Jefe del banco central de Brasil dice inflación rondará el 6,5% o menos en 2022

El funcionario estimó un mayor crecimiento y una menor inflación de lo que se esperaba inicialmente, además de desempleo más bajo y mejoras en resultados fiscales del gobierno

Presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, en conferencia de prensa el 9 de enero de 2020.
Por Maria Eloisa Capurro
23 de agosto, 2022 | 05:58 PM

Bloomberg — Roberto Campos Neto, el presidente del banco central de Brasil, dijo el martes que espera que los precios al consumidor en la mayor economía latinoamericana caigan durante tres meses consecutivos hasta septiembre y culminen el año con un incremento menor al previsto por los economistas.

Economistas encuestados por el banco central estiman que la inflación será de 6,82% este año y de 5,33% en 2023.

“La inflación este año rondará el 6,5%, quizás un poco menos”, dijo el funcionario en un evento organizado por Moneda Asset Management en Santiago de Chile.

Brasil vio en julio la mayor caída mensual en más de cuatro décadas en los precios al consumidor después de que el presidente Jair Bolsonaro presionara por recortes de impuestos para bajar los precios del combustible que estaban dañando su popularidad antes de las elecciones de octubre.

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Los precios regulados por el gobierno están aliviando en cierta medida a la inflación, sin embargo, los costos de los servicios siguen subiendo, dijo Campos Neto.

“Todavía hay que trabajar muy duro”, para que la inflación se acerque a las metas del banco de 3,5% y 3,25% para este año y el próximo, respectivamente, destacó.

La economía de Brasil se ha visto afectada por el impacto de los alimentos y los combustibles que han mantenido la inflación por encima del 10% desde septiembre. Brasil fue uno de los primeros países de la región en elevar las tasas de interés tras la llegada de la pandemia de Covid-19, y ha aumentado los costos del dinero en 11,75 puntos porcentuales desde marzo de 2021.

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Recientes medidas fiscales centradas en los precios de la gasolina proporcionaron un alivio de corto plazo para la inflación. En su decisión de tasas más reciente, los encargados de la política monetaria dijeron que “evaluarán” la necesidad de un aumento adicional de 25 puntos básicos en septiembre.

“El mercado nos está diciendo que la mayor parte del trabajo está hecho”, indicó Campos Neto.

En medio de impactos inflacionarios persistentes y globales, la mayoría de los banqueros centrales de América Latina aún no puede acercar los aumentos de los precios al consumidor a sus objetivos. Sin embargo, la mayoría de los analistas espera que la inflación se desacelere a un solo dígito para diciembre.

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El mercado está descontando “una inflación más baja a la vuelta de la esquina”, sostuvo Campos Neto. “Pero, ¿y si no es así? Debemos esperar y ver si eso realmente ocurrirá”, agregó, advirtiendo sobre lecturas básicas altas y posibles cambios estructurales en la inflación.

Después de la pandemia, “el proceso de convergencia de la inflación no es el mismo, no es solo una reversión de los precios de la energía”, dijo.

A la zaga en las encuestas antes de las elecciones de octubre, el presidente Jair Bolsonaro recibió luz verde para un programa de gasto social de varios miles de millones de dólares que incluye un aumento en la ayuda en efectivo para personas de escasos recursos. Ese estímulo, junto con un mercado laboral más firme, está ayudando a impulsar la demanda interna y mantener altos los precios.

Este año “tendremos un mayor crecimiento y una menor inflación” de lo que se esperaba inicialmente, indicó Campos Neto. También estima cifras de desempleo más bajas y mejoras sostenidas en los resultados fiscales del gobierno.

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