:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/L4YUXKP6INGUFFZMDG3LFWXJUA.jpg "La corrupción es un problema “muy grave”, pero normalizado en Ecuador.")
QUITO — En Ecuador, nueve de cada 10 personas considera que la corrupción es un problema grave o muy grave y el mismo número desconfía de los esfuerzos del Gobierno para enfrentar el problema. Esa es una de las principales conclusiones del Barómetro de la Corrupción 2022 presentado este martes por la Fundación Ciudadanía y Desarrollo en colaboración con Transparencia Internacional.
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En el documento constan varias conclusiones alarmantes, como las siguientes:
- Los partidos políticos en Ecuador son concebidos como las instituciones más corruptas del país, mientras que los militares son el grupo mejor evaluado por la ciudadanía.
- La mitad de las personas en Ecuador cree que las decisiones en el país son tomadas por grupos pequeños de poder y que ellos colocan su beneficio personal, sobre el colectivo.
- Siete de cada 10 personas en Ecuador consideran que los contratos con el Estado solo se pueden ganar con dinero o contactos.
- Una de cada 5 personas en Ecuador ha sido víctima o conoce a alguien que ha sido víctima de extorsión sexual o sextorsión.
- La Policía Nacional es la institución en la que se reportan más uso de contactos personales y pago de sobornos por parte de la ciudadanía que busca acceder a estos servicios.
- Ecuador tiene el porcentaje más bajo de la región sobre si la actitud de los ciudadanos y ciudadanas puede hacer la diferencia en el combate a la corrupción.
- Una de cada tres personas en Ecuador considera como válida dicha premisa “No importa que robe, si hace obra”.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/FOQYNELIC5ARNCZQQGOL2QKZAY.jpg "Colombia y México lideran el rango de pobreza en menores de edad de Latinoamérica")
La corrupción como un problema
Como se indicó previamente, en la investigación se preguntó si la corrupción en el gobierno nacional es un problema en Ecuador y nueve de cada 10 personas, específicamente 93%, afirmaron que la corrupción es un problema grande o muy grande.
Debido a que la corrupción afecta la confianza de la ciudadanía en la institucionalidad, el porcentaje de desconfianza en el Gobierno coincide con el porcentaje de personas que consideran que la corrupción es un gran problema en el país: 93%.
Pero otro dato relevante es que 73% de la población considera que la corrupción aumentó en el último año en Ecuador, mientras apenas 7% cree que la corrupción disminuyó.
La gente cree que el Gobierno no hace lo suficiente
Para el estudio se le preguntó a la ciudadanía cómo calificaría los esfuerzos del Gobierno para abordar la corrupción. Los resultados demuestran una clara insatisfacción con las medidas tomadas hasta el momento, pues “tres de cada cuatro personas opinan que el Gobierno actual está haciendo un mal trabajo en el abordaje de la corrupción”, es decir un 75%.
En la misma línea, una de cada cuatro personas, un 23%, consideran que el gobierno actual está cumpliendo sus promesas en materia anticorrupción.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/QLZH7IGP4ZD4ZAGJLRC4A2FJNQ.jpg "Denuncias de corrupción empujan al Gobierno a remover a gerentes de empresas públicas")
A las mujeres les preocupa más
El informe señala que existen diferencias por género en cómo la corrupción es percibida en Ecuador. Las cifras muestran que las mujeres están más preocupadas por la corrupción que los hombres. Asimismo, el porcentaje de mujeres que percibe un aumento en la corrupción en el último año es mayor al porcentaje de hombres.
De esta manera, 94% de mujeres cree que la corrupción es un gran problema, 76% de ellas piensa que la corrupción aumentó en el último año y apenas 21% considera que el Gobierno está haciendo un buen trabajo en la materia.
Mientras que en los hombres esos porcentajes llegaron a 91%, 69% y 23%, respectivamente.
¿Quiénes son los más corruptos del país?
Ante esta inquietud, la ciudadanía condena claramente a los partidos políticos. Le siguen los asambleístas, jueces y el presidente y su despacho como los peor percibidos por la ciudadanía.
Las organizaciones no gubernamentales, periodistas, líderes religiosos y militares se encuentran entre las instituciones y grupos a los que la ciudadanía valora como menos corruptos en Ecuador.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/Z2BANCRYJNF2ZD32VQT3EMP5BQ.JPG "Percepción de corrupción en Ecuador.")
Diferencias entre Ecuador y la región
Al comparar los resultados del país con el Barómetro Global de la Corrupción para América Latina y El Caribe (2019) se observa que todas las instituciones o grupos objeto de estudio, con la excepción de la Policía, cuentan con percepciones de corrupción por arriba de la media de la región.
La diferencia más notoria se ubica en el sector bancario (diferencia de 24%), que puede atribuirse –explica el documento- al caso de corrupción histórico conocido como ‘El Feriado Bancario’ que en 1999 generó la crisis económica, social y política más grande del país y que ha dejado una huella profunda en la memoria colectiva y en la confianza ciudadana hacia este sector.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/BSHJDGY4B5EI3G3RL4O5O7GCWE.jpg "La pobreza, desigualdad y corrupción son problemas crónicos en LatAm, dice HRW")
La segunda diferencia más marcada, de 16%, entre la cifra nacional y el promedio regional (58 vs. 42 por ciento) es la relacionada con jueces y magistrados.
“Esto podría deberse a la situación de impunidad que existe en torno a la sanción de casos de corrupción así como a sonados casos de corrupción que han involucrado a jueces y magistrados de todo el sector justicia”, apunta el informe.
Por último, los asambleístas son señalados por la ciudadanía, con un 63%, como los más corruptos luego de los partidos políticos. La diferencia respecto del promedio regional es considerable: un 11%.
El estudio sostiene que esto podría deberse a que durante los últimos años la ciudadanía ha escuchado de casos de corrupción que involucran a legisladores y que van desde el cobro de “diezmos” a sus equipos de trabajo hasta condenas por corrupción y delincuencia organizada.
