Bloomberg — Cuando Catherine Moring, presidenta de la Asociación de Salud Pública de Misisipi, dio positivo en la prueba de Covid-19, recurrió a la ivermectina para mantenerse a salvo.
Las autoridades sanitarias federales advierten de que una dosis inadecuada de ivermectina, un medicamento utilizado a menudo para tratar los parásitos de los animales domésticos, puede provocar náuseas, mareos, convulsiones, coma e incluso la muerte.
Moring, sin embargo, prefirió la información de los boletines, las redes sociales y los podcasts como el de Joe Rogan, el comentarista número 1 de Spotify, que tomó el antiparasitario para su propia infección. Moring, una dietista de 37 años no vacunada, también leyó artículos de investigación y habló con médicos que conocía.
“Cuando se dosifica adecuadamente y se administra bajo el cuidado de un médico, es uno de los medicamentos más seguros del mercado”, dijo Moring. “La gente está infectándose con Covid-19 y se está asustando y piensa que más es mejor, y por eso tiene mala fama”.
Aunque Moring apoya personalmente el uso del fármaco, la propia Asociación de Salud Pública de Mississipi advierte contra el tratamiento de la ivermectina para el Covid-19.
“La ivermectina no es un antiviral (un medicamento para tratar los virus)”, según el sitio web. “La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) NO ha aprobado su uso para tratar o prevenir el COVID-19 en humanos”.
Haciendo eco de la controversia sobre la hidroxicloroquina, el medicamento antiparasitario promocionado por el ex presidente Donald Trump como una innovación contra el Covid-19, la ivermectina se ha convertido en un pararrayos en las guerras culturales del coronavirus. A pesar de las preocupaciones sobre la seguridad y de una ola de envenenamientos, ha sido promovida por grupos marginales, celebridades y en las redes sociales.
Este mismo jueves, la ivermectina salió a relucir durante los comentarios del público en una reunión consultiva de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (o CDC por sus siglas en inglés) sobre refuerzos de vacunas. “Si realmente se preocuparan por la salud pública, recomendarían la ivermectina para los protocolos de tratamiento y prevención, y dejarían de hacerle propaganda en contra”, dijo Brian A. Wilkins, que dirige un sitio llamado The COVID Blog (El Blog del Covid-19 en inglés).
Mientras tanto, los esfuerzos de vacunación contra el Covid-19 cuentan con escépticos de alto perfil, como la rapera Nicky Minaj, que tuiteó que el amigo de su prima sufrió una inflamación genital después de una inyección. El asesor de Covid-19 de la Casa Blanca, Anthony Fauci, respondió en CNN que la cantante debería “pensar dos veces antes de propagar una información que realmente no tiene base, salvo una anécdota única”.
Moring, que es directora ejecutiva de un centro de bienestar en el Hospital General de Tallahatchie, en la ciudad de Charleston, dijo que no está en contra de las inoculaciones en general, pero que cree que las vacunas contra el Covid-19 presentan riesgos innecesarios. Ella acudió a un grupo llamado Front Line Covid-19 Critical Care Alliance para que la ayudaran a conseguir una receta de ivermectina.
“Muchos amigos la tomaron, porque el Covid-19 está en todas partes ahora mismo”, dijo Moring. “Me sentí muy cómoda con los estudios que he leído”.
Millones de estadounidenses están siguiendo el mismo camino. Las prescripciones de ivermectina para pacientes externos se multiplicaron por más de 24 desde los niveles prepandémicos a 88.000 por semana en los siete días que terminaron el 13 de agosto. Este año se han recetado cerca de 1,2 millones de recetas de este fármaco en el ámbito minorista, frente a las 340.000 de 2020, según el proveedor de datos Symphony Health.
La ivermectina se utiliza normalmente para tratar infecciones parasitarias tanto en humanos como en el ganado. Sus defensores señalan que William Campbell y Satoshi Omura ganaron un premio Nobel por descubrir el tratamiento.
Este tratamiento “condujo a la erradicación de una ‘pandemia’ de enfermedades parasitarias en varios continentes”, afirma Front Line en su página web.
Algunos estudios han demostrado que el fármaco puede reducir la carga viral, según establecieron los investigadores de la Universidad de Oxford en un gran ensayo. Pero muchos estudios muestran que los beneficios de la ivermectina para los pacientes de Covid-19 son pequeños y carecen de buenas pruebas, según una revisión reciente del Grupo Cochrane de Enfermedades Infecciosas, que evalúa las prácticas médicas.
Merck & Co., uno de los fabricantes de ivermectina, no respondió a una solicitud de comentarios. La empresa dijo en febrero que no había base científica para tratar el Covid-19 con ivermectina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea del Medicamento también recomiendan utilizarla sólo en ensayos clínicos para el tratamiento del Covid-19.
Algunas personas que no pueden obtener recetas están tomando fórmulas para animales. Las ventas de ivermectina y las intoxicaciones se han disparado a la par y la FDA advirtió en Twitter: “No eres un caballo. No eres una vaca. En serio. Déjalo ya”.
Moring dijo que consultó el sitio web ivmmeta.com, que ofrece un “metaanálisis en tiempo real de 63 estudios” sobre el uso de la ivermectina en el tratamiento temprano del Covid-19. El sitio está gestionado por un grupo anónimo de investigadores identificados por el nombre de Twitter @covidanalysis. Twitter suspendió la cuenta el año pasado por infringir las normas de la plataforma.
Rogan, cuyo podcast llega a unos 11 millones de oyentes, dijo que la ivermectina era uno de los varios tratamientos (incluyendo anticuerpos monoclonales, un antibiótico y un esteroide) que tomó. Un vídeo que hizo promocionando la ivermectina fue etiquetado por Instagram advirtiendo que los tratamientos Covid-19 no aprobados pueden causar daños graves.
Muchos medios de comunicación social siguen luchando contra la desinformación. Media Matters for America, un organismo de supervisión progresista, encontró 54 páginas de Facebook que promocionaban el medicamento como una solución contra el Covid-19. Algunas fueron retiradas tras el informe, pero 37 siguen activas.
“Facebook ha luchado repetidamente para hacer cumplir sus políticas contra la desinformación del Covid-19″, dijo la directora asociada de investigación de Media Matters, Kayla Gogarty. “Hay docenas de grupos anti mascarillas, sigue habiendo docenas de grupos antivacunas, y ahora tenemos estos grupos centrados en la ivermectina que siguen en la plataforma y ganando miembros”.
Facebook elimina el contenido que permite a los usuarios comprar, vender o donar ivermectina, según un portavoz. Twitter y TikTok también dijeron que están combatiendo la desinformación sobre los tratamientos. Twitter suele etiquetar afirmaciones engañosas sobre la eficacia o seguridad de medicamentos no aprobados contra el Covid-19. Reddit, un foro de medios sociales, también ha restringido el acceso a una sección en la que se habla de la ivermectina.
TikTok ha ido más allá, prohibiendo los mensajes que promueven la ivermectina como cura del Covid-19. Sin embargo, algunas publicaciones llegan a pasar las restricciones, a veces simplemente evitando mencionar el fármaco por su nombre.
Mississippi tiene la tasa de mortalidad por Covid-19 más alta de Estados Unidos con 313 por cada 100.000 habitantes. Es uno de los estados del país menos vacunados, con menos del 47% de la población cubierta, según el Bloomberg’s Vaccine Tracker (rastreador de vacunas de Bloomberg).
Moring dijo que al principio evitaba las vacunas porque las mujeres embarazadas estaban excluidas de los ensayos de vacunas. “Me ponía un poco nerviosa”, dijo.
Aunque los CDC han concluido desde entonces que las vacunas contra el Covid-19 suponen poco riesgo para las mujeres embarazadas y lactantes, Moring mantiene su postura.
“El argumento de ayudar a tu vecino y ser un buen ciudadano no tuvo mucho sentido para mí desde el principio”, dijo. “Simplemente creo que no conocemos sus efectos de largo plazo”.
Cuando se le preguntó por qué la FDA y los CDC advirtieron contra la ivermectina, Moring dijo que todo se reduce al dinero. Señaló los US$3.200 millones que el gobierno está destinando al desarrollo de nuevos antivirales.
“Pero ya tenemos uno. Lo que pasa es que no hay dinero en él”, dijo Moring, haciendo eco de una teoría conspiratoria común de que el gobierno está trabajando con las grandes compañías farmacéuticas para maximizar las ganancias. “La ivermectina es lo más barato que hay”.
