:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/7U7UFCERGNH5HFFIJRX5XO7MBE.jpg "Evaluación de la corrupción en el sector público de 180 países.")
Ciudad de Panamá — El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional 2022 revela que Panamá está por debajo de la media de la región latinoamericana, ocupando la posición 101 entre 180 países.
La nación canalera obtuvo la calificación de 36/100 (siendo 0 lo más opaco / corrupto y 100 lo más limpio / transparente), ocupando la posición 101 entre 180 países en el rango mundial, resultado que indica que la corrupción en el sector público continúa sin ser combatida eficazmente.
El Índice mide la corrupción en el sector público de 180 países y territorios de todo el mundo, utilizando datos de 13 fuentes externas de expertos mundiales.
A pesar de que Panamá fue incluido en este Índice en 2012, no se ha logrado hacer cambios contundentes que mejoren la capacidad de la lucha contra este flagelo y que generen en el país integridad y un alto a la corrupción, explicó Olga de Obaldía, directora Ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, capítulo panameño de Transparencia Internacional.
El país ha estado fluctuando en un promedio de 38 a 35 sobre 100, bajando o subiendo 1 o 2 puntos año tras año, lo cual no es estadísticamente significativo y, según de Obaldía, “confirma la falta de un verdadero avance institucional en la transparencia y rendición de cuentas del sector público y la certeza del castigo de los actos de corrupción por parte de la administración de justicia”.
El IPC de este año revela que 124 países han mantenido unos niveles estancados respecto al año anterior, mientras que 31 han empeorado y sólo 24 han mejorado, al tiempo que ha subrayado que “la paz mundial se está deteriorando y la corrupción es causa y resultado de ello”. Se indica que “la corrupción y el conflicto se alimentan y amenazan una paz duradera”.
La organización internacional sostiene que “incluso en sociedades pacíficas, la corrupción y la impunidad pueden derivar en violencia al azuzar las tensiones sociales”, mientras que “desviar recursos necesarios para las agencias de seguridad deja a los estados incapaces de proteger al público y proteger el Estado de Derecho”.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/VEHKYJJAZRAFXJQT5WLJABI6GY.jpg "Panamá obtuvo un puntaje de 36/100, por debajo del promedio de la región")
Agregó que “por ello, es más probable que países con mayores niveles de corrupción muestren niveles más altos de crimen organizado y más amenazas de seguridad”.
“Según el Democracy Matrix, Panamá es una democracia deficiente y según el Banco Mundial, un país de renta alta, pero los resultados obtenidos en el IPC son los de un país con un régimen híbrido, camino a transformarse en una autocracia moderada, y los de un país de renta media baja”, indicó Alfonso Illueca.
Añadió que, entre otras cosas, “los resultados obtenidos por Panamá en el IPC nos dan a entrever la posibilidad latente de una grave crisis social y de escenarios de inestabilidad política, promovida por estructuras corruptas, el crimen organizado y actores autoritarios extranjeros. Lo anterior, se comportaría de conformidad con las experiencias recientes de nuestros pares, sépase de quienes han obtenido el mismo resultado que Panamá en el IPC (36/100, 101 de 180 países). El IPC nos deja en compañía, a nivel regional, de Ecuador y Perú, y a nivel global de Kazakstán, Serbia, Sri Lanka, Tailandia, Albania y Turquía, todos con recientes y serios desafíos en materia de conflictos internos e internacionales, y con graves problemas de paz y seguridad”.
Reforzar los controles y equilibrios y promover la separación de poderes, compartir la información pública y defender el derecho a acceder a ella, limitar la influencia privada (captura del Estado) regulando los grupos de presión y fomentando el acceso abierto a la toma de decisiones, además de combatir las formas transnacionales de corrupción y fortalecer la institucionalidad democrática y el respeto a los derechos políticos y sociales de las personas, son algunas de las recomendaciones que de Obaldía insta al gobierno panameño a poner en práctica.
