Uno de cada dos trabajadores tiene empleo informal en Latinoamérica: OIT

El 60% de los jóvenes de la región se desempeña en la informalidad, contra el 47% de los adultos. El trabajo informal permitió la recuperación del empleo pospandemia

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A poco menos de tres años de la aparición de cuarentenas derivadas del Coronavirus en Latinoamérica, aún siguen quedando esquirlas en materia económica y laboral. Si bien la mayoría de países ha ido logrando recobrar el nivel de empleo previo a los confinamientos, buena parte de esa recuperación se debió a creación de trabajos informales.

Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una de cada dos personas ocupadas en Latinoamérica están en situación de informalidad. El relevamiento toma en cuenta los datos de los siguientes países: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Paraguay y Perú.

Según la OIT, el término “economía informal” hace referencia a todas las actividades económicas realizadas por los trabajadores y unidades económicas que no están cubiertos o que están insuficientemente cubiertos –en la legislación o en la práctica- por acuerdos formales. Sus actividades no se incluyen en la legislación, lo que significa que la ley no se aplica ni se vela por su cumplimiento, o la ley desalienta el cumplimiento por ser inapropiada o gravosa, o por imponer costos excesivos.

Empleo informal en Latinoamérica

Según cifras publicadas por OIT, al finalizar el segundo trimestre de 2022 estos eran los números del empleo informal en Latinoamérica.

  • El país en el cual el problema de la informalidad está más presente es Bolivia, donde el 81,5% de las personas ocupadas se encontraba en esa situación en el momento relevado
  • En segundo lugar aparece Perú, país en el cual la informalidad afectaba al 73,2% de los trabajadores ocupados.
  • En tanto, en Ecuador el 68,2% de los ocupados era informal.
  • Respecto de las principales economías de la región, México (segundo PIB latinoamericano) arrojó una informalidad laboral del 53,3% de los ocupados. En Brasil (primer PIB regional) este ratio se encontraba en 37,6%. Respecto de la tercera economía regional, Argentina, la informalidad llegaba al 45,4%.
  • El país con menor tasa de informalidad al momento de la muestra era Chile, donde el 26,1% de los trabajadores se encontraban en dicha situación.

Un lastre para las economías

En un resumen ejecutivo, la OIT aseguró que “la informalidad y la pobreza laboral lastran a mercados de trabajo en América Latina y el Caribe”.

La realidad es que una de cada dos personas (en Latinoamérica) trabaja en la informalidad, que suele estar acompañada inestabilidad laboral, bajos ingresos, sin protección social”, afirmó la directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Claudia Coenjaerts.

El informe destaca que la recuperación laboral pospandémica ha sido fuertemente traccionada por el aumento de las ocupaciones informales, que representaron entre 40 y 80% de los empleos generados. Aunque en los últimos meses esta tendencia se atenuó a favor de empleos formales, la tasa de informalidad regional ya llegó a 50% como era antes de la pandemia, aunque en algunos países es mucho mayor.

Trabajadores pobres

Según la OIT, los trabajadores informales tienen entre 3 y 4 veces más probabilidades de ser pobres que trabajadores formales.

“El impacto de la informalidad, sumado al de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, es fundamental para entender por qué debemos estar alertas al ‘fenómeno del trabajador pobre’, es decir de aquellas personas que aún teniendo un empleo, incluso un empleo formal, pueden encontrarse en situación de pobreza”, explicó Roxana Maurizio, economista laboral de la Oficina Regional de la OIT y coordinadora de esta edición del Panorama Laboral.

Por otro lado, la OIT destacó que la ralentización del crecimiento económico que puede sesgar la creación de empleo hacia puestos informales.

La informalidad golpea más a los jóvenes

La OIT destacó que, con datos al 3° trimestre de 2022, la tasa de informalidad entre los jóvenes es del 60%, significativamente superior al 47% entre los adultos.

Por otro lado, OIT añade que persisten las mayores dificultades históricas que experimentan los jóvenes en los mercados de trabajo de la región. “Los jóvenes enfrentan una mayor intermitencia laboral por las intensas entradas y salidas de la fuerza de trabajo. La mayor inestabilidad ocupacional, a su vez, se asocia a su mayor prevalencia en actividades informales, precarias, de baja calificación”.

El documento resume que estos desafíos pueden potenciarse a causa de las transformaciones tecnológicas. “La pandemia puso de manifiesto la brecha digital que existe entre regiones, países y al interior de los países entre jóvenes con diferentes niveles educativos, de calificación y socioeconómicos, así como entre los jóvenes residentes en áreas urbanas y rurales”, especifica el estudio.