Venezuela estrenó moderno estadio de béisbol tras años de espera y US$70 millones invertidos

Al primer juego en el Monumental Simón Bolívar, ubicado en La Rinconada, al oeste de la ciudad capital, acudió también el mandatario Nicolás Maduro, quien se instaló en uno de los palcos VIP

Estadio Monumental Simón Bolívar / Raylí Luján
03 de febrero, 2023 | 10:52 AM

Caracas — Luego de dos cambios de nombre, paralización en la obra por falta de recursos y más de US$70 millones en inversión, Venezuela estrenó finalmente su Estadio Monumental Simón Bolívar, el segundo más grande de Latinoamérica para béisbol profesional, frente a cuestionamientos por crisis socio-económica y falta de planificación.

Los más de 35.000 asistentes que acudieron al encuentro entre el equipo venezolano y Panamá, además de haberse topado con pocos espacios para estacionar sus vehículos en las zonas aledañas al parque, ubicado en La Rinconada, en el oeste de Caracas, debieron recorrer hasta ocho cuadras de camino elevado para lograr acceder al estadio, en el que unas grandes escalinatas daban la bienvenida al área del campo.

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El entusiasmo, sin embargo, fue el ingrediente principal de quienes adquirieron sus entradas con anticipación a través de la venta online, agotadas desde hace semanas con precios entre US$2 y hasta US$40, y entre quienes utilizaron pases de cortesía como trabajadores públicos o conexos a las instituciones del Estado.

El gran y moderno estadio, con una pantalla enorme y palcos VIP, que estuvo en construcción desde 2013 y que en principio tendría el nombre del fallecido presidente, Hugo Chávez, poco tiene que envidiarle a los parques de las Grandes Ligas (MLB, por sus siglas en inglés), a excepción de las distancias para ingresar o la falta de acceso preferencial.

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Estadio Monumental Simón Bolívar / Raylí Lujándfd

Muchas de las marcas en auge dentro del país también se hicieron notar en su inauguración. El grupo Polar, con varios de los stands de alimentos y vallas a su disposición, MultiMax, Avanti, Motos Bera, Simple TV, atunes Puro Lomo, farmacias Red Vital y vehículos Maxus, bordearon las instalaciones, incluso con la exposición de varios de los automóviles de la reconocida marca de origen inglés, que recientemente llegó a Venezuela.

Los costos, similares a los presentados en el Estadio Universitario de Caracas, el que ha sido cuna del equipo capitalino, Leones del Caracas, el que ahora representa al país en la Serie del Caribe, permitieron mayor adquisición de lo ofrecido en bebidas y alimentación en los más de 50 stands y foodtrucks disponibles, algunos de ellos habilitados a última hora, de acuerdo a uno de los encargados.

Una cerveza podía ubicarse en US$1 o US$1,5 en caso de optar por el servicio a la silla, mientras que el trago de whisky era vendido en US$5. Los perros calientes oscilaban entre US$2 y US$3, mientras que las hamburguesas se encontraban entre US$8 y US$10.

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El espectáculo inicial, a cargo del sonero del mundo, Oscar D’ León, no obtuvo quejas de la fanaticada. El salsero además de ofrecer un show de nivel, también aprovechó la oportunidad para referirse a las críticas en su contra por haber atendido la convocatoria hecha por la institución deportiva a cargo del Estado venezolano.

“No liguen el deporte con la política, yo estoy aquí porque me gusta el béisbol. Hay unos criticones que no hacen nada más que criticar”, agregó D’ León, durante su presentación.

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Las tribunas bastante vacías durante la primera hora del evento, que poco a poco fueron llenándose en casi su totalidad, contaban con funcionarios policiales y militares, así como miembros de la Guardia Presidencial en algún punto, en el que luego se hizo presente Nicolás Maduro, acompañado de su esposa Cilia Flores y otros familiares, ya avanzado el juego y en uno de los palcos VIP, sin mayor ruido.

El evento que contó con un ambiente impresionante entre celebración y cuestionamientos, reabrió además la discusión sobre las prioridades en el país caribeño con los mayores índices de inflación y pérdida del poder adquisitivo en la región, con ausencia de una salud pública adecuada así como escasas libertades, que alcanzó un leve repunte económico el año pasado, con notorias desigualdades.