El parque de skate Ariake
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Bloomberg — El Comité Olímpico Internacional se ganó algo de respeto en las calles después de que un puñado de nuevos deportes captaran inmediatamente la atención mundial. Ayudó que la primera medalla de oro entre ellos fuera para la nación anfitriona, que en gran medida no se había mostrado muy entusiasmada con la celebración de estos juegos en la era pandémica.

El héroe local Yuto Horigome cargaba con un peso para Japón, junto con una cierta responsabilidad de mostrar al mundo que estos juegos merecían continuar luego de meses de controversias. El deporte que eligió, skateboarding, estuvo centrado en dar legitimidad a la decisión de incorporar deportes nuevos y poco convencionales a los Juegos de Tokio. Cualquier duda sobre esa decisión se evaporó tras algunas actuaciones dramáticas que mostraron que, pase lo que pase durante estas dos semanas, los Juegos Olímpicos aún pueden conectarse con la época.

El escenario de Horigome fue la categoría masculina de skateborarding “street” (calle), una demostración de habilidades y acrobacias en un paisaje urbano simulado que incluye escaleras, bancos y pasamanos. La superestrella estadounidense Nyjah Huston era el favorito, trayendo consigo a una audiencia global al ser uno de los patinadores mejor pagos de la historia. A ellos se sumaron otros seis competidores en la final.

Al final de los dos primeros recorridos por el parque, tanto Horigome como Huston estaban bien posicionados, pero no lideraban. El resultado dependía de los últimos cinco trucos: cada uno tenía la oportunidad de realizar una maniobra única y complicada a lo largo de un riel metálico que impresionara a los jueces y les diera calificaciones antas. A los patinadores se les permiten tres “gimmes”: intentos fallidos que no cuentan para la puntuación final.

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El final fue emocionante. Huston acertó su primer truco, pero no logró los siguientes cuatro (no pudo aterrizar). Horigome tuvo más suerte, al realizar cuatro de cinco trucos difíciles que implicaron voltear su tabla sobre la barandilla antes de deslizarse hacia un aterrizaje que hizo parecer fácil. Esa consistencia le dio la primera medalla de oro olímpica del mundo en un deporte que muchos habían considerado un pasatiempo infantil. Kelvin Hoefler de Brasil se llevó la plata; la pareja Japón-Brasil en la cima de los nuevos deportes de tabla de los Juegos Olímpicos se volvería conocido. El compañero de equipo de Huston, Eaton Jagger, se llevó el bronce.

La leyenda del skate, Tony Hawk, fue uno de los muchos que nunca pensaron que llegaría ese día. “Cuando era un niño fui criticado principalmente por mi interés en el skate, nunca imaginé que sería parte de los Juegos Olímpicos”, dijo a sus 6,9 millones de seguidores de Instagram después de probar el curso. Este debut mostró este deporte “a una audiencia que nunca lo había visto o simplemente se negó a acogerlo”.

Para Japón, la victoria significó no solo una medalla para su cuenta, sino un impulso moral muy necesario. La preocupación de que la llegada de miles de atletas y funcionarios pudiera empeorar una pandemia que ha llevado al país a repetidos estados de emergencia provocó el rechazo a unos juegos que muchos japoneses estaban a favor de suspender, incluso en medio de estrictos protocolos que incluyen la prohibición de espectadores en la mayoría de los eventos.

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Un día después, como para reafirmar el punto, tres japonesas lograron pasar a la final de skateboarding femenino. Una vez más, fue un final emocionante. Al final de sus dos carreras y su primer truco, parecía que la patinadora holandesa Roos Zwetsloot lo tenía ganado. Pero no logró sacar adelante los siguientes cuatro trucos. La consistencia de Momiji Nishiya significó que Japón tenía asegurado el oro olímpico. Rayssa Leal le dio a Brasil otra plata y Funa Nakayama obtuvo el bronce para Japón.

Pero lo importante no han sido solo las medallas que el COI entregó esta semana en el Ariake Urban Sports Park de Tokio. Es el reconocimiento de que hay una gran cantidad de deportes que muchos no se toman en serio y que merecen crédito.

A una hora de distancia, en Tsurigasaki Surfing Beach, el final de un tifón dio la bienvenida al debut del surf olímpico, coronando décadas de campaña para conseguir la entrada del deporte a los juegos. Después de tres días, en condiciones a veces agitadas y nubladas, fue el turno de Brasil de hacer historia, al llevarse el primer oro olímpico masculino, acompañado poéticamente por una plata para Japón y un bronce para Australia. En el evento femenino, Estados Unidos se llevó el oro y Sudáfrica la plata. El bronce de Japón le aseguró un lugar en cada uno de los primeros cuatro podios en los deportes de tabla.

El hecho de que los deportes que alguna vez se consideraran el refugio de hippies y desertores ahora tengan un escenario global junto a tradiciones centenarias como con la esgrima, el tiro con arco y la equitación es una señal de que los Juegos Olímpicos están creciendo. Se podría argumentar que también son más equitativos, aunque el número de medallas ganadas siguen dominadas por los países más grandes y ricos.

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Más equitativos o no, satisfacen tanto la voluntad como la necesidad de atraer a un público más joven. En realidad, estos deportes no son particularmente nuevos, ni los atletas especialmente jóvenes: a los 22 años, Horigome es mayor que muchos nadadores y gimnastas. Pero sus seguidores definitivamente se inclinan hacia un segmento de edad que tanto el Movimiento Olímpico como cadenas exclusivas deben aprovechar para seguir siendo relevantes.

La relevancia es importante para los hábitos de consumo de estos cambios demográficos. NBC de Comcast Corp. registró una caída del 36% en la audiencia de la ceremonia de apertura de los Juegos, tanto por aire como por streaming, en comparación con los Juegos Olímpicos de Río en 2016. Sin embargo, las descargas de su aplicación de transmisión de video Peacock se ha posicionado a la cima de la clasificación de iOS y Android de la App Annie en EE.UU., un indicador de que los espectadores pueden estar sintonizando, pero no desde sus televisores.

Si bien los eventos estrella como el sprint de 100 metros masculino y el fútbol femenino serán los favoritos de la vieja escuela en la última semana, es probable que la introducción de la escalada deportiva, el kárate y el skateboarding de parque brinden la emoción y el drama que el público anhela. La escalada deportiva mostrará una combinación de velocidad, habilidad y fuerza en diferentes superficies rocosas. En el skateboarding de parque, los patinadores pueden levantarse hacia el aire y superar sus límites. El karate incluirá un combate frente a frente llamado kumite y también kata, una demostración de habilidades específicas.

Aunque puede parecer que los Juegos Olímpicos finalmente han validado algunos deportes anteriormente ignorados, la realidad es que estos atletas modernos están dando nueva legitimidad a uno de los eventos más antiguos del mundo.