El 13 de marzo del año pasado el Gobierno de Gustavo Petro radicó ante el Congreso de la República el proyecto de ley de reforma laboral. Aunque han pasado 13 meses desde entonces, y aunque la iniciativa ya se cayó y volvió a ser presentada, apenas se espera que la próxima semana arranque su primer debate en la Cámara de Representantes.
La reforma, bandera del presidente Petro, empezará a ser discutida en el legislativo con dos precedentes: el hundimiento de la reforma a la salud en la Comisión Séptima y debido a la mayoría de votos que obtuvo la ponencia de archivo, y el aplazamiento en el Senado de la discusión de la reforma pensional.
Y es que el ambiente entre el Congreso y el Gobierno no es el mejor. El presidente de legislativo, Iván Name, decidió levantar este miércoles y de forma unilateral la sesión de la Plenaria del Senado en “protesta” a las declaraciones del jefe de Estado sobre la financiación de empresas extranjeras a congresistas: “En la Comisión Séptima de Senado nos derrotó Keralty por ahora. No es cualquier cosa. Nos derrotaron unos cuantos parlamentarios financiados por unos extranjeros”, expresó el mandatario en su cuenta de X.
No obstante, también es cierto que este proyecto de reforma laboral es el que, entre la reforma a la salud y la pensional, ha generado más acuerdos y mayores consensos. Por lo que está sobre la mesa la pregunta de qué tan fácil será su trámite en el Congreso una vez arranque su discusión.
El viceministro de relaciones laborales e inspección, Edwin Palma, le dijo a Bloomberg Línea que la reforma se necesita para cumplir la Constitución, para desarrollar la constitución del trabajo y para cumplir compromisos internacionales.
Asimismo destacó que se requiere que el proyecto se convierta en Ley para modernizar las relaciones laborales y formalizar sectores que están por fuera de los derechos laborales. También para reducir brechas de género en el trabajo.
En una columna reciente, Palma expresó que la laboral lleva más de un año ganando terreno. “Lo que implica que trabajadores, sindicatos y empresarios abran sus mentes, renueven sus agendas y contenidos, se modernicen y se avengan a lograr acuerdos en el marco del diálogo social eficaz”.
No obstante, Fernando Posada, consultor político, comentó que “no es normal ni usual que cada vez que a un presidente se le caiga una reforma asuma un tono beligerante y ofensivo frente al Congreso, como lo ha hecho en repetidas ocasiones Petro”.
En ese sentido, añadió que “esto lejos de construir un espacio propenso para aprobar nuevas reformas, lo que hace es enrarecer cada vez más el ambiente y crear rivalidades como la que estamos viendo entre el senador Name y el Presidente. Entonces lo que se logra es que se cierren completamente las puertas y que lo que veamos sea una temporada de parálisis y proyectos archivados”.
Lo que opinan los empresarios
La encuesta de Bitácora Express de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) revela que los empresarios sienten gran incertidumbre y preocupación por el deterioro de las cifras de empleo y el impacto de la reforma laboral.
Y es que recordemos que durante el primer bimestre de 2024 se perdieron 277.000 empleos, en comparación con el mismo periodo del año anterior, siendo el comercio uno de los sectores más afectados. Además, según el Dane, en febrero de 2024 el número de ocupados en el comercio disminuyó en 167.000, un 4% menos en comparación con el mismo periodo del año pasado.
En enero, según la Encuesta Mensual de Comercio, el empleo en el sector detallista moderno disminuyó 0.2%. “Este saldo en rojo significa un doloroso deterioro en el empleo formal y es una consecuencia del pésimo comportamiento del comercio que se viene registrando desde finales de 2022″, expresó Jaime Cabal, presidente de Fenalco.
Ahora bien, para el 86% de los empresarios el nivel de contratación de mano de obra en sus empresas, durante este año, se quedará igual (47%) o disminuirá (39%). Solo un 14% espera incrementar su número de empleados, una reducción de cuatro puntos porcentuales con respecto a los resultados obtenidos hace un año.
De acuerdo con la encuesta de Bitácora Express, de llegar a aprobarse la reforma laboral, afectaría al 81% de las empresas del comercio, en especial a restaurantes, bares, hospedajes, transporte, entretenimiento y empresas de vigilancia y seguridad privada; toda vez que estas realizan actividades en horario diurno, nocturno, domingos y festivos.
El 31% de los empresarios manifestó que de llegar a encarecerse los costos laborales, producto de la reforma, tendrían que verse obligados a reducir o evitar la contratación de nuevo personal. El 21% ajustaría horarios de atención para reducir costos. Un 19% afirmó haría ajustes de precios.
Asimismo, el 17% acudiría a sustituir mano de obra por tecnología, 12% prescindiría de personal no contratado a término indefinido, 7% reduciría los turnos de trabajo nocturno y 6% estudiaría la posibilidad de cerrar puntos de venta.
En cuanto a la inversión, para el 2024, el 77% de las respuestas obtenidas están relacionadas con la reducción de esta variable, lo que refleja el momento de gran incertidumbre que se percibe en el mundo de los negocios en la actualidad. Ese porcentaje el año pasado fue 71%.
“Ante este panorama, con unos índices económicos tan bajos y sobre todo con un pobre crecimiento del PIB, Colombia no puede darse el lujo de promover una reforma laboral que destruya cerca de 450.000 empleos, impulse la inflación y aumente el 30% (más del 40%, si se tiene en cuenta el aumento del salario mínimo) los costos laborales de las MiPymes”, enfatizó Cabal.
Y añadió que es urgente implementar un plan de reactivación, teniendo en cuenta que el 91% de los empresarios consultados consideran necesario hacer una modernización del código laboral pero no en los términos que plantea el Gobierno Nacional.