Bloomberg — El presidente ruso, Vladimir Putin, no participará en la cumbre del G-20 la semana que viene, según personas conocedoras de la organización, ya que Moscú busca evitar las posibles tensiones de alto nivel por su incursión militar en Ucrania.
La decisión del presidente ruso, pone fin a meses de incertidumbre y evita posibles enfrentamientos con otros mandatarios del mundo, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha calificado a Putin de “criminal de guerra”. Por otra parte, Moscú se expone a que el presidente sea despreciado por los mandatarios de Europa en la reunión del quince y dieciséis de noviembre en Bali, Indonesia.
El gobierno ruso mandará a su ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov como sustituto de Putin, señaló una de las personas, que pidieron el anonimato para poder hablar de temas que no son públicos por el momento. Los voceros del ministerio de Asuntos Exteriores y las autoridades de Moscú no contestaron de forma inmediata a las peticiones de información.
Biden declaró en marzo que Rusia tendría que ser eliminada del Grupo de los 20 en respuesta a la invasión, que ha desatado la mayor confrontación europea desde la Segunda Guerra Mundial y ha suscitado el miedo a una intensificación nuclear. El presidente indonesio, Joko Widodo, no quiso revocar la invitación al presidente de Rusia, porque el país, que ostenta la presidencia rotativa del Grupo de los 20, deseaba conservar una posición de neutralidad. En su lugar, Widodo invita a la cumbre a Volodymyr Zelenskiy, presidente de Ucrania.
Preocupaciones de China
Zelenskiy habló con Widodo por teléfono el 3 de noviembre sobre los preparativos para el G-20 y luego dijo a los periodistas que no participará en la cumbre si Putin asiste. Widodo le dijo a Bloomberg en agosto que Putin le había confirmado que participaría, aunque el Kremlin nunca dijo públicamente si el líder ruso viajaría a Bali o participaría por enlace de video.
Los funcionarios rusos esperaban que la cumbre permitiera a Putin tener un contacto informal con sus homólogos estadounidenses y europeos, pero quedó claro que esto no iba a suceder, según Andrey Kortunov, jefe del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia fundado por el Kremlin. “El objetivo es que Putin y Biden se reúnan, pero Biden no parece estar listo para esto”, dijo.
El presidente estadounidense ha dicho que no se reunirá con Putin en Bali para hablar de la guerra en Ucrania y que solo está dispuesto a mantener conversaciones sobre la liberación de ciudadanos estadounidenses encarcelados en Rusia, incluida la estrella de baloncesto de la WNBA Brittney Griner, como parte de un posible intercambio de prisioneros. Sin embargo, habría sido imposible descartar un encuentro casual si los dos líderes se cruzaban en la cumbre.
El presidente chino, Xi Jinping, le dijo al canciller alemán Olaf Scholz en las conversaciones del 4 de noviembre que se oponía al uso de la fuerza nuclear en Europa, en sus comentarios más directos hasta el momento sobre la necesidad de evitar que la guerra de Rusia en Ucrania se intensifique. Los comentarios de Xi enviaron un mensaje claro a Putin de que las amenazas nucleares son una línea roja para China, incluso cuando han declarado una amistad “sin límites”.
Putin enfrentó intensas críticas de los líderes occidentales en la cumbre del G-20 en Australia en 2014, que tuvo lugar poco después de que Rusia anexó Crimea y fomentó la violencia separatista en el este del país. Salió temprano de la reunión.
Después de una serie de retiradas militares contra una contraofensiva ucraniana, Rusia ha recibido condena internacional en las últimas semanas por atacar la infraestructura civil de energía, agua y calefacción de Ucrania con ataques masivos de drones y misiles. Putin anexó formalmente cuatro regiones ucranianas en septiembre que sus fuerzas no ocupan por completo, días después de anunciar una movilización de 300.000 reservistas que desencadenó un éxodo al extranjero de rusos que huían del servicio militar obligatorio.
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