Proceso constituyente buscaría esconder la pobre gestión del Gobierno Petro

La idea de cambiar la Constitución de 1991 ha despertado críticas entre opositores y analistas políticos. El proyecto podría impulsar a los candidatos afines al Gobierno para las legislativas de marzo.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la primera dama, Verónica Alcocer. Foto: Presidencia de Colombia.
30 de diciembre, 2025 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — Impulsar un proceso para modificar la Constitución de 1991 en Colombia es una “maniobra” que buscaría esconder la pobre gestión del Gobierno de Gustavo Petro, dijo a Bloomberg Línea Carlos Arias, analista político y gerente de comunicaciones de Estrategia y Poder.

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“Es claramente una incitación de Gustavo Petro para avivar el discurso electoral y avivar la opinión pública alrededor de los candidatos que tiene el Pacto Histórico”, dice Arias, quien, además, asegura que “le permite al gobierno disipar y alejar todas las críticas a su gestión en diferentes sectores, e incluso algunos de sus escándalos en algunos temas”.

A juicio del analista, la opinión pública, los medios de comunicación, los opinadores, se van a concentrar en lo que implica el proceso constituyente y en las consecuencias que trae, así como en “las similitudes que tiene el proceso constituyente, el cambio de la cúpula militar con lo que está sucedió en Nicaragua y en Venezuela”.

Arias explica que “eso hace que Gustavo Petro pueda alejar todas las críticas sobre lo que es hoy su pésima o muy débil gestión”.

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Así como hay críticos a la Constituyente que impulsa Petro, también hay defensores. “A mí no me asusta la palabra constituyente, ni la considero una amenaza a la democracia”, aseguró Juan Fernando Cristo, exministro de Petro y hoy precandidato presidencial, asegura que el debate hay que darlo.

En esa línea, considera Cristo que “necesitamos con urgencia una profunda reforma política, reformar la justicia y el ordenamiento territorial y esas reformas no se han podido concretar desde hace varios periodos presidenciales y de Congreso”.

Arias advierte que adelantar un proceso de esas características puede traer riesgo institucionales y políticos.

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“Puede que la gente olvide o se distraiga de la pésima gestión de este gobierno, y que eso influya en un blindaje a la campaña de Iván Cepeda, que apenas ayer se mencionó tímidamente la inconveniencia del proceso constituyente, pero que no la rechaza completamente, y que en otros escenarios ha señalado que es importante reformar la Constitución”, puntualizó.

Además, para Arias es un riesgo que la agenda mediática se mueva alrededor de esto y no alrededor “de lo que hoy representan estructuras políticas en candidatos a Senado y Cámara en diferentes regiones, que claramente tienen alianza o cercanía con las disidencias de las FARC, con el Ejército de Liberación Nacional y con bandas delincuenciales”.

Desde la oposición política a Petro se rechaza la idea de un Constituyente en temporada electora, mientras tanto, comparan las similitudes que tiene el documento radicado con las que tuvo en 1999 la presentada por Hugo Chávez en Venezuela para dar paso a la dictadura que hoy Gobierno el país vecino.

Petro se defiende y asegura que el proceso constituyente no será en temporada electoral y que será el próximo presidente el que tendrá que adelantarlo y no él.

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