Las acciones de Universal Music se disparan en su debut de US$53.000 millones

Las acciones de la compañía de música más grande del mundo escalan hasta en un 43%.

Daddy Yankee.
Por Thomas Pfeiffer
21 de septiembre, 2021 | 06:45 PM

Bloomberg — Las acciones de Universal Music Group BV (UMG) se dispararon en su debut bursátil impulsadas por el interés de los inversores en participar en la empresa dominante en una industria musical resurgente.

Escindida de la empresa francesa de medios de comunicación Vivendi SE, UMG llegó a la bolsa de valores de Ámsterdam con una valuación de 45.400 millones de euros (US$53.200 millones). La salida a bolsa se produce días después de que el sector de grabación musical en Estados Unidos registrara un fuerte crecimiento de las ventas impulsado por el aumento de la audiencia en streaming en plataformas como Spotify y Apple Music durante la pandemia.

Los analistas consideran que UMG es el aplastante vencedor en los nuevos mercados porque produce más estrellas y canciones de éxito que sus rivales, Sony Music Entertainment y Warner Music Group. UMG controla alrededor del 40% de la industria y ese éxito le ayuda a atraer a la nueva generación de talentos. Nueve de los 10 músicos que más vendieron en todo el mundo el año pasado eran artistas de UMG, según el organismo mundial de la industria IFPI.

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Mientras que el streaming muestra señales de estar llegando a su punto máximo en algunos mercados (y muchos artistas aún se están recuperando del impacto de la pandemia en los ingresos de las giras), los analistas han aumentado las valuaciones de la empresa que está detrás de Taylor Swift, Kendrick Lamar, Elton John y los Beatles para tener en cuenta las nuevas fuentes de ingresos procedentes del comercio electrónico, los videojuegos y las aplicaciones de fitness.

La escisión también resultará en una gran ganancia inesperada para Lucian Grainge, CEO de UMG, quien podría recibir más de US$150 millones tras el acuerdo.

Las acciones se dispararon un 36%, hasta los 25,14 euros en Ámsterdam, desde el precio de referencia de 18,50 euros. Las acciones de Vivendi subieron un 21%, hasta los 11,08 euros tras ajustarse por el valor de la escisión.

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El desafío para UMG será mantener su posición de liderazgo cuando una nueva generación de competidores más pequeños y centrados en lo digital intentan alejar a los artistas de las grandes discográficas dándoles más control y más opciones sobre los servicios de los sellos. UMG ha aumentado el gasto en nuevos músicos y compositores en los últimos dos años a medida que ese entorno competitivo infla los costos del talento.

“A medida que el valor de mercado de la música de éxito sigue aumentando, las grandes discográficas compiten cada vez más entre sí y con las nuevas empresas del sector, como Hipgnosis, para firmar y poseer los derechos”, afirma Tim Ingham, fundador del sitio de noticias y análisis de la industria musical Music Business Worldwide.

UMG, Sony y Warner han respondido a la amenaza de la competencia permitiendo a los músicos elegir los servicios de la discográfica que desean, sin dejar de beneficiarse de la potente maquinaria de marketing y distribución mundial de las grandes discográficas.

El “reciente día de los mercados de capitales de UMG subrayó su poderosa posición en la industria y destacó las fuertes tendencias de crecimiento actuales”, escribieron los analistas de Morgan Stanley en una nota de investigación este mes. La firma está asesorando a Vivendi en la escisión.

Más control

Vivendi escindió el 60% de UMG a sus accionistas, dándoles una acción del negocio musical por cada acción de Vivendi que posean, y retiene una participación del 10%.

El fondo de cobertura Pershing Square Capital Management LP de Bill Ackman compró el 10% de UMG a Vivendi en los últimos dos meses, y un consorcio liderado por la china Tencent Holdings Ltd. posee el 20% restante.

Vivendi y su accionista mayoritario, el multimillonario Vincent Bollore, han adoptado un enfoque de no intervención en su activo más lucrativo, dejando a Grainge y a su equipo ejecutivo a cargo de la toma de decisiones importantes.

Por esta razón, los analistas no esperan que la transición de UMG a ser una empresa pública suponga un cambio inmediato en la estrategia o en la forma en que Grainge dirige el negocio.

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La música se ha recuperado de forma espectacular desde principios de siglo, cuando Internet acabó con el mercado de los CD.

Las discográficas aún tienen trabajo por hacer para que las nuevas empresas tecnológicas y de redes sociales obtengan licencias de música y retiren las canciones por las que no han pagado.

Pero el streaming está haciendo que el negocio sea más predecible gracias a la gran cantidad de datos que pueden recopilar sobre los gustos del público en las redes sociales y en plataformas como Spotify y Apple Music.

“Son mucho más raras las ocasiones en las que una gran discográfica se arriesga a dar un anticipo de US$10 millones a un artista cuyo disco fracasa, y que luego abandona el acuerdo dejando a la gran discográfica con una deuda de millones de dólares”, dijo Ingham.

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