Bogotá — El ecosistema de startups colombiano, conformado por 1.327 empresas en la actualidad, no fue ajeno a la crisis de empresas emergentes global ante la falta de disponibilidad de capital riesgo y el cambio de perspectiva en la industria, que llevó a que los negocios encontraran otras formas de apalancarse financieramente y dieran prioridad a su rentabilidad.
El informe Tech Report 2022-2023, de KPMG, dice que a pesar del complejo panorama que afrontaron los negocios desde el año pasado esto no se reflejó en la mortalidad de compañías, sino que, al contrario, el número de startups aumentó un 19% frente a la anterior medición en 31 diferentes sectores.
Un 73,2% de las startups mapeadas emplean a menos de 20 personas, lo que se fundamenta en el hecho de que, si bien son empresas de alto crecimiento, también son de alto riesgo: “Muchas son creadas, pero también muchas fallan”.
Cundinamarca es en la actualidad el departamento con mayor concentración de startups (60%), seguido de Antioquia (21%), Valle del Cauca (7,8%), Santander (2,6%), Atlántico (2,4%) y Caldas (1,4%).
De las startups mapeadas, más del 55% fueron fundadas entre los años 2016 y 2022 (ambos inclusive), mientras que en lo que va del 2023 se han creado únicamente 11.
“Además de lo temprano de la encuesta (entre enero y marzo), podría haber un descenso en las creaciones motivadas por la debilidad general que muestra el sector tecnológico a nivel global en la actualidad. Sin embargo, es muy temprano para confirmar esta tesis”, explica.
Más de la mitad de las empresas se dedican exclusivamente al B2B, mientras que casi 18% hacen tanto B2B como B2C, y casi 20% se dedica exclusivamente a B2C.
¿Se vio impactada la atracción de capital?
KPMG cree que la importante caída de las inversiones en el 2022 -en el que las startups del país levantaron poco más de la mitad de los fondos que en el 2021- “no debe levantar las alarmas del ecosistema, ya que sigue la tendencia global”.
“En 2022, los fondos especializados en startups disminuyeron considerablemente sus inversiones por la incertidumbre económica, miedo a una recesión y las caídas en los precios de acciones de las empresas tecnológicas. Esta tendencia se ha extendido a lo que va del 2023″, agrega.
Según el informe, entre 2013 y 2023 las startups colombianas han levantado un total de US$4.570 millones.
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Los autores resaltan que el ecosistema colombiano ha sido el tercero más exitoso en levantamiento de fondos en Latinoamérica, únicamente detrás del brasileño (US$18.900 millones) y el mexicano (US$6.050 millones) en ese período.
El sector tecnológico que más ha captado inversiones en el período 2013-2023 en Colombia es el de supply chain, con más del 52% de las inversiones.
Sin embargo, “una vez normalizamos el análisis al excluir a Rappi, observamos cómo los sectores finTech, real estate y foodTech rápidamente ganan relevancia”, dice KPMG.
Se tiene además que las startups de Bogotá han levantado casi 93% de los fondos del ecosistema, mientras que las de Medellín han levantado casi 7%.
Bogotá tiene un ticket promedio de US$13,46 millones (US$6,34 millones sin Rappi) y Medellín de US$4.61 millones. Cali, a su vez, tiene un ticket promedio de US$1,72 millones y 14 deals.
La deuda del ecosistema colombiano
A pesar de que el ecosistema colombiano es destacado por su trabajo en red y coparticipación de diferentes organizaciones, también hay puntos grises.
Entre ellos, los autores del reporte se refieren a “la gran carencia del ecosistema colombiano” de no haber alcanzado hasta ahora “un exit de importantes magnitudes”.
“Evidentemente, se espera que a su debido tiempo Rappi se convierta en esta gran historia de éxito. (...) el objetivo final de emprendedores e inversionistas suele ser salir a bolsa o que su startup sea adquirida, para así ver ampliamente retribuida su inversión de tiempo, dinero y esfuerzos, así que tener un mercado profundo de valores y fusiones y adquisiciones es clave para los actores involucrados puedan alcanzar este objetivo”, dice sobre este punto.
De otra parte, se refiere al enfoque de las startups e insta a Colombia a profundizar en la internacionalización.
Esto en la medida en la que “para ser un ecosistema verdaderamente global, las startups deben también apuntar al mercado global, eso sí, sin descuidar nunca las bases de lo que ya se ha construido a nivel local y regional”.
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