La puja por el salario mínimo inició y las centrales obreras apuntan, a como lo prometió el Gobierno, tener un incremento salarial de dos dígitos. Empresarios piden mesura.
Las partes ya han dicho lo que consideran adecuado para el aumento. Desde el Gobierno y los sindicatos se habla de un alza de dos dígitos, los empresarios abogan por cuidar la inflación.
Ya están las cartas del Gobierno y los sindicatos sobre la mesa. Los empresarios no han dicho la magnitud del aumento que quieren hacer, pero sí que lo planteado por la contraparte luce excesivo y contraproducente.
La negociación se realizará durante los primeros 15 días de diciembre. Desde los sindicatos ven poco probable llegar a un acuerdo con los empresarios del país.
Mauricio Villamizar, codirector del Banco de la República, afirmó que una combinación de riesgos inflacionarios —entre ellos un fuerte aumento del salario mínimo, la depreciación del peso y un mayor déficit fiscal— podría obligar a una subida de tasas en los próximos meses.
Desde el primero de diciembre comenzará la discusión que reúne a sindicatos, trabajadores y al Gobierno Nacional. La recomendación de los expertos es subir el salario mínimo con base a inflación más productividad.
Las discusiones salariales se suelen dar en los primeros 15 días de diciembre. La recomendación técnica es un aumento salarial de inflación más productividad.
El banco advierte que un alza significativa del salario mínimo podría obstaculizar la desaceleración inflacionaria prevista para 2026 y obligar al Banco de la República a mantener una política monetaria restrictiva.
El banco advierte que la inflación subyacente se mantiene elevada y que el Banco de la República podría sostener su política monetaria contractiva hasta 2026.
Armando Benedetti, ministro del Interior, puso sobre la mesa la posibilidad de llevar el salario mínimo a COP$1,8 millones en 2026, pero dejó dudas en el aire. Algunos lo ven “en línea” con lo esperado, para otros, aumenta el riesgo de subir tasas.