El logo de TikTok en un celular
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Bloomberg Opinión — La propaganda del Kremlin no sólo llega a los cerebros rusos a través de la televisión. En TikTok, que esta semana ha suspendido todas las subidas de vídeos procedentes de Rusia, algunos “influencers” han conseguido destacar en el mar de vídeos de baile y cocina apoyando la invasión de Ucrania por parte del Presidente Vladimir Putin. El alcance de esta propaganda blanda es potencialmente amplio: TikTok es la décima aplicación más popular en Rusia, con más de 121 millones de descargas en todo el país, según SensorTower, que rastrea el mercado de aplicaciones.

Un ejemplo de finales del mes pasado muestra a una chica saludando con un golpe de puño una imagen de sí misma en la que aparecen las palabras “Rusia” y “Donbas” para mostrar su apoyo a la región ucraniana que Putin dice estar liberando. Un usuario de TikTok con 1,3 millones de seguidores y otro que tiene 3,5 millones crearon sus propias versiones, uniéndose a vídeos similares de cientos de otros usuarios, todos con la misma música electrónica de fondo. Pero algo curioso ha ocurrido con esta particular tendencia de videos. En las últimas dos semanas, muchos de sus vídeos más populares -unidos por esa pista de baile electrónica- se han burlado de la idea original, tachando a los que se unieron de ser títeres pagados del Kremlin.

A lo largo de los años, a medida que ha ido creciendo hasta alcanzar los mil millones de usuarios activos y llegado a desafiar a Facebook como la nueva meca de las redes sociales para los jóvenes, TikTok también ha desarrollado una reputación de albergar información errónea sobre el Covid-19 y difundir teorías conspirativas. Pero en Rusia también puede estar en una posición única para convertirse en una vía - popular- de desafío contra el régimen de Putin. Con tendencias que cambian rápidamente, sus chistes y sus memes, TikTok es una manguera de contenido de video que su gobierno tendrá dificultades para controlar, y mucho menos contener.

Incluso cuando Putin levantó un cortafuegos de hierro alrededor de Rusia este fin de semana, bloqueando Facebook, Twitter y casi todos los medios de comunicación independientes, el servicio de TikTok permaneció imperturbable. Eso siguió siendo así incluso cuando la plataforma comenzó a etiquetar cuentas vinculadas a medios de comunicación estatales rusos, y algunos de los vídeos más populares sobre la invasión de Ucrania -publicados antes de que TikTok comenzara a bloquear las subidas desde Rusia- criticaban a los que promovían la guerra.

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En un caso, un vídeo con 250.000 visitas ridiculizaba la tendencia del video original mostrando el texto “2.000 rublos” y “usuarios de TikTok sin opiniones” sobre un joven que saludaba con el puño una imagen de sí mismo. Otro mostraba: “15.000 rublos” y “TikToker corrupto”. Otro más se lamentaba de los que “vendían sus traseros por un par de cientos de dólares”.

Mientras tanto, algunos de los anteriores vídeos pro-Kremlin han desaparecido, según Ciaran O’Connor, un analista de desinformación del Instituto de Diálogo Estratégico, un think tank de Londres, que recientemente analizó la desinformación rusa a través de TikTok.

¿Quién los retiró? Probablemente no TikTok, dice O’Connor, que se sorprendió al ver la popularidad de esos vídeos disidentes. La empresa pone un cartel en las publicaciones que retira, que suelen ser imágenes de operaciones militares, no videos de baile de moda con una opinión potencialmente controversial. Lo más probable es que los propios titulares de las cuentas notaran la reacción de los comentaristas y se resistieran a un peligro moderno para los influencers: que su opinión original se vuelva... anticuada.

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Aunque parezca una tontería, apunta a una tendencia problemática para Putin. Durante años, sus divisiones de inteligencia, incluida la infame Agencia de Investigación de Internet, han sembrado desinformación en las plataformas de medios sociales con el uso de trolls y bots contratados. Recientemente, news.ru y donbasstragedy.info, que supuestamente estaban dirigidos por defensores de los derechos humanos, difundieron falsas afirmaciones sobre el genocidio del ejército ucraniano.

Pero ante la clara evidencia de que el ejército ruso está bombardeando a la población civil en Ucrania, el Kremlin puede toparse con un muro con los rusos más jóvenes y conocedores de Internet en aplicaciones como TikTok e Instagram. Los rusos pueden seguir viendo vídeos y publicando comentarios en TikTok, según un portavoz, aunque tengan bloqueada la subida de nuevos vídeos. Instagram, que es más popular en Rusia que su hermano corporativo Facebook, funcionaba con normalidad en el país al momento de escribir este artículo.

Los influencers son un fenómeno moderno, a veces inexplicable, cuyos caprichos son difíciles de rastrear y mucho menos de tomar en serio. Pero con gran parte de Internet fuera de Rusia uniéndose en contra de su guerra, los influencers rusos y los TikTokers se están uniendo a un coro global que Putin puede encontrar imposible de detener.

La desinformación, por supuesto, ha abundado en TikTok, y la plataforma no ha sido una defensora de la verdad. Una investigación de Bloomberg el año pasado encontró pruebas de que al menos dos blogueros políticos habían sido censurados en la plataforma, y TikTok puede haber suprimido enlaces de tendencia sobre el crítico del Kremlin Alexei Navalny. Según O’Connor, la aplicación tampoco ha sido coherente a la hora de reprimir el contenido antivacunas durante la pandemia de Covid-19. La empresa matriz de TikTok, ByteDance Ltd., tiene su sede en China, cuyo gobierno se ha negado a utilizar la palabra “invasión” o “guerra” con Rusia.

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Eso significa que las afirmaciones a favor del Kremlin podrían seguir prosperando. Pero las críticas también pueden hacerse virales, y hay pruebas de que ya lo están haciendo. Mientras TikTok e Instagram sigan operando en Rusia y, sobre todo, si TikTok levanta su suspensión de nuevos vídeos en el país, pueden proporcionar una visión alternativa muy necesaria a la línea del Kremlin gracias a la valentía y la creatividad de los jóvenes usuarios enfadados, tanto más poderosa cuando esa visión proviene de los propios rusos.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.