Los operadores están atentos al apoyo del presidente Trump a los combustibles fósiles y el pronóstico revisado de la AIE con respecto a la demanda global hasta el 2027.
Este año ha sido alcista para las materias primas blandas, con los problemas meteorológicos y de suministro alimentando temores que impulsaron al alza los precios del café y el cacao.
Según la última previsión de la AIE, la demanda de carbón aumentará hasta casi 8.900 millones de toneladas en 2027, aproximadamente un 1% por encima de los niveles de 2024.
El carbón, la fuente de energía más contaminante del mundo, sigue siendo popular entre las economías en desarrollo que luchan por suministrar calefacción y electricidad a su creciente población