado, con perfiles de taza distintivos.

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Bloomberg Línea — No solo exportar el café estándar como materia prima, sino vender a Estados Unidos cada vez más cafés especiales y con valor agregado. Esa es la estrategia con la que la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) le está respondiendo al arancel de 10% impuesto por Donald Trump a las ventas externas de este producto, del cual Colombia es el tercer productor mundial.

“Lo que sí debemos hacer es aprovechar este momento para mejorar la exportación a EE.UU. de café que tenga diferenciación, como los cafés de especialidad. Ahí hemos concentrado recursos importantes para atacar ese mercado y no solo vender producto estándar, sino mejorar nuestra diferenciación", dijo en entrevista exclusiva con Bloomberg Línea Germán Bahamón, gerente de la FNC.

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Habló específicamente de exportar cada vez más café tostado en origen, mejorar la cobertura de las marcas Juan Valdez, ¡Dios Mío! Coffee by Sofía Vergara y Buencafé liofilizado de Colombia, que tienen grandes oportunidades. “El café 100% colombiano tiene la posibilidad de mejorar su participación en el mercado, y lo vamos a hacer con la industrialización”, dijo.

Para el gerente de la Federación de Cafeteros, hay una distorsión en el mercado del café por cuenta de los aranceles impuestos por EE.UU., que han hecho que cada uno de los orígenes tenga una tarifa distinta, y donde el país cafetero quedó con la mínima posible: Colombia está con el 10% y competidores fuertes como Indonesia con el 19%, Vietnam con el 20% y en la foto actual está Brasil con el 50%.

“Si bien es cierto podría leerse una ventaja competitiva, es importante anotar que esto genera incertidumbre, pues todos los clientes nuestros en los Estados Unidos han tenido complejidades; y obviamente, lo que nos interesa en este momento es estar lo más cerca de ellos para revisar cuál va a ser la mejor estrategia que permita que los cafeteros colombianos tengan el mejor pago", refirió Bahamón.

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Al respecto, explicó que aunque es cierto que hoy hay un diferencial tarifario que podría significar inmediatamente una competitividad superior desde el punto de vista del café de Colombia, no es que como origen se tenga en las bodegas un inventario que pueda satisfacer un cambio de esta demanda de los Estados Unidos.

“Yo he pedido que seamos prudentes, no llamar ni a la victoria ni a la hecatombe, lo que tenemos que hacer es responsables con nuestros clientes. ¿Qué estamos viendo nosotros? La ventaja de los cafeteros de Colombia es que tienen un gremio consolidado, unificado y fuerte que tiene la posibilidad de hablar con los clientes de los Estados Unidos, con la NCA (National Coffee Association) para tener claridad en la identificación de oportunidades", expresó el ejecutivo.

El café colombiano con su marca Juan Valdez ha venido consolidándose en estados de EE.UU. como Florida. Con Almacafé hay actualmente una alianza con Sofía Vergara para que en 1.700 puntos de venta de Walmart haya café tostado en origen y Buencafe se consolida con café liofilizado. El 46% de las ventas de la fábrica de café liofilizado de la FNC va hacia Norteamérica.

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“Los esfuerzos que estamos haciendo necesitan ir en esa dirección, en donde podamos recorrer la cadena y capturar mercado de valor agregado para poderle entregar lo mejor posible a los cafeteros colombianos”, puntualizó Bahamón.

A lo anterior se suma que los pequeños tostadores en Estados Unidos están requiriendo café de calidad diferenciado, con perfiles de taza que sean distintivos a cada una de las regiones colombianas, y que tengan la posibilidad de ofrecer una experiencia de perfil de taza diferenciada al consumidor.

Precios “justos” del café

Para el gerente de la FNC, el precio que están recibiendo los cafeteros hoy es el precio justo. La volatilidad del precio del grano se ha mantenido en niveles que están arriba de los US$2,90 por libra, lo cual, aseguró, es bien importante porque es la única manera de proteger el eslabón más débil de la cadena y el único indispensable.

Actualmente el precio de la libra de café está entre US$3,26 y US$3,29. “En ese nivel los cafeteros están recibiendo un precio justo que les genera prosperidad y que les permite hacer reinversiones para tener sostenibilidad del negocio y de la industria cafetera mundial”, enfatizó.

Esto se debe a que hoy existe un balance “casi perfecto” entre oferta y demanda, de los 177 millones de sacos que requiere el mundo para su consumo y lo que tienen capacidad de ofrecer los países productores.

En el año 2000 el consumo de café mundial era de 104 millones de sacos y para el 2030 se proyecta una demanda de cerca de 200 millones de sacos.

Producción de café en cifras récord

El año cafetero termina en septiembre y se va a lograr una cifra récord en producción, 14,6 millones de sacos que no veíamos desde 1991. Y en julio pasado se alcanzaron 1,37 millones de sacos de 60 kilogramos, la cifra más alta registrada para ese mes en los últimos 10 años.

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Con lo que se espera una contracción para lo que resta del año por razones naturales. “Fisiológicamente una planta, cuando tiene un ciclo de producción como el que estamos reportando en este momento, en el ciclo siguiente definitivamente va a tener una disminución en su productividad”.

El pronóstico de cosecha de la FNC para el segundo semestre de este año es de 7.1 millones de sacos, lo que sugiere que la cifra va a ser menor en un millón de sacos en ese periodo.

“Sin embargo, esto demuestra una vez más que la oferta de países como Colombia, que es el tercer productor de café del mundo y el segundo de café arábico, es absolutamente necesaria”, enfatizó el gerente de la FNC.

Y agregó que el país se sigue consolidando como un país que genera certidumbre para la industria del café.