La Navidad de la venganza se acerca, con o sin ómicron

Bloomberg Opinión — Prepárese para la omninavidad. Incluso en medio de la preocupación por la nueva variante y el aumento de las restricciones, muchos consumidores seguirán haciendo todo lo posible para compensar el año 2020.

No todo el mundo está de acuerdo, por supuesto. En el Reino Unido, incluso antes de la decisión del Primer Ministro Boris Johnson de poner en marcha su llamado “Plan B”, había señales de precaución en los viajes, la bebida y la comida. El organismo comercial UKHospitality dijo que los datos anecdóticos apuntaban a una pérdida de reservas en respuesta directa a la variante. El Grupo Azzurri, propietario de los restaurantes Zizzi, ASK Italian y Coco di Mama, se ha hecho eco de esta afirmación. Ha visto aumentar las cancelaciones desde finales de noviembre, sobre todo entre los grandes grupos y en los centros de las ciudades, que se habían recuperado bien.

La compañía de viajes TUI AG, cuyos mayores mercados son el Reino Unido y Alemania, dijo el miércoles que la variante estaba afectando las ventas de las vacaciones de invierno, después de que se hubieran recuperado con fuerza. Esto hace eco de los comentarios de EasyJet Plc, que dijo que había visto una “suavización” de la demanda hasta finales de este año, con algunos clientes transfiriendo sus reservas a principios de 2022. Los viajes nacionales se mantuvieron, al igual que la demanda de vacaciones en la playa el próximo verano, pero las escapadas internacionales a ciudades tuvieron un golpe mayor.

Algunas personas ya están evitando la oficina de nuevo, lo que supone un retroceso para los negocios que dependen de los transeúntes que se dirigen a su trabajo y que habían visto crecer sus ventas de forma constante (algunas peluquerías han visto cómo los clientes aplazaban sus citas prenavideñas). Las recientes recomendaciones para el trabajo desde casa y otras restricciones, como los pasaportes de vacunas para los grandes locales, podrían aumentar aún más ese nerviosismo.

Sin embargo, incluso la semana pasada, los pubs y restaurantes londinenses seguían estando ocupados. Mientras que algunas personas, especialmente los clientes de mayor edad, se muestran más precavidos, otros siguen adelante con sus planes. Azzurri ha visto cómo algunas grandes fiestas han adelantado sus reservas de la semana anterior a la Navidad a una fecha anterior, en lugar de cancelarlas, por temor a que se produzca otro cierre.

Esta decisión subraya la mentalidad imperante en estas Navidades. La gente quiere ver a sus amigos y familiares, y mimarlos con regalos, para compensar el pésimo mismo trimestre de 2020. No sólo se cerraron restaurantes, pubs y tiendas durante gran parte del tiempo, sino que las estrictas restricciones hicieron que muchas familias no pudieran reunirse físicamente durante las fiestas.

Un modesto recorte en la socialización sería bueno para el comercio minorista. Si los británicos optan por quedarse en casa en lugar de comer fuera, o incluso cancelan una escapada al sol de invierno, eso significa comprar más pigs in a blanket (salchichas envueltas) y otras comidas de fiesta en los supermercados. A menos que las reuniones se cancelen por completo, seguirán comprando regalos para parientes a los que quizá sólo hayan visto en Zoom el año pasado. Incluso los pequeños regalos de Secret Santa (intercambio de regalos estilo amigo secreto) están volviendo a aparecer. Y en medio de las preocupaciones por la cadena de suministro, los compradores ya han hecho sus compras.

Lo que surja con el ómicron en los próximos días determinará cómo será la última oleada de gasto de los consumidores en 2021. Después de que las empresas de hostelería perdieran su periodo comercial más lucrativo en 2020, y dadas las altas expectativas para el llamado trimestre dorado de este año, un retroceso significativo sería un doble golpe.

Pero a menos que las cifras de casos aumenten aún más rápido, o que el gobierno pase del Plan B a un cierre total, parece que el ómicron no será rival para la venganza navideña.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.

Este artículo fue traducido por Andrea González