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Reorganización de Bridgewater explica la nueva realidad de los fondos de cobertura

Bloomberg Opinion

Ray Dalio
Por Aaron Brown
05 de marzo, 2023 | 12:41 PM
Tiempo de lectura: 3 minutos

Bloomberg Opinion — El pasado mes de octubre señalé que el retiro de Ray Dalio, fundador y director de Bridgewater Associates por casi 50 años, indicaba el fin de una época significativa en el sector de los fondos de cobertura. Precisamente Dalio era el que quedaba de los grandes inversionistas que empezaron sus fondos en la década de 1970, en los cuales aún se fundamentan gran parte de los estereotipos de los fondos de cobertura. Actualmente, los nuevos gestores de Bridgewater están reestructurando el fondo para asemejarlo más a la nueva generación de estos.

Para su fondo, Dalio escogió el nombre más sugerente: Pure Alpha. En general, los gestores de activos tradicionales y los fondos indexados suelen ofrecer una exposición " beta”, es decir, el rendimiento previsto que el mercado ofrece a los inversionistas por la exposición pasiva a los más importantes determinantes económicos, como son el valor de la renta variable y los tipos de interés. Los rendimientos “alfa” son más valorados porque no guardan correlación con los factores principales de los mercados y, por consiguiente, no sufren las repercusiones de los colapsos bursátiles o de los bonos. Mediante la asociación de estrategias beta y alfa se pueden obtener mayores retornos sin tanto riesgo como mediante la exposición pasiva a los fondos indexados convencionales.

Pero no son muchos los fondos de cobertura modernos que ofrecen alfa pura. Por lo general, lo que prometen son determinados tipos de exposición: arbitraje de convertibles, macroeconomía global, futuros gestionados, etc. Gran parte de estas estrategias mezclan alfa y beta. Normalmente, los grandes fondos suelen limitar la capacidad. Solo existe una cantidad fija de bonos convertibles, y únicamente una parte de ellos es apta para el “arbitraje de convertibles”. Subordinados a las características del mercado y del número de fondos de convertibles que hay en ese momento, existe la posibilidad de que un gestor no tenga la capacidad de poner dinero nuevo a trabajar.

Ahora bien, el alfa puro es solo una promesa, nunca una estrategia. Si las oportunidades en convertibles no son buenas, hay que buscarlas en otro sitio. En el fondo de Dalio nunca se puso límite a las inversiones, lo que indica que estaba convencido de que siempre encontraría una oportunidad, o emplearía a quienes la encontraran, por la cantidad que le dieran los inversionistas. Y eso es lo que deseaba por lo general la mayor parte de los inversionistas en fondos de cobertura antes del repunte que experimentó la inversión colectiva a final de los años 90: la confianza de un fundador que construyera una entidad dedicada a la búsqueda de alfa, en la cantidad que fuera y en cualquier mercado.

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Entre las primeras medidas de los sucesores al frente está poner un tope al tamaño de Pure Alpha. El propósito no es disminuir los activos gestionados por Bridgewater, puesto que ese mismo comunicado afirmaba que Bridgewater ampliaría el número de fondos con exposición asiática, añadiría productos que utilizan valores individuales para manifestar puntos de vista macroeconómicos y ampliaría la oferta en torno a la sostenibilidad. Bridgewater ya no solicita a los inversionistas que depositen su fe en los postulados de Dalio para conseguir alfa en general. En cambio, está hallando determinados tipos de alfa anticipándose a la llegada del dinero, y agrupándolos para que puedan rivalizar con productos semejantes de otros gestores de fondos de cobertura y ajustarse a determinados segmentos de las carteras institucionales.

El otro gran fondo de Dalio, All Weather, es un fondo beta puro, mucho más diversificado y apalancado que los fondos indexados tradicionales, y se gestiona con la intención de proporcionar rendimientos aceptables incluso en grandes caídas del mercado. Esto también se está limitando, aunque los tipos de inversión que realiza están disponibles en cantidades casi ilimitadas. Junto con otros cambios en los últimos tres años, como una mayor confianza en las decisiones del comité y atenuar su cultura inusual en el lugar de trabajo, esto hace que Bridgewater se parezca más a sus rivales más jóvenes entre las grandes empresas institucionales de gestión de fondos de cobertura.

La pregunta para Bridgewater es si puede retener cualquier salsa secreta que haya detrás de su excepcional desempeño de 40 años mientras se deshace del modelo comercial y los principios de esa época. La pregunta para el resto de nosotros es si los fondos alfa especializados administrados por comités para instituciones conservadoras pueden cumplir el papel desempeñado, para bien o para mal, por los magos del mercado independientes e idiosincrásicos que dieron forma a los mercados y la economía durante casi medio siglo.

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Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios

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