El informe indicó que no está claro exactamente quién se está quedando atrás, pero “los datos sugieren que lo más probable es que se trate de aquellos con empleos en el extremo medio-bajo del espectro salarial”.
El debate se ha centrado en los recargos nocturnos y dominicales, pero el reto para las empresas será incorporar aprendices del SENA que ahora gozarán de los beneficios de un trabajador corriente.