EXCLUSIVO: Ecuador apunta a recuperar sus reservas petroleras y licitará campos en producción

En entrevista con Bloomberg Línea, el ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, Juan Carlos Bermeo, cuenta los planes del país para duplicar su producción petrolera

El ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, Juan Carlos Bermeo, cuenta los planes del país para duplicar su producción petrolera.
21 de febrero, 2022 | 01:00 AM

QUITO — Ecuador produce 493 mil barriles diarios de crudo y la meta del Gobierno es duplicar esa cifra y llegar al millón de barriles en 2025. Sin embargo, esta intención se complica luego de que el país atravesara severas roturas de sus principales oleoductos que le han significado grandes pérdidas. Asimismo, está pendiente la renegociación de la deuda con China atada a las preventas petroleras.

Pero lo que más complica la aspiración de la administración de Guillermo Lasso es que la Corte Constitucional determinó que no se puede explotar una parte importante del Parque Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana, donde se encuentra el bloque Ishpingo, uno de los más grandes del país.

Ishpingo es parte del bloque 43, denominado ITT, donde existen 458 millones de barriles de reservas y de esas, 400 millones pertenecen a Ishpingo. El ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, Juan Carlos Bermeo, señaló a Bloomberg Línea que al momento el Gobierno estudia otras posibilidades para potenciar la producción ante la imposibilidad de explotar la mayoría de este campo.

Una de las alternativas es licitar pozos cerrados, que pueden ser reabiertos con nueva tecnología. Asimismo, se alista la concesión de campos en producción, en ellos Sacha, conocido como la “joya de la corona”, que produce alrededor de 70 mil diarios pero tiene reservas por más de 350 millones de barriles. Si se concesiona, Sacha podría producir 25 mil barriles extra por día. Todas estas posibilidades serían de la mano de la empresa privada, a través de contratos de participación, en los que inversores reciben su paga en crudo.

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En esta entrevista exclusiva, Bermeo habla también de la renegociación de deuda con China atada a las preventas petroleras, de los proyectos mineros y energéticos y de cómo el país necesita apurar su transición ecológica ante el escenario de que el petróleo se termine en menos de 10 años.

LAS ALTERNATIVAS PARA PRODUCIR

¿La decisión reciente de la Corte Constitucional que impide las actividades petroleras en el área de amortiguamiento del Parque Nacional Yasuní hace que la meta de duplicar la producción petrolera a 1 millón de barriles diarios se vea comprometida o aún considera que se van a poder cumplir los planes?

Yo he insistido en un eslogan muy mío y es que la meta es ambiciosa pero alcanzable. Somos muy respetuosos de los órganos del Estado y la Corte Constitucional es uno de ellos y tenemos que recibir ese dictamen con la prudencia y a la vez mirar cuáles pueden ser las aristas legales que caben respecto a eso. Pero eso será una decisión de la Presidencia, de la Secretaría Jurídica de la Presidencia, obviamente con la participación del Ministerio, pero quien lidera esas decisiones en primera y última instancia es el presidente.

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Sin embargo, estamos haciendo ya los análisis frente a la posibilidad de que no podamos intervenir la zona de amortiguamiento. Tenemos que ver qué tipo de acciones podemos desarrollar para poder incrementar la producción, no hay duda de que Ishpingo es un campo extremadamente bueno y en las plataformas A y B, que tienen licencia ambiental, probablemente vamos a adelantar la fecha (de inicio de producción). No quiero adelantarme con días y horas, pero es muy probable que adelantemos, vamos a ver si hacemos una jugada estratégica y logramos adelantar.

¿Las plataformas A y B, cuántos pozos tienen?

En estas plataformas hay 40 pozos, 23 en la A y 17 en la B.

¿Cuáles son las otras opciones en las que se está trabajando para alcanzar la meta de producción?

Vamos a empezar un programa de reactivación de pozos cerrados. Es un tema interesante porque hay muchos pozos que por varias razones se abandonaron y se cerraron y son pozos de los que, tal vez invirtiendo en trabajos de recuperación, se pueda obtener producción por ahí.

¿Esto sería con la empresa privada?

Habría que mirar la empresa privada y la modalidad contractual. Hay que perforar más pozos, hay que acondicionar pozos. En el contrato de Tambococha (ITT) hubo una inversión como de US$ 130 millones en 2020, en Coca Payamino (Orellana, noreste) son como US$ 53 millones y estamos ahora en el proceso de adjudicación de Ishpingo (ITT). Son valores enormes.

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REGLAS, CONTRATOS Y LICITACIONES

Ministro, el presidente acaba de expedir el Reglamento de la Ley de Hidrocarburos, ¿cuál es su importancia?

Como lo he dicho, el reglamento pavimenta la vía para la producción, sino teníamos tropiezos por todos lados, era un camino empedrado en el que ibas un metro y regresabas dos o no podías caminar. Este reglamento lo que hace es pavimentar la vía hacia la producción petrolera, al incremento de la producción petrolera.

Aunque hay varios puntos relevantes en el reglamento, ¿cuál es el más importante para usted?

Al menos siete, pero uno fundamental es la entrega de los campos en producción: poder licitar campos en producción que antes no se podía, había que licitar campos con cero actividad y se empezaba desde la fase exploratoria. Otro de los hitos es que las empresas entran bajo contrato de participación, es decir, el Estado y la empresa privada participan de la producción, ya dependerá de las condiciones del campo, de la productividad, del plan de desarrollo, de los años del periodo del contrato… pero hoy la compañía operadora privada va a recibir (su pago) en crudo, con lo cual puede hacer un booking de reservas para pedir financiamiento, antes no podían porque eran contratos por prestación de servicios.

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Quizá para los inversores este es el cambio más importante, ¿cuál es el beneficio principal para las empresas?

Es sobre todo el incentivo a la inversión, porque mientras más inviertan asegurarán una mayor producción de crudo. Antes, cumplían su plan de desarrollo y no se hacía ningún esfuerzo adicional.

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¿Qué empresas internacionales han mostrado interés por las opciones que existen al momento?

Primero, hay que separar los contratos que maneja el Ministerio, que son 19, de esos contratos. dos empresas han manifestado categóricamente la necesidad de sentarnos a conversar para la migración voluntaria de contratos de servicio a contratos de participación, no puedo dar nombres por un tema de confidencialidad.

De ahí, el interés se demuestra o se evidencia en las rondas petroleras, cuando se lanza al mundo las rondas petroleras, ahí se sabe cuál es el apetito del inversionista. Uno es el apetito por la ronda Intracampos, otro el apetito por Sacha y otro por la Off-Shore, que aparte de ser de distinta condición técnica requiere una especialidad diferente, es un riesgo distinto, son inversiones de distinto calado, todo en Off-Shore cuesta más, la logística, los materiales…

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La ronda Intracampos está planificada para el primer semestre de este año…

Creo que lanzaríamos la ronda del primer semestre.

¿El campo Sacha se va a licitar solo, verdad?

Es lo mejor, no se puede poner a Sacha con un campo chiquito. No tenemos una fecha definida, pero será este año, estamos viendo la mejor alternativa técnica y sobre todo económica.

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MINIMIZAR LOS RIESGOS

Ministro, ¿qué se está haciendo para que los percances que sufrieron los oleoductos del país hace pocos meses y semanas no se vuelvan a repetir?

A nadie, ni al Estado ni al OCP (Oleoducto de Crudos Pesados), le interesa que se rompa su oleoducto. Pero frente al hecho que se produce, primero en diciembre y luego en enero, hubo que tomar medidas urgentes tomar, medidas radicales. En diciembre, nosotros suspendimos el SOTE y el OCP dos días antes de que se produzca el colapso. Fue una decisión audaz en ese momento, pero no se derramó ni un litro de petróleo. Esto provocó 17 días de paralización y a nadie le interesa que eso ocurra.

Cuando ocurrió lo del OCP (28 de enero) por una caída de rocas en la zona, claro que tuvimos problemas gravísimos y hay que destacar la habilidad de los operadores del equipo camionero que estaban en la zona, y de gente que estaba ahí, que construyeron tres piscinas para recoger el crudo en cinco minutos porque no daba tiempo. Así logramos recoger 5.300 barriles de 6.300 derramados.

Se están construyendo nuevas variantes de los oleoductos, ¿pero esa solución será suficiente para que no se repita algo así?

En las nuevas variantes vamos a pasar el tubo al frente, al otro lado del río, en la margen derecho, donde además vamos a hacer la infraestructura de la vía porque es fundamental para garantizar la conectividad. A nadie le interesa que esto vuelva a pasar, pero yo no conozco ningún proyecto que tenga eliminado totalmente el riesgo. Yo soy el primero en ser optimista en que no vuelva ocurrir una cosa de estas.

Con la repotenciación de la Refinería de Esmeraldas, que se espera concesionar a manos privadas, ¿se esperaría producir combustibles de mejor calidad para que la importación derivados se reduzca?

La repotenciación de la Refinería de Esmeraldas tiene algunos objetivos: mejorar la calidad, sin duda, y apuntar hacia una norma Euro 5. Necesitamos ahí un tren de alta conversión que permita obtener ese tipo de combustibles y, en consecuencia, reducir lo que hoy se llama el residuo, que está en 35% y llegar al 4%. Ahí la inversión está planteada en US$ 2.700 millones.

PETRÓLEO PARA MENOS DE UNA DÉCADA

Ministro, usted dijo recientemente que el momento para la producción petrolera es hoy. Hay estudios que afirman que el Ecuador tiene reservas de petróleo para un poco menos de nueve años, alrededor de 1.700 millones de barriles… ¿cómo se puede preparar el país para cuando se acabe el petróleo?

Transición ecológica y para eso se requiere de industrias como la minera, que te permite proveer de los minerales para que los equipos eléctricos puedan seguir funcionando en el mundo entero.

¿A qué le apuesta, entonces, en su gestión, sabiendo que ya no tenemos muchos años de petróleo?

Primero, a recuperar las reservas. Si no hacemos perforación para recuperar reservas, para determinar nuevas reservas en el país, seguiremos consumiendo lo que tenemos, por eso es que los planes Incluyen exploración en algunos casos.

A esto se suma que el porcentaje de recuperación (el crudo que en realidad se puede extraer de un yacimiento) tiene un promedio del 35% en el país, ¿cómo aumentarlo?

Evidentemente, cada campo tiene un factor de recuperación distinto. El recobro en unos puede ser de 12%, 15%, en otros de 40%, entonces hay mecanismos, hay tecnología para que ese factor de recobro se incremente sustancialmente, lo que se llama recuperación mejorada, que necesita nuevas tecnologías que permitan incrementar esa recuperación, para eso tienes que usar a veces productos químicos, tecnologías de alta sensibilidad. Yo creo que tenemos que hacer eso en el campo Sacha, por ejemplo, y para eso es necesaria la inversión privada, no hay duda. Hay que desarrollar los estudios previos que permitan definir qué tipo de tecnología se va a usar y bajo qué condiciones.

APROVECHAR EL PRECIO ACTUAL

La subida del precio del barril de petróleo, que ha superado los US$ 90, le va a significar más ingresos del país, ¿ustedes tienen una proyección de cuánto podría ser?

Ahí se deben medir no solo los ingresos, sino también cuánto gastamos con el tema de los derivados (importación de combustibles). Entonces habría que ver cuál es el efecto neto una vez que tengamos esa información.

¿Qué es lo que debería ser el país con ese excedente de ingresos petroleros que está recibiendo ahora?

Tener el fondo petrolero que se eliminó en el gobierno de Rafael Correa. El fondo de estabilización petrolera, como se llamaba en ese momento, es bueno conceptualmente hablando pero claro que hay tantas necesidades en el país. Hay temas prioritarios, como la infraestructura, el agua potable, todas esas necesidades insatisfechas…

¿Se ha planteado al interior del Gobierno contratar un seguro para las pérdidas de ingresos petroleros como lo ha hecho México, por ejemplo?

Es un tema polémico porque tienes un bando que te dice sí y otro que te dice que no. Es como un seguro de auto, si gracias a dios no te pasa nada, es un gasto en vano, pero si te llega a pasar, es un alivio contar con un seguro. La volatilidad del petróleo impide tomar una decisión. Yo estaba de gerente en Petroamazonas cuando pasó la rotura de los oleoductos al inicio de la pandemia, con un precio del barril de US$ -3, con un seguro de petróleo se habría restituido lo que no estaba entrando en la caja fiscal, pero si pongo un seguro petrolero a $50, ahorita con un precio de US$ 90… Es muy difícil, creo que el país tiene otro tipo de prioridades para gastar esos US$ 300, US$ 400 millones. El programa de desnutrición infantil, por ejemplo, vale US$ 100 millones.

DEUDA CON CHINA, MINERÍA E INVERSIONES

¿Qué esperaría usted de la renegociación de las preventas petroleras con China?

Primero, yo soy de naturaleza optimista. En segundo lugar, tengo que cooperar con todo lo que esté mi alcance para que la Presidencia de la República, que es la que está liderando esto con la Cancillería, defina cuál va a ser la política de negociación, la política de obtención de beneficios de la desvinculación de petróleo de los créditos chinos.

El presidente es bastante realista y ha dicho que tal vez será muy difícil desvincular el petróleo de la deuda, pero al menos mejorar las condiciones…

Creo que hay algunas cosas que se pueden mejorar, desde la fórmula se estableció para la entrega del crudo, pasando por reducir los volúmenes de entrega y extender los plazos, reformar las condiciones de crédito en cuanto a las garantías de petróleo. Hay muchas aristas que se pueden mejorar, todo va a depender, por un lado, de la buena voluntad del gobierno chino y, sobre todo, de la habilidad con la que el Ecuador presente sus legítimas aspiraciones.

Recientemente se registró un conflicto por minería legal en Napo (este amazónico) y usted anunció la suspensión temporal de las operaciones mineras en la zona, ¿cómo está el tema en este momento?

No puedo decir: se acaba la minería en Napo porque ¿qué pasa con los que legalmente tienen derecho a hacerlo? Eso sería casi una confiscación, tengo que hacer resoluciones individualizadas, tengo que guardar las formas y sobre todo garantizar la seguridad jurídica de aquellos que legítimamente tienen un título minero habilitado.

Todos estos episodios hacen que la resistencia a la minería en el país se mantenga o crezca…

Creo que no hemos sido lo suficientemente hábiles para comunicar sobre la minería legal y lo que aporta la minería legal, por eso tal vez la gente tiene esa resistencia. Primero, porque hay grupos que se han dedicado la vida entera a hacer este trabajo contra la minería y probablemente hay comunidades que no sienten el efecto de la minería, un efecto tangible, y eso hay que hacerlo mucho más visible.

Ministro, ¿con qué país se van a encontrar los inversores en este momento?

Con un país democrático, con un gobierno serio, un gobierno responsable, un gobierno que respeta la seguridad jurídica, un gobierno que además ha hecho todo lo que la política pública relacionada con hidrocarburos minería y electricidad ha requerido. Nunca antes se había hecho un decreto como el 151, nunca antes se había hecho un decreto de hidrocarburos que marcara de forma clara la política hidrocarburífera en el país. Los pilares de estos decretos son la seguridad jurídica, la promoción de la inversión privada, un nuevo marco jurídico y transparencia. Si a eso se suma que el gobierno cumple lo que dice, además de la moneda que es el dólar y la situación geopolítica… creo que la respuesta es bastante obvia.

¿Nunca más preventas petroleras ministro?

Por lo menos atadas a unos créditos que nos complican la vida, no.

¿Cuál es el país que quisiera entregar el gobierno en el área de su competencia para 2025?

Un país produciendo petróleo en condiciones responsables, con respeto a la naturaleza, con respeto a las comunidades, una minería entregando a las arcas estatales el sustento económico para desarrollar muchas otras actividades, con generación de empleo y desarrollo para las comunidades.